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Vuelta... de tuerca

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Foto: Marcelo Bonjour.

TORNEO CLAUSURA

River frenó a Peñarol, le sacó el invicto y lo alejó de la Anual.

Hubo vuelta, si. Una vuelta de tuerca enorme en el Clausura y en la Anual. Al menos hasta hoy. Porque el triunfo de River frenó la vertiginosa carrera de Peñarol hacia el título y cortó su arremetida final en busca de la tabla de puntos acumulados.

River lo volvió a hacer. Le ganó a un grande en el Saroldi, pero nada tiene que ver su cancha, ni el piso, ni el peso de ser local. No. Peñarol desnudó su talón de Aquiles: la falta de Gargano en el medio fue determinante, tanto, que el funcionamiento y el rendimiento no tuvo nada que ver con el de las 12 fechas anteriores. Le faltó todo. O casi todo. No peleó, no presionó, no quitó, y llegó por vía aérea, con centros de un lado y del otro pero sin concretar.

Peñarol fue más que River hasta el gol darsenero. Esa fue la única llegada del dueño de casa. Una pared por el sector derecho de la defensa aurinegra que hizo agua ante la corrida de Diego Rodríguez. Ni Varela ni Quintana lo pararon y metió la pelota al medio para que Vega definiera sin arquero y a su gusto. Gol. Baldazo de agua fría para los hinchas aurinegros y golpe en el mentón para los jugadores, que a partir de ahí, no se recuperaron más.

Peñarol fue otro. La ausencia de Gargano gravitó en propios y extraños, porque el ‘Cebolla’ tuvo su trabajo más flojo desde que llegó, ‘Maxi’ Rodríguez apenas tuvo una intervención (pelota en el palo a los 10 minutos de partido) y tanto Estoyanoff como Rossi fueron tan erráticos como ineficientes con la pelota.

River se paró bien. No fue firme en defensa, es cierto. Flaqueó en el juego aéreo, pero contó con la mala puntería de los delanteros aurinegros que erraron a la hora de definir.

El 2-0 de Bone liquidó el partido a los 63 minutos. Dos goles era una ventaja enorme para un Peñarol que deambulaba en la cancha y parecía no saber lo que se jugaba en el Prado. No solo el titulo del Clausura, se jugaba la Anual, la posibilidad de pelearla hasta el final. Sin embargo, fue un equipo tibio, sin reacción ante la adversidad.

Ni siquiera el penal (mal sancionado por Christian Ferreyra por supuesta mano de Facundo Peraza a los 82’) ambientó una reacción. Solo fue el descuento, y más allá de las chances que tuvo el juvenil Darwin Núñez y tapó muy bien Nicola Pérez, Peñarol no se prendió de esa oportunidad a falta de siete minutos para el final. Volvió a abrir la cancha sin éxito, y ni siquiera las variantes (Gastón Rodríguez y Mathías Corujo) lograron cambiar el panorama.

Hubo vuelta en el Saroldi. Una vuelta de tuerca enorme en las dos tablas, porque si hoy Defensor y Nacional ganan, pasarán al aurinegro en la Anual y no le darán respiro en las últimas dos fechas que restan para terminar el Torneo Clausura.

River le sacó el invicto y lo alejó de todo.

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