Sin jugar bien y pasando muchos apuros, sobre todo en el primer tiempo, Nacional venció 1-0 a Fénix, se mantuvo como único líder y prácticamente dejó sin chance a Peñarol.

Nacional sigue a paso triunfal en el Apertura. Ayer hilvanó su tercera victoria al hilo y dio otro gran paso para lograr el primer título del año.
Después de la derrota ante Boston River, cuando flaqueó en lo futbolístico y muchos imaginaron que llegaba el declive, sacó fuerzas de todos lados y se paró firme.

Derrotó a Wanderers en el Centenario, venció a Cerro en el Tróccoli y ayer hizo lo propio con Fénix. Tres victorias en tres partidos claves, en pleno cierre de campeonato.

No juega bien, es cierto, pero gana. Y ese es el valor agregado de este equipo de Martín Lasarte. Tiene argumentos como para sortear rivales en cualquier cancha.

Cuando no aparece el juego colectivo, surgen las individualidades, y cuando la victoria parece esquiva, siempre hay un “salvador”.

Tiene plantel, jugadores, y una idea definida ya desde la temporada anterior. Hay trabajo, funcionamiento y conocimiento.

Este Nacional no se desespera ni se apura. Juega sin presión porque sabe que el gol puede aparecer en cualquier momento. Como ayer.
Cuando las cosas no salían, cuando Fénix llegó y pudo abrir el marcador, estuvo Conde bajo los tres palos.

Cuando no se tuvo la pelota, cuando se corrió de un lado a otro, Arismendi cortó el jugo y Polenta bancó atrás.

Cuando los minutos pasaban y el cero le ganaba a todos en el Tróccoli, Lasarte apeló a los cambios, a la clase de Martín Ligüera, y el tricolor volvió a encontrar sus mejores momentos con el 10 en el campo de juego.

Ligüera manejó el balón y fue el ejecutante de ese tiro de esquina donde se logró el gol y la victoria.

Álvez perdió dejó ir de manera poco creíble por la línea final, el línea marcó corner, y la precisión de Ligüera volvió a ser clave: centro al punto penal, primera cabezazo ganador de Polenta, y por el segundo palo, aparición fantasmal de Hugo Silveira. Gol y triunfo, porque Fénix, por más que buscó e intentó, ya estaba controlado en todos los sectores del campo.

Estoyanoff, que había desnivelado en el período inicial, ya no pesó y terminó muy retrasado, casi como marcador de punta izquierdo.
El albivioleta empujó, pero sin peso, sin armas como para inquietar a un Conde que había sido decisivo en el primer tiempo con dos contenciones bárbaras.

El gol, a los 64 minutos de juego, era demasiado peso para Fénix que jamás pudo inquietar al fondo tricolor.

Nacional abrochó otra victoria. Sigue camino al título sorteando rivales y jugando en todas las canchas.

No gusta, es cierto, pero es fútbol. Y en el fútbol los partidos se ganan con goles. El tricolor pisa fuerte, sabe lo quiere, y cuando no logra su mejor juego colectivo, apela a sus individualidades. Gana, y en las tribunas hay fiesta Nacional.

Árbitros: Pablo Giménez. Asistentes: Nicolás Tarán y Antonio Fedorczuk. Cuarto árbitro: Héctor Martínez.

Fénix: D. Denis; R. Fernández, M. González, I. Pallas, J. Álvez; R. Ferro, D. Ferreira, C. Torrejón (73' L. Fernández), A. Canobbio (62' C. Waterman); F. Estoyanoff, M. Acuña (78' B. De Souza). DT: G. Ferrín

Nacional: E. Conde; S. Otalvaro, R. García, D. Polenta, A. Espino; G. Porras (56' M. Ligüera), D. Arismendi, B. Lozano (75' Á. González), S. Rodríguez; R. Aguirre (83' K. Ramírez), H. Silveira. DT: M. Lasarte

Gol: 64' Silveira (N)

Amarilla:Ferreira, M. González, Waterman, Ferro y De Souza (F). Silveira, Aguirre, Otalvaro y S. Rodríguez (N)

JOSÉ MASTANDREA

TORNEO APERTURAJOSÉ MASTANDREA