La Roja nunca pudo gritar un gol en un partido que le permitiera levantar un título.

La bicampeona de América no pudo repetir en Rusia lo hecho en su casa y en Estados Unidos: levantar la copa. Alemania le ganó el único gol del partido en una mala salida de Marcelo Díaz para quedarse con la Copa Confederaciones.

La Roja fue más que su rival, teniendo no solo más posesión de la pelota sino que más chances sobre el arco del barcelonista Marc-André ter Stegen. Pero los alemanes terminaron llevándose el partido como casi siempre según la clásica frase del inglés Gary Lineker: "El fútbol es un juego simple: 22 hombres corren detrás de un balón durante 90 minutos y al final los alemanes siempre ganan".

Pero la selección trasandina continúa con una estadística que aún no pudo cortar: en las cinco ocasiones que tuvo el título enfrente no pudo anotar.

La final del pasado domingo se le suma al aún fresco recuerdo de las dos Copas Américas conquistadas en 2015 y 2016, ambas ganadas en penales tras un empate sin goles contra Argentina.

Antes estuvo en otras dos finales. En 1987 cayó 1-0 en suelo argentino ante Uruguay, mientras que en 1979 la definición estuvo postergada (no había sede fija, era a ida y vuelta). El primer duelo final Paraguay lo ganó 3-0 en Asunción, a la vez que en Santiago Chile venció 1-0 pero sin la posibilidad de levantar el trofeo, debiéndose jugar un desempate en Buenos Aires. Terminó sin goles y con los guaraníes campeones.

Los cinco partidos que Chile tuvo para levantar un trofeo oficial no pudo marcar.

Antes, en 1955 y 1956 terminó en la segunda posición del Sudamericano pero en el formato liguilla. En el 56', la victoria en la última fecha ante Paraguay nada importó tras la victoria de Uruguay, el campeón. En el 55', por otra parte, llegó empatado en puntos con Argentina a la última fecha y con el partido pendiente entre ellos. Esa "final" la ganó Argentina 1-0.

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