Peñarol tuvo un gran arranque, con golazo de Costa y un muy buen juego colectivo, pero se apagó, Cerro le empató y pudo seguir de largo, pero el aurinegro se llevó la victoria por 2-1 con un gol en contra y en la hora.

Peñarol nomá!!!”. El grito de Jorge Da Silva apenas finalizó el partido sirvió para decargar toda la tensión que acumuló durante 90 minutos. Más que un disfrute para el “Polilla”, el triunfo 2-1 sobre Cerro fue un alivio.

Con poco tiempo para trabajar, la expectativa estaba en ver qué mostraba este nuevo Peñarol. La urgencia en tiendas aurinegras no pasaba (ni pasa) por los resultados (es el campeón del Apertura y tiene un lugar reservado en la definición del Uruguayo), sino por encontrar la identidad. Y las primeras impresiones fueron más que buenas, muy buenas.

Menos de un minuto después de haber comenzado el partido y el Clausura para Peñarol, jugada preparada a la salida de un córner, centro abierto hacia afuera del área de Diego Forlán y el argentino Tomás Costa, que hacía su estreno, metió una volea contra el palo para poner el 1-0. Mejor presentación para jugador y equipo, imposible.

Con el equipo abriendo la cancha, desbordando en velocidad, mandando estocadas hacia el centro del área y generando peligro en el arco rival, los hinchas se entusiasmaban. Peñarol sabía a qué quería jugar.

Cerro de a poco comenzó a hacerse fuerte atrás y luego en el medio. El aurinegro, por el contrario, comenzó a mostrar signos de flaqueza, sobre todo en el fondo, con una zaga que empezó a perder en contención y un Gastón Guruceaga que no dio seguridad.

Lo mejor del mirasol estaba en el medio, allí donde Costa se encargaba de darle buen destino al balón y de ordenar la ofensiva. Pero faltaba punch en ataque. Maximiliano Rodríguez intentaba juntarse con Forlán pero no lo conseguía y a “Cachavacha” nunca le quedó el arco de frente.

Cerro salió mejor parado de lo que debió rumbo al descanso y cuando volvió fue otro. El albiceleste se adueñó del terreno, del ritmo y de las acciones. Explotó bien su banda derecha, por donde mandó a desbordar a Agustín Sant’ Anna y a Luis Urruti. Faltaba que se metiera en el partido el “Nano” Ramos, el ausente hasta entonces, pero cuando lo hizo fue decisivo. El inminente gol de Cerro cayó a los 59’, cuando Hugo Silveira (ese por el que Peñarol no quiso hacer muchos esfuerzos) metió una especie de tijera de zurda. Quedaba poco más de media hora de sufrimiento para Peñarol. Cerro pudo seguir de largo, pero entonces sí apareció Guruceaga para hacer un par de buenas tapadas.

Eso le dio vida al mirasol, que sobre el final empujó y encontró el gol del triunfo en un centro que pegó en Lucas Hernández y se transformó en gol en contra.

Peñarol ganó, pero no puede haber quedado conforme. La misión de “Polilla” es prolongar lo hecho en los primeros 30 minutos.

PEÑAROL 2-1 CERRO

Estadio: Parque Viera.

Árbitros: Jonathan Fuentes, Nicolás Tarán, Eduardo Aguirre y Walter Juncal.

Peñarol: G. Guruceaga; M. Aguirregaray, C. Valdez, Guillermo Rodríguez, Gianni Rodríguez; T. Costa, N. Nández; M. Rodríguez (63' N. Albarracín), D. Forlán; D. Ifrán (73' F. Valverde) y C. Palacios (56' H. Novick). DT: J. Da Silva.

Cerro: S. Fuentes; A. Sant’ Anna, N. Techera, D. Rodríguez, L. Hernández; R. Pellejero, R. De Oliveira (46' B. Pignatares), F. Klein (51' R. Porta), G. Ramos (85' A. Pizzorno); L. Urruti y H. Silveira. DT: G. Ferrín.

Goles: 1' T. Costa (P), 58' Silveira (C) y 89' Hernández (C) e/c

Amarilla: Pellejero (C). Ifrán y Nández (P)

TORNEO CLAUSURADANIEL ROSA