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Naufragó el Stellar Daisy

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La tragedia del buque granelero“Stellar Daisy” nos recuerda que la mar continúa siendo un enemigo traicionero y la importancia de la cooperación internacional para enfrentarlo.

La tragedia del buque granelero“Stellar Daisy” nos recuerda que la mar continúa siendo un enemigo traicionero y la importancia de la cooperación internacional para enfrentarlo.

Hasta el momento solamente se han rescatado dos marineros de la tripulación de 24 hombres del buque mineralero de gran capacidad (VLOC) “Stellar Daisy”, naufragado en el océano Atlántico a unas 2.000 millas náuticas de la costa de nuestro país y en los confines del área de la región de búsqueda y salvamento (más conocida por su sigla en inglés SRR - Search and Rescue Region) responsabilidad del Uruguay. La tripulación se componía de ocho marinos de Corea del Sur y 16 de Filipinas.

El naufragio del 31 de marzo debería recordarnos que el océano es un enemigo taimado, siempre alerta a cualquier oportunidad para cobrar un alto precio por nuestra imprudencia o mala suerte.

Los armadores, la firma Polaris Shipping de Corea del Sur, no han dado mucha información sobre lo acontecido. Los expertos advierten que la investigación correspondiente tomará mucho tiempo y que es posible que sus conclusiones no sean demasiado precisas. Sobre todo si se considera la profundidad del lugar donde descansan los restos del mineralero. La causa directa seguramente fue una grieta en el casco. El “Stellar Daisy” fue construido en el astillero japonés de Mitsubishi Heavy Industries como un buque petrolero y botado en el año 1993. Luego fue reconvertido en un granelero especializado en el transporte de minerales. Durante los últimos tiempos navegaba entre el puerto brasileño de Tubarao y China, transportando mineral de hierro. Era un buque de buen tamaño. Su eslora era de 312 metros; manga, 58 metros; tonelaje de registro bruto, 148.431 toneladas; y un tonelaje de peso muerto de 266.141 toneladas. El buque estaba registrado en las Islas Marshall (una de las tantas banderas de conveniencia).

Nuestro país tiene una responsabilidad directa en la situación debido a sus compromisos dentro del marco de la Convención sobre el Derecho del Mar, el Convenio para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (Solas) y, especialmente, el Convenio Internacional sobre Búsqueda y Salvamentos Marítimos, adoptado en Hamburgo de 1979 y ratificado por la ley 15.894 de 1987. La Convención estipula que “todo Estado ribereño fomentará la creación, el funcionamiento y el mantenimiento de un servicio de búsqueda y salvamento adecuado y eficaz”. Solas establece que las partes se comprometen a garantizar la adopción de medidas que exijan la vigilancia de costas y el rescate de personas que estén en peligro cerca de ellas o en la mar. El Convenio de 1979 desarrolla esos principios fundamentales. En nuestro país el organismo responsable por la Búsqueda y Rescate en el Mar es la Armada Nacional. Desde el año 1967 está en operación el Centro Coordinador de Búsqueda y Rescate en el Mar (MRCC Uruguay) que ahora tiene una participación fundamental en los esfuerzos para encontrar sobrevivientes del “Stella Daisy”.

Al cumplir esta tarea, la Armada no solamente ejerce una función humanitaria y hace que nuestro país cumpla con sus deberes internacionales, sino que también proyecta la presencia del Uruguay en una región del océano Atlántico estratégica para nosotros.

Todo lo cual requiere recursos materiales y humanos adecuados y suficientes.

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Juan Oribe Stemmer

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