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“Operativo quedarse”

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En 1990 con los auspicios de la monarquía castrista y la acción activa del “Partido de los Trabajadores” de Brasil, cuya vanguardia “robolucionaria” integran Lula y Dilma, se celebró en la ciudad que le dio nombre, el Foro de San Pablo. Finalidad: ante la caída de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría, prolongar la vida del comunismo bajo nuevas formas en América Latina.

En 1990 con los auspicios de la monarquía castrista y la acción activa del “Partido de los Trabajadores” de Brasil, cuya vanguardia “robolucionaria” integran Lula y Dilma, se celebró en la ciudad que le dio nombre, el Foro de San Pablo. Finalidad: ante la caída de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría, prolongar la vida del comunismo bajo nuevas formas en América Latina.

Se reunieron entonces 48 partidos políticos y organizaciones del fascismo autodenominado como “izquierda” continental de 14 países de la región. A los que luego se sumarían otros. Desde sus orígenes el Frente Amplio fue miembro de la internacional del dolo allí establecida, que ha saqueado y destruido libertades y economías en los pueblos latinoamericanos caídos bajo sus garras. Estos hechos no tienen la atención que merecen.

El mando del frentismo vernáculo está integrado por organizaciones que desprecian la democracia liberal y la economía libre, únicos instrumentos (enseña la realidad) que han construido experiencias de progreso intelectual, económico y social en el mundo. Seguramente hay muchos ciudadanos uruguayos que de buena fe creen en el cuento del tío del “socialismo”, otros son “vivos útiles” (se los define como “los moderados”) que acompañan porque es la forma que tienen de ganar elecciones y acomodarse y obtener beneficios, pero los que dirigen de verdad al conglomerado aludido son abiertamente afines a la amoralidad marxista y leninista, la que promueven tupamaros, comunistas y socialistas. Todas las atrocidades universales contra la humanidad son su templo y les iluminan en el planeta entero (Gulag, Mao, paredón y horror bolivariano).

En la economía libre el individuo desarrolla su creatividad y esfuerzo para progresar. Y acrece el bienestar colectivo. En las economías socialistas una gavilla reducida, el partido de gobierno, toma al Estado y desde allí se apropia de las libertades y los bienes de la comunidad. Y, al tiempo que los usa en su propio beneficio genera personas que dependen del gobierno para vivir. Así imponen la sumisión popular y la tiranía, destruyendo las libertades públicas y el derecho de propiedad que es fundamento de ellas. El pueblo pasa a depender de los premios y castigos que otorgan los gobernantes “socialistas”.

Un principio del Foro aludido es que la democracia no es un fin para la mejor vida humana, sino un medio a usar para, a través de él, ganar el gobierno y destrozar la república.

En nuestro país el saqueo tributario es plata para “ellos”. Así lo expresan los desastres de la enseñanza, la salud y la seguridad públicos y los robos de Pluna, Ancap, Alas U, el Fondes, las rebajas a las jubilaciones a través de la atrocidad del IASS, etc. Contracara: la plata se la llevan compañeros y amigos. Muestra: designaron 70.000 empleados públicos.

Bajo la mentira de que la OCDE es una organización internacional que cogobierna en nuestro país, hoy preparan la ley de levantamiento de secreto bancario y el uso comercial obligatorio del plástico para la vida diaria. Es solo para incrementar el saqueo. Favorecen a los bancos, que intervendrán en todas las operaciones económicas privadas cotidianas para controlar a la población, violar su intimidad y engordar al infinito la recaudación. Esto sirve para seguir adelante con la inoperancia, con el acomodo y la compra de votos en la que como enmascarados populistas son expertos. Así se funden países y prostituyen democracias. Comprando votos.

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Ricardo Reilly Salaverri

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