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“Sé que vamos a llegar a jugar las finales”

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Foto: Agustín Martínez

Ayer Hernán Novick, el héroe aurinegro del clásico, se despertó al mediodía. Enseguida su hija mayor, Dominique, acaparó toda su atención. Por lo tanto no volvió a pensar en el gol que le anotó a Nacional de tiro libre.

Su primer gol en Peñarol y una conquista que demoró casi un año y medio en llegar. De todas formas, ya había pensado bastante en el partido y en el tanto la noche anterior cuando le costó conciliar el sueño.

Un rato más tarde, el jefe de prensa aurinegro, Diego Pérez, le comunicó la lista de siete medios de comunicación que querían entrevistarlo. En primera instancia Novick se resistió un poco porque se había hecho a la idea de pasar el feriado disfrutando de sus dos hijos, Dominique de seis años y Luca de dos. Pero luego accedió y se prestó a contar una y otra vez el diálogo que mantuvo con Aguiar antes del tiro libre y que tras el gol le agradeció al volante. Volvió a relatar el gol, el festejo, el anuncio de Rodales y cómo ensaya esos remates en Los Aromos.

El fútbol fue la pasión de Hernán desde pequeño, pero recién se dio cuenta que el sueño de ser futbolista profesional se hacía realidad cuando tenía 17 años y Miguel Messa lo subió a la Primera de El Tanque. Ya había pasado por la Séptima de Danubio y la Quinta de Fénix antes de llegar a la Tercera de El Tanque.

Hizo el baby fútbol en el club América de la Liga Interbalnearia. “Siempre fui delantero, aunque ahora juego un poco más atrás, de media punta. Hacía goles, o era el que tenía que hacerlos al menos”, contó. “Tanto mi hermano Marcel como yo tuvimos siempre el sueño de ser futbolistas y de llegar a Peñarol”. Novick supo anotarle goles a Peñarol con la camiseta de Fénix, pero es consciente que su llegada al equipo carbonero se dio después de marcarle a Nacional. Fue en el Apertura 2013 y la victoria de los de Capurro por 2 a 1 dejó a los tricolores sin el título. Al otro día lo llamaron de Peñarol.

“Cuando estás en un equipo chico tu nombre se escucha cuando le hacés goles a los grandes. Los partidos con Peñarol y Nacional son los que se ven más. Podés jugar tres o cuatro partidos bien contra otros equipos chicos y nadie se entera. Es así. A mí, en un par de años se me dio de hacerle goles a Peñarol y a Nacional. La frutilla de la torta fue aquel partido con Nacional en que les sacamos el campeonato y yo pude anotar un gol. Creo que eso fue clave para que pasara a Peñarol”.

Tiene contrato hasta diciembre del 2016 y su gran objetivo es salir campeón con el equipo de sus amores, algo que ya consiguió su hermano Marcel. “Esa es mi meta principal. Es lo único en lo que pienso. Estoy muy feliz en Peñarol, aunque obviamente me gustaría tener más minutos. El técnico es el que decide. Estoy tranquilo y quiero seguir dando lo mejor en los minutos en que me toque jugar”. Es que esperar no es nuevo para Novick. Y lo vivió el semestre pasado con Fossati como DT.

“La verdad es que no quedamos contentos con el empate clásico, pero para la tabla y el objetivo nos sirvió. Sé que vamos a llegar a jugar las finles. Es lo que nos propusimos el 5 de enero: ganar el Clausura para jugar las finales. Sabemos que todos los rivales son complicados. Ahora pensamos sólo en Rentistas”.

Hernán es el menor de cuatro hermanos. Bernardo, el mayor, es economista y trabaja en Brasil, por eso no estuvo en el festejo familiar que tuvo lugar en la casa de la abuela el domingo por la noche. Pero habló por teléfono con el benjamín de la familia para felicitarlo. Luego viene Marcel, el primero de los Novick en llegar a Peñarol que esta vez le tocó verlo de afuera, pero disfrutó con el gol de su hermano. Después está Victoria, actriz de profesión, y por último el autor del gol clásico.

"Está bueno ser el más chico, aunque Marcel me pegaba muchas patadas cuando jugábamos al fútbol entre los dos en casa. Mis tíos siempre me dicen en broma que ya no me puede doler ninguna patada después de lo que me pegaba Marcel de chico". Pero para equilibrar los golpes de Marcel, Hernán recibía los cuidados de su hermana Victoria.

Hizo la escuela y el liceo en la Scuola Italiana, pero no le gustaba estudiar. "No era buen alumno y además me portaba bastante mal", confesó.

En la Scuola conoció a Jilli, una chica norteamericana que estaba en su clase y que terminó convirtiéndose en la madre de sus hijos.

Su familia estaba el domingo en el estadio y todos se emocionaron cuando anotó de tiro libre. Hasta la pequeña Dominique. El que se asustó fue Luca, quien con sus dos años de vida no podía entender lo que pasaba ni por qué la gente gritaba tanto.

Los Novick también fueron noticia hace una semana cuando el padre de la familia, Edgardo, que era candidato a intendente de Montevideo, sorprendió con su excelente votación. En su primera candidatura, su lista fue la más votada en la capital, aunque el ganador fue el frenteamplista Daniel Martínez. Hay quien piensa que si el clásico se hubiera jugado antes, Novick ganaba seguro.

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Foto: Agustín Martínez

HERNÁN NOVICK

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