Argentina y Paraguay miran hacia la final, con especial atención al arbitraje.

Las diferencias entre las apuestas de Gerardo Martino y Ramón Díaz saltan a la vista al observar los partidos de esta Copa América. Si bien las formas parecen ser opuestas, el objetivo para ambos es el mismo: levantar la copa.

Paraguay y Argentina, que se enfrentan a partir de las 20:30 en el Estadio Alcaldesa Ester Roa de la ciudad de Concepción, buscan el segundo pasaje a la definición de la Copa América, que se disputará el 4 de julio en Santiago.

En el Estadio Monumental, ambas selecciones quieren cortar sequías muy largas. Argentina no logra un título continental hace 22 años, mientras que Paraguay levantó su último trofeo en 1979, 36 años atrás. Pero solo una mantendrá la chance de hacerlo: la que triunfe esta noche.

Tanto Argentina como Paraguay lograron forzosas clasificaciones en cuartos de final. La albiceleste venció a Colombia, mientras que los guaraníes dieron la sorpresa al eliminar a Brasil, ambas en definiciones por penales.

Si bien el estilo futbolístico de estas selecciones es diferente, no se plasma en las estadísticas. Argentina, con un fútbol de propuesta y con foco en el arco rival, tan solo marcó cuatro goles en el torneo. Paraguay, dándole más importancia a su propio arco que al rival y aprovechando su fortaleza aérea, logró convertir cinco tantos hasta el momento.

Las dos selecciones ya se enfrentaron en este torneo, el 13 de junio en La Serena. En un partido que Argentina parecía dominar y que terminó 2-0 a favor de los albicelestes en el primer tiempo, Paraguay reaccionó a tiempo, empató el partido y pudo haberse llevado el triunfo.

De haberlo logrado hubiera sido un hecho histórico, dado que Paraguay jamás le ha ganado a Argentina por Copa América. Se han enfrentado 23 veces por este torneo, con 18 triunfos argentinos y 5 empates.

Martino, conocedor del fútbol guaraní ya que dirigió su selección de 2006 a 2011, apostará a su fortaleza ofensiva para vencer el rudo fútbol paraguayo.

Díaz, que debe solucionar algunos problemas como la ausencia de Ortigoza, apostará a ese fútbol poco vistoso pero efectivo para lograr otro batacazo en esta Copa y obtener ese trofeo que se escapó en Argentina 2011.

El árbitro brasileño, Sandro Ricci, estuvo en medio de la polémica luego del partido entre Chile y Uruguay. En aquel momento se anunció que no arbitraría más en lo que restaba del torneo, pero parece que Conmebol cambió de opinión.

La decisión levanta sospechas, ya que su desempeño en el partido entre trasandinos y charrúas no fue buena.

Sus decisiones serán de gran importancia para esta semifinal, pero también pueden incidir en la definición del torneo, dado que puede dejar afuera a algunos jugadores clave.

Messi, Agüero y Mascherano en Argentina y Valdez, Aguilar y Martínez en Paraguay se perderán la final si reciben una tarjeta amarilla.

Los antecedentes serán una pesada mochila para el árbitro, que si quiere limpiar su imagen deberá tener un partido perfecto.

COPA AMÉRICA