ASÍ LO VEO

DANIEL ROSA

Uruguay cierra mañana su participación en la fase de grupos de la Copa del Mundo. Con la clasificación asegurada, la pregunta que todos nos hacemos por estas horas es con qué rival nos conviene más enfrentarnos en octavos de final. Es algo bien nuestro siempre estar pensando en el futuro o en el pasado, pero no vivir el presente.

Las posibilidades son España o Portugal, entonces me pregunto: ¿en serio estamos en condiciones de elegir? Con el nivel mostrado por Uruguay hasta ahora más vale que disfrutemos tener asegurada la clasificación antes de estar preocupándonos de a quién le tenemos que ganar.

Sigo convencido que la Celeste tiene el potencial para estar entre los cuatro mejores de la Copa del Mundo. Considero también que se trata de un equipo gasolero por describirlo de alguna forma, porque se adapta al rival. Es como si jugara a reglamento, utilizando apenas un pelín más que el equipo que tiene enfrente, cosa de no desperdiciar energías. Quizá pase eso también con Rusia. Si el local lo exige, Uruguay puede responder. Y lo mismo seguramente ocurra en octavos de final, sea España o Portugal.

Yo en todo caso me preocuparía más del dónde y del cuándo que del seleccionado a tener enfrente, porque ibéricos y lusos seguro que van a exigir a los uruguayos. Entonces, hay que sacar otras cuentas. Ser primero o segundo es casi lo mismo, pero quizás sea mejor no ganar el grupo. ¿Por qué? En Rostov el desgaste fue tremendo por el calor (37°) y la humedad. El que salga primero en la serie irá a Sochi, un balneario en el que las condiciones meteorológicas serán similares a las de Rostov, aunque se jugará a las 21:00 del sábado 30.

Ser segundo significará jugar en Moscú el domingo 1° (un día más de descanso) y con una temperatura quizás menor, aunque será a las 17:00. Personalmente preferiría ser segundo y no por el rival (que hasta mañana no se conocerá), sino por lo que es más conveniente para el físico de los futbolistas.