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La Educación en clave de FA

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Los comités de base han desaparecido. Aquellos centros que apostaban a multiplicar la militancia y el voto frenteamplista se apagaron y dejaron de existir. Su lugar ha sido ocupado por el Ministerio de Desarrollo Social con sus planes asistencialistas, que se ha convertido en el motor del conglomerado y le asegura un formidable caudal electoral que crece en la medida que se mantiene esa situación. 

Dependen del apoyo del Estado (el gobierno) para sobrevivir. Se paga a los jefes de familia por no hacer nada y los niños crecen con ese ejemplo. No se les dan herramientas para que crezcan, se desarrollen y se independicen. No se les pide —y menos se les exige— nada a cambio.

La futura titular del Mides va por ese camino. Marina Arismendi ya ha expresado que "la contraprestación lo que hace es culpabilizar, yo te doy esto pero entonces me tenés que cumplir en esto y en lo otro", lo que asegura que todo seguirá igual. Ni siquiera le preocupa que, por lo menos, los niños reciban educación, que no es solo conocimiento para superarse, sino también disciplina para manejarse en la vida. Los condena al ejemplo que reciben de sus mayores y al mismo tiempo los convierte en rehenes del gobierno. Seguirán dependiendo de su "generosidad" o buscarán su independencia económica por la vía fácil, que los convertirá primero en "menores infractores" y luego en inquilinos del Comcar.

El camino largo y trabajoso no es incrementar el asistencialismo, sino acercar a la gente oportunidades de mejorar por esfuerzo propio. Y la única que existe en el mundo tiene como base esencial la educación. Todos creíamos que, cuando Vázquez triunfó en las elecciones, iba a convocar a un gran esfuerzo nacional con la participación de todos los sectores políticos para delinear una verdadera Política de Estado en torno a este dramático desafío. La realidad es contundente y existe una convicción unánime que, la actual enseñanza pública transita una senda equivocada que no soluciona problemas, sino que los agrava. Y que la cuestión afecta a toda la sociedad sin importar cintillos partidarios.

Pero no. Vázquez y el Frente Amplio han optado en dejar las cosas como están (que tan buenos resultados electorales les ha dado) y continuar manejando a su antojo la Educación. La oposición no tiene cabida en este ámbito. La lección del gobierno de Mujica la han aprendido: el senador Larrañaga había logrado un acuerdo con el presidente para impulsar medidas en la Educación a través del representante nacionalista en la ANEP, Daniel Corbo. A duras penas logró que se pusiera en marcha el plan Promejora en 17 centros educativos del país ubicados en el interior, porque los docentes de Montevideo eran intransigentes en su rechazo.

El éxito fue total y pronto se proyectó a 45 centros de estudio. Ninguno en la capital y el enfrentamiento con el gremio fue mayor. La alternativa de Mujica era respaldar el acuerdo o chocar con el corporativismo compañero. La respuesta la dio el mismo Mujica hace pocos días: "Corbo no pudo dejar de ser parlamentario en medio de la enseñanza (…). Así no vamos a ningún lado". La verdad es que fue Mujica quien dinamitó el acuerdo y los esfuerzos de la oposición por mejorar la educación y, peor aun, buscó responsabilizarla de su fracaso.

Vázquez no está dispuesto a cometer el mismo "error" de Mujica y encontrarse con que hay gente en la oposición que quiere mejorar la enseñanza y tiene ideas claras para hacerlo. Si los invitava a tener problemas con los mismos corporativismos compañeros o, lo que podría ser peor para el FA, de repente se promueven cambios que pueden terminar afectando su base electoral. Porque el nombre de Graciela Bianchi estaba cantado y es una figura "peligrosa". Abogada, escribana, profesora de Historia del IPA, fue militante del Frente Amplio desde la primera hora, secretaria del senador Germán Araújo un referente de la izquierda dura, directora del liceo Bauzá entre 1994 y 2005, y luego, con el FA en el poder, prosecretaria general de Secundaria y secretaria del Codicen, de donde se fue (volvió como directora del Bauzá) para "no ser partícipe de la caída libre" de la educación pública y reconocer luego que "acá el problema es general, de Primaria, Secundaria, UTU y formación docente. Hemos fallado absolutamente en todo", dijo en el 2012, cuando se consideraba aún parte del FA.

Bianchi sabe muchísimo de educación, demasiado. Además conoce quién es quién en ese ámbito. Tiene carácter fuerte y son muy numerosos los docentes que comparten sus criterios. Era una verdadera amenaza porque iba a desatar una ofensiva para mejorar la Enseñanza y eso —lo dijo Mujica y lo confirma Vázquez— al Frente no le conviene.

Editorial

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