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¿El país de Martínez o el de Zambrano?

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En Ancap yo lideré un cambio cultural excepcional, pero el líder que estaba convencido de que la excelencia de la gestión era fundamental era yo, y quieras o no se perdió la dinámica.

En Ancap yo lideré un cambio cultural excepcional, pero el líder que estaba convencido de que la excelencia de la gestión era fundamental era yo, y quieras o no se perdió la dinámica.

No estoy cuestionando a Raúl (Sendic) lo quiero pila, pero los liderazgos son fundamentales”, con estas palabras el Intendente de Montevideo Daniel Martínez se despachó el domingo pasado en una extensa e interesante nota publicada en El País. A través de ella nos enteramos que Martínez dice ser un hombre “humilde”, y que este 2017 será un año crucial para el gobierno capitalino porque comenzarán a verse obras. ¿Recordará el Intendente que el Frente Amplio gobierna Montevideo desde hace 26 años consecutivos? En 2019, dos generaciones que votarán, habrán nacido bajo administraciones de la coalición de izquierda.
“Ojos y oídos para las necesidades de la gente”, cuenta la periodista Paula Barquet, autora de la nota, que reza un cartel que Martínez hizo colgar en su despacho. ¿A quiénes se refiere? ¿A los trabajadores privados que cuanto más trabajan más los penalizan con impuestos? ¿A los pequeños empresarios que hacen malabares para cumplir con la DGI? ¿O a los miles de empleados municipales que, en un elevado porcentaje, reciben sueldos y beneficios nunca vistos?

La nota transita por una serie de temas que van desde los comienzos de la carrera política del Intendente a asuntos tan cotidianos como el de la basura (ahora resulta que la solución al basural que es Montevideo no llegará en enero como el propio Martínez había anunciado, sino en marzo) hasta su posible candidatura a la Presidencia de la República por el Frente Amplio.

Cuando uno termina de leer, siente una sensación extraña. Una mezcla de incredulidad y por momentos no sabe si el jefe municipal hizo gala de humor negro. ¿Acaso no es un sarcasmo hablar en los términos que él lo hizo sobre Ancap? ¿En qué país vive Martínez? Se puede ser tan poco inteligente para no darse cuenta que el Uruguay y la Montevideo a la que él se refiere, existen solo en su imaginación o en su hemipléjica mirada.

En esa misma edición, El País publicó un extenso reportaje al empresario Gerardo Zambrano. Un exitoso hombre dedicado hace décadas a los negocios rurales y que, una vez al año, generalmente por estas fechas suele formular declaraciones a la prensa en las que dice lo que muchos, muchísimos uruguayos piensan y sienten y no manifiestan.

“El populismo y la falta de educación son argumentos del Frente Amplio para permanecer en el poder”, sentenció Zambrano y más adelante añadió “hoy en lugar de decir festejen uruguayos, habría que decir despierten uruguayos”.

Zambrano no se calló nada, sostuvo que hoy “Vázquez no manda, sino que manda la cúpula sindical a lo que hay que sumar la nefasta mayoría parlamentaria” (…) “Sigue mandando la barra...”

“Para mí la única forma que haya un cambio es que cambie el gobierno. No hay chance que con este gobierno pueda cambiar nada”, afirmó.

Faltan dos años para las elecciones nacionales. Es mucho tiempo o no tanto, depende de cómo se mire. Lo cierto que la izquierda que llegó al poder a nivel nacional en 2005, con ímpetus fundacionales y removedores en un país que salía de la peor crisis económica de su historia, se quedó sin propuestas. O lo que es peor se ha creado un mundo propio en el que todo está bien y en el que en palabras de Martínez su liderazgo es fundamental.

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Diego Fischer

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