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Un estilo para recordar

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Jorge Sampaoli, seleccionador de Chile. Foto: Reuters.
HENRY ROMERO

El primer título de Chile llevará siempre el apellido Sampaoli: un técnico que construyó un campeón.

La Copa América 2015 ya es un recuerdo. Un torneo al que las selecciones sudamericanas acudían más potentes que nunca y eso invitaba a soñar con que el campeón llevaría el apellido de una de sus figuras. ¿Sería la Copa de Messi? ¿El renacer del Brasil de Neymar? ¿El torneo de Cavani en ausencia de Suárez? ¿El de la Colombia de las estrellas?

Terminó siendo la Copa del Chile de Sampaoli. Porque, a pesar de referentes como Alexis o Vidal, el éxito del primer título chileno ya quedará para siempre marcado, tanto en el país como en el continente, con el nombre del técnico argentino. Excéntrico, metódico e incluso obsesivo, Sampaoli siempre se consideró un estudioso de los métodos de Marcelo Bielsa. Cuenta la leyenda que son muchas las horas que el aprendiz pasa oyendo una y otra vez los audios de las conferencias de prensa de su maestro.

El paso del actual técnico del Marsella por Chile (2007-2011), dejó el germen de una forma de jugar que no supo desarrollar Claudio Borghi, pero sí Sampaoli, que venía de enamorar al público con su Universidad de Chile, campeón de la Sudamericana. Él sí que supo explotar tanto la herencia de Bielsa como la talentosa generación de jugadores chilenos que apareció.

En ellos encontró a los pupilos perfectos para inculcar su propia versión del "estilo Bielsa": juego de toque radical, agresivo y directo y fuerte presión a la hora de robar la pelota para tratar de ser el dominador constante a través de la posesión. Eso es lo que le permitió a esta selección poder lograr su primer título, y lo que por otro lado hizo héroe nacional a Sampaoli. ¿Cómo iban a lograrlo si Alexis no anotaba los goles que se esperaban de él? ¿O cuando el accidente de Vidal truncó su gran arranque?

La respuesta resultó sencilla: teniendo un Bravo firme bajo el arco, un Medel duro en el centro de la zaga, un Isla que tan pronto está en el área rival como en la suya, un Valdivia que al fin vio cómo su físico acompañaba a su talento, un Vargas con la pólvora seca... Sampaoli logró lo que cada entrenador busca para su equipo: convencerlo de tal manera de una idea de juego que las ausencias de sus referentes, o sus días flojos, no afecten al rendimiento general, ya que si todos actúan en bloque y con sus roles bien claros, el héroe de cada partido puede rotarse. Esa clave del éxito es la que hará que, de aquí en adelante, este campeón sea recordado como el Chile de Sampaoli.

Resulta tan curioso como anecdótico que este título lo haya logrado ante otro de los alumnos aventajados de Bielsa: Gerardo Martino. Más comedido, más prudente y mucho menos radical a la hora de imponer su estilo, vio cómo se le escapaba su segunda final al hilo. Quizás porque resultó el menos loco de los aprendices del "Loco".

El método Sampaoli terminó dando frutos.

Chile sabía que esta era su oportunidad y debía aprovecharla. La aparición de una generación talentosa de jugadores coincidió con la llegada de Marcelo Bielsa y de ahí comenzó a germinar una filosofía de juego que después heredó Jorge Sampaoli, dispuesto a exprimirla como vía para llegar a la gloria. "Sólo jugando así ganaremos a los grandes", insistía el técnico argentino cada vez que su radical estilo de toque fue puesto en duda. El tiempo le terminó dando la razón. Chile logró su tan anhelado primer título y en eso no hay debate, como tampoco lo hay en que fue el equipo que jugó mejor y con más regularidad. Aunque quizás se echó en falta algo más de protagonismo de Alexis Sánchez por ser la máxima estrella, anotó con clase el penal decisivo. En su lugar brillaron Vargas, Vidal, Valdivia, Medel o Bravo, cada uno cumpliendo bien con su papel. Sin embargo, todos ellos lograron el éxito gracias al estilo colectivo que les inculcó Sampaoli.

