Peñarol comienza a ensayar la retirada del Uruguayo ante River, en el Saroldi, y a puertas cerradas.

Peñarol empieza a ensayar la retirada del Uruguayo Especial. Va a jugar —una vez más— a puertas cerradas, sin público, y en el Parque Saroldi.

Como hizo fechas atrás ante Sud América. La diferencia es que ahora va a cambiar el rival, jugará contra River Plate, y va a cambiar la tradicional camiseta amarilla y negra por una verde flúo en homenaje a las víctimas del Chapecoense.

Lo que no va a cambiar es la realidad. Peñarol está viviendo una de sus peores crisis — en lo futbolístico y en las tribunas— y eso no se puede separar cuando el equipo entra a la cancha y sale a defender los colores.

Ya sin el "Polilla" Da Silva en la conducción, Fernando Curutchet fue el elegido para intentar encausar el equipo "por dos semanas" y siguió al frente del plantel hasta ahora. "Nosotros tenemos claro que hay que ganar, hay que sumar los puntos que quedan por jugar", dijo en la semana el actual entrenador.

La lista de directores técnicos quedó reducida a nada en pocos días. Como decía el contador José Pedro Damiani, "fue una tormenta con matracas". Todas las gestiones y llamadas que se hicieron tras la salida del "Polilla" Da Silva, pasaron al olvido. Curutchet siguió de largo e intentó encausar el rumbo de un barco que —en lo futbolístico— andaba a la deriva. Por momentos, lo logró. Se vio una mejoría y por momentos, fue más de lo mismo, aún dentro de un mismo partido. Fue creciendo en la ofensiva, de mitad de cancha hacia adelante, pero mostró falencias en defensa.

Peñarol tuvo más sombras que luces y de esta etapa sólo se pueden rescatar minutos en la goleada ante Sud América (4-1) y frente a Racing (5-2). Poco para el gran plantel que conformó. Ahora, lo único que le queda es tratar de sumar los seis puntos que le restan para terminar el Uruguayo Especial, y el primer escollo será River en su cancha. Pero más allá de las victorias, si es que las logra, no servirán para maquillar un campeonato que quedará entre los peores.

Peñarol empieza a entonar la despedida esta tarde en el Saroldi, y como toda despedida, es bastante triste.

Es de los que más mejoró con la llegada de Curutchet. Es fundamental en el andarivel derecho de los aurinegros.

El darsenero es un jugador que marca la diferencia. Tiene buen pie, gran manejo de pelota y también gol. Es clave.

JOSÉ MASTANDREA

PEÑAROLJOSÉ MASTANDREA