Pasaron 100 años, pero la vieja Confederación Sudamericana de Fútbol, se mantiene en pie y más vigente que nunca en esta nueva era de la Conmebol.

El legado de Héctor Rivadavia Gómez ha sido enorme, y mantiene su esencia, la de unir a todas las federaciones del continente en un bien común, que todas vayan de la mano, sin divisionismos.

Esa fue la parte medular del cierre que tuvo la gala del Centenario en el Teatro Macció, con palabras de Alejandro Domínguez, el presidente de Conmebol.

Recuerdos de gestas, de títulos, de hazañas, emparentadas siempre con el fútbol de estas latitudes.

El Teatro Macció desbordó de emoción, más cuando se recordó a las viejas figuras del fútbol sudamericano, esas que dejaron su huella por siempre en la historia del balompié mundial.

Exdirigentes y varios exfutbolistas recibieron de parte de Alejandro Domínguez, una plaqueta recordatoria por su trayectoria e incidencia en los títulos del fútbol continental.

Enzo Francescoli, ganador de tres Copas América con Uruguay y dos Libertadores con River argentino, fue de los más ovacionados.

Pero no fue el único. El chileno Elías Ricardo Figueroa también fue muy aplaudido, un zaguero de clase y notable trayectoria, el brasileño Jairzinho, ídolo del mejor fútbol del mundo de los 70, el boliviano Marco Antonio Etcheverry, el "Diablo" que marcó una época, el colombiano Arnoldo Iguarán, estrella de su selección a fines de los 80, y figura del Mundial Italia 90, también tuvo su reconocimiento pleno de emoción. El fútbol de pie.

EXFIGURAS PRESENTESE. C.