Jorge Sampaoli, seleccionador de Chile. Foto: EFE.
Jorge Sampaoli, seleccionador de Chile. Foto: EFE.

GRANDES MOMENTOS Y ESTRELLAS QUE DEJÓ CHILE 2015.

Las atajadas de Ospina.

La imagen final del duelo de cuartos entre Argentina y Colombia terminó siendo Tévez al convertir el penal definitivo en la tanda, pero nadie olvidará que los cafeteros llegaron a esa instancia gracias a las increíbles atajadas que hizo el arquero David Ospina. La mejor fue una espectacular volada desde el suelo ante un cabezazo de Messi que parecía un gol hecho.

El Paraguay de Díaz.

El técnico argentino Ramón Díaz preparó un equipo sólido y combativo que, salvo el derrumbe ante Argentina en semifinales, supo plantar cara a todos sus rivales. En especial destacaron dos partidos: la remontada del debut, precisamente ante la albiceleste, a la que igualó tras ir perdiendo por 2 goles; y la épica victoria en los penales ante Brasil en cuartos.

Salió el mejor Pastore.

Siempre se lo vio como un atacante sobrado de talento pero demasiado irregular para consagrarse. Sin embargo, Pastore completó su buen final de año con PSG con una gran Copa América. Martino lo colocó en una posición intermedia, detrás del ataque, y respondió con goles y asistencias, destacando su juego eléctrico ante el de figuras como Messi o Di María.

El Perú de Paolo y Gareca.

A pesar del poco margen que tuvo Ricardo Gareca para trabajar con el plantel tras su reciente llegada al banco peruano, el buen hacer del argentino hizo que los incaicos salieran terceros de América por segunda vez consecutiva. Gran parte del mérito para lograrlo se lo llevó, de nuevo, Paolo Guerrero, máximo goleador también por segunda vez al hilo.

Jamaica fue una sorpresa.

A priori, todo el mundo vio a Jamaica como el invitado débil que participaba a pesar del alto riesgo de salir del torneo con una canasta de goles. Pero nada de eso: los "Reggae Boys" demostraron que no son Honduras o Guatemala y perdieron sólo por la mínima diferencia ante Argentina, Uruguay y Paraguay. Tan sólo les faltó un goleador para aspirar a mucho más.

DT: un reinado argentino.

Esta edición copera confirmó que, en materia de entrenadores, Argentina sigue teniendo un absoluto dominio en el continente. Cinco de los 12 equipos estaban dirigidos por argentinos, así como los cuatro DT que llegaron a las semifinales. Son Sampaoli (Chile), Martino (Argentina), Perú (Gareca), Paraguay (Díaz) y Pekerman (Colombia).

Más emoción que talento.

Es cierto que Chile 2015 no dejó todo el espectáculo futbolístico que se esperaba por la cantidad de estrellas participantes. Los grandes nombres apenas sobresalieron y la mayoría de los partidos fueron igualados y tensos. Y eso mismo fue el resultado positivo de ello: la emoción fue máxima. Muchos duelos definidos por penales y con finales tensos.

Paolo y Vargas, los goleadores.

En esta Copa América 2015 se marcaron más goles que en la de 2011, (59 por 54), aunque ambos torneos quedaron lejos de los 84 alcanzados en la edición de 2007, siendo estas tres últimas las que tuvieron siempre 26 partidos. En esta ocasión hubo empate de goleadores: Eduardo Vargas (Chile) y Paolo Guerrero (Perú) compartirán el trofeo por sus cuatro goles cada uno. El peruano repite, ya que también lo logró en solitario en 2011con cinco dianas. Heredó el reinado brasileño: Adriano (7 goles en 2004) y Robinho (6 en 2007).

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Jorge Sampaoli, seleccionador de Chile. Foto: Reuters.

Copa América 2015JORGE ALDEA

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