Real Madrid y Deportivo La Coruña firmaron el contrato por el que Federico Valverde jugará en el club de Galicia cedido por un año y sin opción de compra.

Federico Valverde ya es jugador de Deportivo La Coruña. Ayer en la tardecita madrileña se firmaron los papeles entre Real Madrid y el equipo gallego. Con la presencia del futbolista y de uno de sus representantes, Gerardo Rabajda, además de los abogados de las partes, se concretó el préstamo por el cual el Balón de Plata del Mundial de Corea Sub 20 defenderá como cedido al “Depor” por un año sin opción de compra definitiva.

Deportivo La Coruña le ganó la pulseada a otros equipos que también estaban interesados en fichar al exvolante de Peñarol, entre ellos el Espanyol de Barcelona, Betis, Alavés y Leganés. Pero tanto Real Madrid como los representantes del jugador —Rabadja y Edgardo Lasalvia— y el propio Valverde entendieron que el equipo gallego era la mejor opción. Se espera que allí tenga el fogueo que necesita en Primera División. Y también se pensó que la ciudad gallega era la ideal para el “Pajarito”. Un lugar donde la gente es muy parecida a los uruguayos y donde se le suele dar mucho cariño a los futbolistas oriundos de esta parte del Río de la Plata.

La presentación oficial de Valverde tendrá lugar recién en los primeros días de julio, dado que hoy el “Pajarito” viajaba a Punta Cana de vacaciones junto a su novia Julieta. Por lo tanto, no se pondrá por primera vez la camiseta de su nuevo club sino hasta los primeros días del mes de su cumpleaños número 19, cuando sea presentado ante los periodistas españoles.

La segunda incorporación veraniega de la institución blanquiazul cumplirá 19 años el 22 de julio y a esa altura estará en plena adaptación a su nuevo equipo. Debe presentarse el 10 del mes próximo para ponerse a las órdenes del técnico Pepe Mel. El deseo del técnico es jugar unos cuantos amistosos antes de la actividad oficial.

El “Pajarito” llega con el Balón de Plata que obtuvo en el Mundial bajo el brazo y precedido de muy buenas credenciales. En la prensa gallega se le destaca por su “sensacional golpeo de balón tanto al disparar a puerta como al buscar al compañero”.

También con los buenos antecedentes de Real Castilla, la filial del Madrid, donde militó desde que llegó a España. Allí fue tal su trascendencia que el técnico, el “Indio” Solari, le negó la oportunidad de jugar el Sudamericano Sub 20 con Uruguay. Pese a su ausencia, los celestes obtuvieron el título. Y cuando el técnico de la selección Sub 20, Fabián Coito, lo convocó para el Mundial, esta vez el Madrid le dejó acudir a la cita. Y terminó elegido como el Balón de Plata.

En la cita mundialista Valverde sorprendió por su gran evolución. Un año en Madrid, jugando en el Real Castilla, le dieron una gran madurez, futbolística y humana.

Real Madrid espera que el “Pajarito” continúe con ese crecimiento y consiga en La Coruña el rodaje que necesita, pero llega para jugar en la zona más poblada del equipo. Para conseguir lo que esperan los “merengues” deberá imponerse a Borges, Mosquera, Guilherme (otro recién llegado) y Bergantiños. Salvo que en su contrato se especifique que debe jugar determinada cantidad de minutos, algo que Real Madrid a veces solicita, pero que es difícil de manejar con los entrenadores.

Además, Valverde ocupará una de las codiciadas plazas de extranjero.
Deportivo terminó en el puesto 16 de la Liga y logró mantener la categoría con un plantel en el que solo nueve jugadores tienen contrato para la próxima temporada y muchos llegaron cedidos por una campaña, como ahora lo hace Valverde. Se trata de un modelo de contratación que aún se está debatiendo en el club.

Federico vivió el último año en Madrid, donde llegó en julio del año pasado cuando recién había cumplido los 18 años, junto a sus padres y su novia. Ahora, un año después, todos se mudarán a La Coruña, pero vivirán en diferentes casas, aunque ubicadas muy cerca una de otra.

Dentro de un año Valverde deberá regresar a Real Madrid y si todo sale bien lo esperará un lugar en su valioso plantel.

SILVIA PÉREZ

ESPAÑASILVIA PÉREZ