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Sin Suárez, Barcelona igual goleó

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Foto: Prensa Barcelona.
Angel, Asteggiante

Barcelona venció 7 a 1 al Osasuna con dos goles de Lionel Messi, dos de André Gomes, dos de Paco Alcácer y uno de Javier Mascherano. Luis Suárez estuvo en el banco de suplentes.

Luis Enrique volvió a arriesgar dejando en la banca a medio equipo titular, Luis Suárez entre ellos. Pero esta vez la jugada le salió perfecta. A media marcha, el equipo alternativo comandado por el capitán Messi ganó 7-1 al Osasuna para mantener la punta de la Liga.

Ante un estadio semi vacío un gran cartel, que inflado por el viento parecía un paracaídas gigante, saludó los 500 goles de Messi, con un “Gracies Leo!” y la imagen goleadora del rosarino.

Arda regresa a las canchas después de una larga ausencia por lesión. El Osasuna estrena uniforme con un naranja chillón, pues a la tele no le parecía bueno el contraste de rojo original con el azulgrana.

El equipo pamplonica se plantó desde el comienzo con un 4-5-1, condenado a aguantar la presión y el dominio absoluto del balón por parte del local. Esperanzado de no recibir una goleada.

Cuando el tablero electrónico marca 10 minutos todo el Camp Nou corea el nombre de Messi; homenaje y mimos para la renovación. Y un minuto después, apelando a esa energía, viene la confirmación del ídolo-mito.

Una pelota robada por él en la mitad de la cancha, un pique endiablado hasta el área y un globito por arriba de Sirigu. Habían pasado 13 minutos desde el 500 del Bernabéu. A Messi le duran poco sus propios récords.

No se le ocurrió una mejor forma de agradecer el homenaje popular.

Al promediar el primer tiempo, el monólogo blaugrana se hace eterno, aunque no crea opciones reales de gol. La lluvia mansa aprieta y acompaña la tonada de la grada de animación. Hasta que Messi roba una pelota y con su tiro apenas desviado arranca una ovación. A continuación se produce “el milagro”: André Gomes de volea mete el segundo, a los 30. Y la tribuna que muchas veces lo silbó, grita su gol y le regala un aplauso. Partido encaminado, hoy no veremos a Luis Suárez.

Tras el descanso, Busquets pierde una pelota en el medio de la cancha por querer jugar de lujo con Messi y al intentar recuperar la jugada derriba al jugador navarro a la entrada del área. De ese tiro libre nace un gran gol de Roberto Torres, por encima de la barrera. Nadie se asusta en el Camp Nou, pero el Barcelona sigue recibiendo anotaciones.

Dos minutos después, Sirigu frustra el primer gol como blaugrana a Mascherano con una gran atajada tras un cabezazo. En la réplica, Ter Stegen impide el empate después de otra fusilada de Torres. Despierta el Osasuna, o se duerme el Barcelona.

A Piqué se le niega dos veces el tercero y en el último intento le queda el rebote a André Gomes quien hace su doblete soñado. Apenas van 58 minutos. Y luego, a los 60, la típica jugada de Messi metiéndose por la izquierda y clavándola a la derecha del portero. Es su última jugada y todo el Camp Nou lo ovaciona al ser sustituido. Medio minuto de éxtasis..

Osasuna de oportunidad a que hasta Paco Alcácer cante lotería.

Messi está en la banca, hace frío en Barcelona, la lluvia sigue y muchos creen que ya es suficiente y dejan sus butacas vacías. Pero se pierden otro “milagro”. Hay un penal y la tribuna pide que Rakitic se lo deje a Mascherano. Es su primer gol blaugrana, la noche que Messi ya lleva 502 . Esto es una masacre. Y queda la mitad del segundo tiempo.

Faltando 5 para terminar, Alcácer hace su doblete después de una buena escapada y pone el 7-1. Paradójicamente, el tablero electrónico queda fuera de servicio, empachado de tantos goles.

En primera fila junto al banderín del córner, un uruguayo envuelto en la bandera disfruta del show lamentando que Luis Suárez se haya perdido semejante banquete.

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Foto: Prensa Barcelona.

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