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Corrupción en Salud Pública

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Es sabido que el sector de Sendic se benefició electoralmente de la campaña institucional de Ancap por aquel entonces. ¿Acaso también lo hizo con la corrupción que benefició a Siemm?

Hay gente que cree que las interpelaciones no sirven para nada: nadie las escucha, la izquierda ha tenido casi siempre resultado favorable asegurado y simplemente desgastan a la opinión en un circo aburrido. Sin embargo, la que llevó adelante el diputado del Partido Nacional Martín Lema al ministro de Salud Pública Jorge Basso, tuvo ya repercusiones importantes.

En efecto, luego del excelente y bien documentado cuestionamiento parlamentario a la política de contrataciones de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), esa administración decidió dejar de trabajar con la empresa de traslados en ambulancia Siemm. Además, el diputado de extrema izquierda Eduardo Rubio ha planteado la conveniencia de investigar más y mejor lo que ha estado ocurriendo en ASSE. Y finalmente, la opinión pública pudo hacerse una cabal idea de este enorme caso de corrupción en Salud Pública.

¿Cómo ha funcionado toda esta trama? Primero, algunos actores de la salud se dieron cuenta de que Salud Pública precisaba mejores servicios de ambulancias. Entonces, en 2011, crearon la empresa Siemm dedicada a dar esos servicios con tres socios titulares: los doctores Marcos García, Rodrigo Barcelona y Federico Eguren. Segundo, en 2013 Siemm ganó una licitación en el hospital de Bella Unión, allí donde García era director y antes lo había sido Eguren. Tercero, seguramente para aparentar prolijidad y no figurar explícitamente de los dos lados del mostrador, García cedió a sus dos socios su parte de la empresa que acababa de ganar la licitación en el hospital que él dirigía.

El sistema funcionó. En 2014 Siemm volvió a ganar licitaciones. En septiembre de ese año el Dr. García dejó su cargo en el hospital de Bella Unión, pero como su vínculo con Siemm seguía siendo muy estrecho, sus dos socios de 2011 le devolvieron un tiempo después su parte de la empresa. De esta forma, la vaca siguió atada y dando leche para todos: con datos oficiales, el diputado Lema informó en la interpelación que, a 2016, Siemm había cobrado al Estado un total de más de 825.000 dólares por brindar sus servicios de ambulancia.

¿Acaso no conocían las autoridades de la salud cómo estaba formada Siemm? Susana Muñiz, actual presidenta de ASSE, sí sabía. En 2011 trabajaba en esa administración y había considerado que la contratación de Siemm debía llevarse adelante. Sin embargo eso no ocurrió, quizá porque a las autoridades ministeriales de ese entonces no les convenció que uno de los tres socios de Siemm fuera también director del hospital de Bella Unión. Así, la habilitación de la empresa demoró más de un año. Siemm recién la obtuvo en marzo de 2013, cuando el Ministerio de Salud Pública cambió de autoridades y fue nombrada ministra… Susana Muñiz.

Pero, según el socio de Siemm, el Dr. Eguren, había otras autoridades públicas que tomaron "participación activa" en la creación de su empresa, además de Muñiz. En sus declaraciones a la investigación administrativa que hizo ASSE, destacó entre otras a Gerardo Barrios, presidente de la Unidad Nacional de Seguridad Vial, y al entonces presidente de la Junta Nacional de Salud, Luis Gallo.

El negocio fue redondo por años: Salud Pública precisaba ambulancias y esta empresa montada por estos tres doctores ganaba las licitaciones sin problema alguno, enriqueciéndose grandemente a costa del dinero público. El chorro se cortó con las repercusiones de la interpelación.

Sin embargo, hay más para investigar. Porque resulta que según denunció el diputado Lema, tanto Eguren como García forman parte de la Lista 711 del vicepresidente Raúl Sendic. Al salir a la luz pública la trama de corrupción que enriqueció a Siemm de forma tan ilegítima como grosera, la pregunta se hace tan evidente como inevitable: ¿acaso el peaje político para tanto favor económico fue que Siemm o sus titulares debían colaborar, por ejemplo, con el financiamiento de la campaña electoral de la Lista 711? Es sabido que el sector de Sendic se benefició electoralmente de la campaña institucional de Ancap por aquel entonces. ¿Acaso también lo hizo con la corrupción que benefició a Siemm?

El tema da para más. Hace unos meses, por ejemplo, la politóloga doña Tota denunció el peligro que significaba que intereses privados ilegítimos financiaran campañas electorales. Si ella fuera intelectualmente honesta, estaría advirtiendo ahora sobre la posibilidad de que eso haya ocurrido en este caso de Siemm y la Lista 711. Empero, se sabe, nada dirá, porque se trata de un caso compañero.

EDITORIAL

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