El Ministerio de Relaciones Exteriores informó sobre el estado de la presentación de nuestro país ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas.

Esta información sugiere que, hace un año, en pleno período pre electoral, el Ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro y el de Defensa Nacional, Fernández Huidobro dieron a la opinión pública información ambigua, en el mejor de los casos o inexacta sobre una cuestión de Estado de enorme importancia. El comunicado responde a las preguntas planteadas, en varias oportunidades, en esta página.

El punto de partida es que la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas designó en el año 2011, una subcomisión técnica para estudiar la propuesta de nuevo límite exterior de por nuestro país.

La subcomisión aceptó, en sus sesiones de trabajo entre el 28 de julio y el 1° de agosto de 2014, los criterios sostenidos por Uruguay para establecer el límite exterior de su plataforma. Pero una cosa es aceptar los criterios para elaborar y respaldar la presentación y otra coincidir totalmente con las conclusiones de esta última.

Nuestro país accedió a nuevos datos en abril de este año que fueron aportados a la subcomisión y esta invitó a una reunión de trabajo para considerar el proyecto de recomendación a ser elevada a la Comisión para su aprobación.

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar) establece un procedimiento de tres etapas que deberán seguir los países costeros que pretendan extender el límite exterior de su plataforma continental.

Primero, el Estado deberá presentar su propuesta, respaldada por los correspondientes estudios científicos, a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental; segundo, la Comisión comunicará a los Estados ribereños sus recomendaciones sobre la propuesta.

Finalmente, el Estado ribereño podrá establecer un nuevo límite "tomando como base tales recomendaciones". Solamente los límites establecidos de acuerdo a las recomendaciones "serán definitivos y obligatorios".

El comunicado de prensa, finalmente, confirma varios hechos importantes.

Primero, la propuesta de nuevo límite exterior continúa siendo estudiada por la subcomisión especializada de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas.

Segundo, nuestro país agregó recientemente información técnica que, como dice el comunicado, "mejorará aún más la posición" uruguaya en este proceso de evaluación.

Al final, la subcomisión técnica analizará los nuevos datos y la propuesta. Recién después, y si entiende que la información aportada por nuestro país es suficiente, elevará su dictamen a la Comisión de Límites.

Pero hace un año, el ministro de Relaciones Exteriores Luis Almagro dio una conferencia de prensa, seguida de un comunicado donde se decía que se habían suministrado "pormenores del acuerdo alcanzado en la Comisión de Límites de la Plataforma Continental, órgano técnico de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), para aprobar la extensión de la jurisdicción de Uruguay de 200 a 350 millas náuticas sobre la plataforma continental del océano Atlántico".

El ministro Almagro incluso afirmó que "el acuerdo con la subcomisión de Límites será ratificado por la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas en el mes de febrero del próximo año" (es decir el pasado febrero).

Ahora ha quedado claro que no hubo un acuerdo para extender el límite, ni la Comisión de las Naciones Unidos emitió ninguna recomendación sobre la propuesta uruguaya. El último informe de actividades de la Comisión de Límites explica que, recién luego de analizar los nuevos datos, la subcomisión técnica "podría estar entonces en condiciones de presentar su exposición" a la Comisión.

Todo lo referente a las relaciones exteriores es un asunto de Estado que requiere la máxima precisión y mesura. Aún más en el caso de un asunto de tanta importancia como la extensión del límite exterior de la plataforma continental. Especialmente, cuando los notables progresos realizados hasta ahora son el producto de una política de Estado instrumentada por sucesivos gobiernos de diferentes partidos políticos.

Las declaraciones de la Cancillería, el agosto pasado, no fueron uno de los momentos más altos de la política exterior uruguaya.

Editorial