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El equipo de Tabárez se sostuvo en cuatro pilares

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Óscar Washington Tabárez
[MARCELO BONJOUR; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ]; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ; ;

ELIMINATORIAS

Muslera, Godín, Vecino y Cavani fueron los celestes más regulares del torneo y en torno a ellos se cimentó la clasificación directa a Rusia.

Cuarenta y cinco jugadores utilizó el maestro Óscar Tabárez para conseguir el objetivo de llegar a Rusia. No todos jugaron, pero sí contribuyeron a que La Celeste llegara a la Copa del Mundo por tercera vez consecutiva.

Dentro de esa cantidad de futbolistas hubo algunos que tuvieron mayor participación y otros que tuvieron mayor incidencia. Estos últimos fueron, principalmente en el tramo final de las Eliminatorias, la columna vertebral que sostuvo al equipo firme y encaminado hacia su meta.

Desde la seguridad defensiva que nació a partir de la sobriedad que transmitió Fernando Muslera desde el arco, pasando por la solvencia del capitán Diego Godín, siguiendo por la transformación que significó para el mediocampo la inclusión de Matías Vecino, hasta la capacidad goleadora de Edinson Cavani. Uruguay fue un equipo y eso, con los vaivenes que suelen ocurrir en esta clase de torneos largos, fue lo que finalmente lo rescató hasta depositarlo en la cita mundialista.

El arco. Fernando Muslera se encargó de mantener cerrado su arco durante los primeros cinco partidos de Uruguay como local (ante Colombia, Chile, Perú, Paraguay y Venezuela) y recién lo pudieron vulnerar cuando corrían 45 minutos del sexto juego, ante Ecuador. Felipe Caicedo fue el jugador que se encargó de hacer caer el último bastión intacto del continente. Fueron 495 minutos. Luego llegó la catastrófica noche del 1-4 ante Brasil, el 0-0 con Argentina y finalmente los dos tantos de Bolivia el pasado martes.

“Nando” fue el único futbolista celeste que disputó los 18 encuentros de las Eliminatorias y recibió 20 goles, de los cuales solo 7 fueron en casa.

Uruguay no fue el que menos tantos recibió ni mucho menos (Brasil, Argentina y Colombia, en ese orden, quedaron por encima), pero eso no mella la importancia de Muslera.

A un arquero no solo se lo debe juzgar por las que no puede salvar, sino principalmente por las que sí tapa y en ese sentido el guardameta del Galatasaray tiene muchas a favor. Además, le dio al equipo tranquilidad, porque siempre fue firme a la hora de cortar juego aéreo y suele tener buen pie para salir jugando.

capitán. Diego Godín fue el defensa con más presencias en las Eliminatorias: 16. Además de ser el eje de la retaguardia, fue el capitán. Y demostró que el brazalete le queda muy bien. Impuso presencia en el juego por elevación en su área y en la rival, al punto que convirtió tres tantos: uno en La Paz a Bolivia, otro en el Centenario ante Colombia y el tercero, también en casa, a Chile. Dos de ellos tuvieron la importancia de haber sido los que abrieron el marcador. Un capitán siempre positivo, de los que no solo contagian por su forma de sentir el fútbol, sino también por la de jugar.

Revolución. Matías Vecino irrumpió en el equipo sorpresivamente ante Brasil en San Pablo, la noche del 2-2. Jugó los 90 minutos, lo hizo en buena forma y allí se consolidó como titular y pieza clave del equipo. Dotó a la mitad de la cancha de orden táctico, inteligencia y buen pie. Esto último transformó a Uruguay, que pasó a tener mayor posesión de la pelota y a defenderse con ella. A su vez, abrió el camino al cambio de concepción del mediocampo, lo cual derivó en la presencia en el último partido de Federico Valverde, Rodrigo Bentancur y Giorgian De Arrascaeta, sin olvidar que Nahitan Nández no jugó por estar suspendido, pues de lo contrario seguramente hubiera ocupado el sector derecho como lo hizo ante Argentina, Paraguay y Venezuela. A partir de la aparición de Vecino se gestó una revolución en la mitad del terreno que pinta para consolidarse en la Copa del Mundo.

bestias del gol. No fue la mejor Eliminatoria de Luis Suárez, quien se perdió los primeros partidos por sanción y luego jugó varios sin estar al 100% de sus posibilidades físicas, pero con 5 tantos terminó siendo el segundo goleador del equipo.

Quien llevó el peso anotador en este certamen fue Edinson Cavani, quizá la figura principal que tuvo Uruguay a lo largo de todo el torneo. Con sus 10 tantos fue el máximo anotador de las Eliminatorias. Entre ambos convirtieron 15 de los 32 goles celestes (47%), transformándose en la dupla ofensiva más productiva del certamen, superando a la compuesta por Neymar y Gabriel Jesús (13).

La columna celeste está cimentada por un cuerpo técnico que trabaja en conjunto desde 2006. Obra completa.

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