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Se despidió como vivió: en dos colores

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El último ídolo aurinegro, Antonio Pacheco, se despidió ante su gente en el Campeón del Siglo con un partido con amigos y varias sorpresas más, con un espectáculo musical incluido.

Todo fue muy fuerte”, le dijo Antonio Pacheco a Ovación, cuando la noche se apoderaba del Campeón del Siglo y su partido despedida llegaba al final. “No tengo palabras, no las encuentro para explicar lo que siento. Esto fue demasiado para mí”, siguió con su hijo mayor Benjamín colgado de sus brazos. El niño se había dado el gusto de anotar dos goles al final del partido, obviamente con la complicidad de los amigos de su padre.

“Tuvimos la suerte de juntar a las glorias que han escrito la historia maravillosa de Peñarol. Uno simplemente ha jugado y ha intentado dar siempre el máximo. Soy un agradecido a la vida que me dio la posibilidad de haber jugado en Peñarol”, explicó el último ídolo carbonero cuya despedida fue más que nada una fiesta amarilla y negra.

Es que en su último partido Pacheco estuvo acompañado por sus amigos y compañeros más queridos, todos de Peñarol. Y de ellos también disfrutaron los hinchas, que estuvieron en muy buen número en el Campeón del Siglo para agradecerle a “Tony” tantos goles, tantas alegrías y tanto amor compartido.

“Colmó mis expectativas, fue demasiado. Ha sido un día muy especial para mí, me han vuelto a llenar el alma”, agregó Pacheco refiriéndose a los hinchas que agotaron las entradas de la tribuna popular, la Cataldi, para homenajearlo.

La emoción comenzó temprano para Pacheco. Cuando se bajó del ómnibus que lo trajo desde el hotel Regency, donde compartió el almuerzo con los futbolistas que iban a participar de su fiesta. “No te vinimos a despedir ‘Tony’, porque vos no te vas a ir nunca de nuestros corazones”, le dijo una señora y las lágrimas afloraron por primera vez en la tarde en los ojos del hombre que llegó siendo un niño al club y que se ganó un lugar en el equipo de Primera División a fuerza de calidad.

La tarde comenzó con homenajes para el ídolo. El primero, que tuvo lugar en la intimidad del vestuario, fue de los funcionarios de Los Aromos, que no dejan de extrañarlo. Luego, ya en la cancha fue el turno de la Peña de Pan de Azúcar, que lleva su nombre, de la hinchada del club y de la propia institución.

Unos minutos antes Pacheco había salido a la cancha bajo una lluvia de papelitos amarillos y negros, provocando el delirio de su gente. Recorrió una pasarla formada por todos los futbolistas que iban a jugar su último partido. Ellos ya habían sido presentados uno a uno, y esto también hizo las delicias de los hinchas. Fernando Morena, Gregorio Pérez, Pablo Bengoechea, el “Lolo” Fabián Estoyanoff, Carlos Bueno, Darío Rodríguez, Marcelo Zalayeta, Damián Macaluso y el “Canario” Olveira fueron de los más aplaudidos.

“Tony” jugó los primeros 30 minutos de su partido con la camiseta amarilla del equipo de sus amigos, dirigido por Gregorio Pérez. El otro equipo, con la camiseta rayada de Peñarol, era conducido por Mario Saralegui. Bastaron seis minutos para que el público volviera a gritar un gol de Pacheco, claro, su conquista contó con la complicidad de sus compañeros. Y habría lugar para otros dos goles suyos en el primer tiempo.

En el entretiempo se recorrieron los momentos más importantes de la carrera de Pacheco en Peñarol: su niñez, el Quinquenio, los goles clásicos, la tristeza de cuando se tuvo que ir del club y encontró cobijo en Wanderers; la fractura y su regreso. Y para cada momento tuvo a un amigo que lo acompañara: Morena, Gregorio, Bengoechea, Maximiliano Olivera.

Pero él no fue el único homenajeado, Pacheco quiso distinguir a otros ídolos del club y tenía medallas preparadas para Morena, Bengoechea, Darío Rodríguez, Gregorio, Martin García, Nicolás Rotundo, Carlos Aguilera, el “Tito” Gonçálvez, Eduardo Pereira, su esposa Valentina y sus hijos.

“Tony” quiso también, que en el segundo tiempo, Bengoechea y Zalayeta cambiaran de equipo con él, para que se despidieran jugando con la camiseta de Peñarol.

Al final tuvo que hablarle al estadio, y no le resultó fácil. Le agradeció a la hinchada, la más maravillosa del mundo según dijo y les contó cuánto los había extrañado cada fin de semana.

AMIGOS DE PACHECO 6 -8 PEÑAROL

Primer tiempo:

Amigos de Pacheco: Eduardo Pereyra, Matiás Agurirregaray, Oscar Aguirregaray, Nicolás Rotundo, Darío Rodríguez, Pablo Bengoechea Eduardo Da Silva, Pablo, Ruben Paz, Antonio Pacheco, Fernando Morena, Gabriel Cerdrés.

DT: Gregorio Pérez.

Peñarol: Claudio Flores, Luciano Cafu Barbosa, Nelson Olveira, Joe Bizera, Richard Núñez, Sergio Orteman, Gustavo Reherman, Fernando Correa, Fabián Estoyanoff, Marcelo Zalayeta y Juan Manuel Olivera.

DT: Mario Saralegui.

Segundo tiempo:

Amigos de Pacheco: Oscar Ferro Marcelo De Los Santos, Oscar Aguirregaray, Enrique De Los Santos, Gonzalo De Los Santos, Darío Rodríguez, Walter Surraco, Federico Magallanes, Omar Pérez, Diego Rossi, José María Franco.

Peñarol: Gastón Gurucega, Nahitan Nandez, Damián Macaluso, Carlos Valdez, Maximiliano Olivera, Gabriel Cedrés, Pablo Bengoechea (Nicolás Rotundo), Andrés Martinez, Ruben Pereira, Marcelo Zalayeta (Martín Rodríguez), Antonio Pacheco y Carlos Bueno.

*También ingresó Benjamín Pacheco (hijo del Tony)

Goles: A. Pacheco (x4, tres con un sus amigos y uno con Peñarol), Estoyanoff (P), Morena (AP), Correa (P), Magallanes (x2) (AT), Carlos Bueno (P), Andrés Martínez (P), Benjamín Pacheco (x2) (P) .

Árbitro: Darío Ubríaco.

**También estuvieron presentes, sin jugar, Nelson “Tano” Gutiérrez, Carlos Pato Aguilera y Martin García.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Antonio Pacheco en su despedida. Foto: Fernando Ponzetto.

PEÑAROLSILVIA PÉREZ

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