El salteño fue homenajeado en Los Céspedes, donde la cancha de césped sintético ya lleva su nombre.

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Nacional vivió un día de emoción en su complejo deportivo de Los Céspedes con la presencia de Luis Suárez, uno de los jugadores nacidos en las formativas tricolores y que en la actualidad es uno de los mejores futbolistas del mundo.

En un evento bien organizado, que contó con la presencia de la mayoría de los directivos albos, del presidente de la AUF Wilmar Valdez y del plantel principal de Nacional, Suárez fue homenajeado.

Junto a su esposa Sofía y sus hijos Delfina y Benjamín, Suárez llegó puntual a Los Céspedes, de la mano de sus pequeños y sonriente. Cruzó la moderna cancha de fútbol sintético y llegó hasta la primera fila, donde se sentó a un lado del presidente tricolor José Luis Rodríguez.

El periodista Martín Sarthou fue el encargado de llevar adelante el evento y Rodríguez dio la bienvenida y dijo que todas las canchas de Los Céspedes van a llevar el nombre de glorias de Nacional, a través de un estudio que hará la Comisión de Historia y Estadística de la institución.

Tras las palabras de Daniel Baldi y de Ricardo “Murmullo” Perdomo, quien fue técnico de Suárez en las formativas tricolores, habló el salteño, quien se emocionó en varios momentos de su alocución.

La cancha de césped sintético fue bautizada con el nombre de Luis Alberto Suárez: “Agradecer a todos los que fueron participes de este día tan importante, hay que valorar el hecho de que a uno le pongan el nombre de una cancha, es algo para sentirse orgulloso por lo que uno luchó, lo que uno sufrió -porque pasé malos momentos también acá-; ‘Murmullo’ y Martín (Lasarte) lo saben, son entrenadores que estoy siempre agradecido por lo que fueron en mi carrera. Que el nombre de esta cancha sea solo el comienzo de muchos otros que se merecen y que pasaron por la historia de este club”.

Una vez más se acordó de su amigo Walter Ferreyra y fue la primera vez que se quebró. “Sé que mucha gente fue partícipe, y que en paz descanse, como el ‘colorado’ Charquero y Walter Ferreyra”, recordó.

Suárez le habló a los juveniles de Nacional, que estaban a un costado del escenario: “Valoren tener la posibilidad de entrenar en una cancha de césped sintético, cuando a nosotros nos picaba para cualquier lado la pelota. Disfruten, van a pasar por momentos muy difíciles con 13, 14, 15, 18 años o cualquier edad, pero nunca bajen los brazos. El fútbol tiene muchas revanchas y hay que aprovechar cada una de las que se presentan”.

Por último, Suárez se despidió. “Acá, en Nacional, siempre me han tratado muy bien. Soy un agradecido porque hoy soy conocido porque salí de Nacional. Soy un afortunado de tener una cancha con mi nombre, de que mis hijos vean este hermoso momento (se emocionó)... que ellos vean de dónde salió papá y soy un agradecido a mi mujer, que desde los 13 años está conmigo. Hay que valorar eso, la gente que siempre estuvo, muchísimas gracias a Nacional y a todo Uruguay”, reflexionó.

NACIONALJUAN PABLO ROMERO