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Sobre el Fondes y Alas-U

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Ainicios de 2014 el Fondes (Fondo pa-ra el Desarrollo) había prestado ya alrededor de 70 millones de dólares a empresas compañeras que, en la mayoría de los casos, no devolvieron el dinero en tiempo y forma o, directamente, lo perdieron en inversiones sin rentabilidad ninguna.

Hace algunas semanas desde aquí señalamos cómo el nuevo administrador del Fondes había admitido en una entrevista en el semanario Búsqueda el mal manejo de hecho que había tenido esa institución en tiempos de la administración Mujica. Según lo allí expresado, el Fondes tuvo que terminar por sincerar las cuentas. Se decidió entonces que cerca del 70% de los dólares de capital prestado por el Fondes a ocho empresas, que fueron las que más concentraron la recepción de préstamos, fueran pasados a pérdidas. Allí estuvo el reconocimiento del mayor fracaso.

Sin embargo, quedaba pendiente saber qué ocurriría con uno de los préstamos más grandes de todos: el de 15 millones de dólares para Alas-U. Fue la mayor "velita prendida al socialismo" de las que alumbró Mujica, con la idea de mantener abierta una especie de nueva Pluna, gestionada ahora por algunos de los exfuncionarios de la aerolínea cerrada en 2012. Luego de muchas idas y vueltas y de una campaña de expectativa que implicó sugestivas piezas publicitarias, Alas-U empezó a volar a fines de enero pasado. Pero de entrada presentó varios problemas que llaman la atención porque muestran dificultades en su capacidad de gestión empresarial.

En efecto, por un lado Alas-U empezó a funcionar sin tener aún todos sus aviones habilitados, por lo que paga el alquiler de un avión que no utiliza, abultando de esta manera sus costos mensuales. Por otro lado, trascendió que vende muy pocos pasajes, con una ocupación promedio en el más rentable de los vuelos, Montevideo-Buenos Aires, de menos de un tercio del total. Se podrá decir que la competencia en el sector es feroz, y que las rutas que Pluna había dejado libres ya fueron en su mayoría cubiertas por empresas ya instaladas. Pero en definitiva, esa realidad era bien sabida por todos los actores, gobierno, Fondes y exfuncionarios de Pluna, cuando se planteó el proyecto de la empresa.

En este sentido, como empresa nueva que es en un mercado competitivo, Alas-U precisa fidelizar clientes. Pero esto que es tan elemental tampoco ocurre: si se quiere reservar pasajes para luego de junio de 2016, la página web de la empresa no lo permite. Finalmente, el propio administrador del Fondes comentó que hasta hace poco Alas-U no podía siquiera dar continuidad al puente aéreo con Buenos Aires.

¿Qué consecuencias tiene esta situación? Las mismas que tuvieron la inmensa mayoría de los proyectos apoyados por el Fondes: la empresa solicitó más ayuda al Ejecutivo para poder seguir funcionando, esta vez por un monto superior a los 5 millones de dólares.

La situación es tal que no alcanzó ni siquiera la relativa prudencia de la nueva administración del Fondes, que procuró mejorar sus garantías de cobro, prendando el paquete accionario de Alas-U y documentando la sesión de derechos de cobro sobre la venta de pasajes con tarjeta de crédito. Esta vez también, como casi siempre con los préstamos del Fondes, si no se pone más plata, la empresa se fundirá. Es decir que los 15 millones de dólares ya prestados no serán devueltos.

En todo este asunto del Fondes la lógica frenteamplista ha sido que los más pobres financien a los compañeros empresarios prebendarios. Porque el dinero con el que cuenta el Fondes para tirar manteca al techo no sale de la nada, sino que proviene de las ganancias del Banco de la República que es, como se sabe, el banco que más préstamos populares concede. Así que el gobierno de izquierda administra un banco que entre otras cosas obtiene sus ganancias de prestarle a los que menos tienen y más precisan, como los jubilados de menores ingresos por ejemplo, y luego dispone de parte de esas ganancias para dar préstamos fáciles a empresarios amigos que terminan fundidos a los pocos meses de recibir el dinero.

Ha trascendido que AlasU podría asociarse con una empresa privada. Si es así, ojalá le vaya muy bien. Pero lo que no puede ocurrir es que ponga más dineros públicos en una empresa que hoy emplea a 110 personas de las 750 que trabajaban en Pluna, y que a solo dos meses de estar volando ya está pidiendo 5 millones de dólares más.

De todo esto se trata el Fondes. Esta es su moralidad y eficiencia. Hay que responsabilizar políticamente al gobierno.

EDITORIAL

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