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ASSE no hace sus deberes

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EDITORIAL

No pasa un día sin que se constate el descontrol de lo que es el buque insignia de la tan vanagloriada Reforma de la Salud promovida en el primer gobierno de Vázquez. El organismo central de la salud pública, cuyo presupuesto anual asciende a US$ 1.000 millones, hace agua por donde de lo mire.

Es muy curioso cómo a la gente del gobierno, llámese Ejecutivo, Legislativo, Administración Central, Ministerios y Entes, parece nublárseles el juicio cuando llegan al poder. La lista es larga y el espacio no alcanza para nombrarlos a todos, pero es característico de esas personas que cuanto más en evidencia quedan su mal desempeño y sus fallas, ya sean laborales o éticas, más se afirman y sacan pecho. Desde un prototipo como Sendic o una novel legisladora que hace jarana sobre su papelón en el recinto parlamentario, por nombrar algunos casos recientes, hasta quien ostenta la Presidencia de ASSE, Susana Muñiz.

No pasa un día sin que se constate el descontrol de lo que es el buque insignia de la tan vanagloriada Reforma de la Salud promovida en el primer gobierno de Vázquez. El organismo central de la salud pública, cuyo presupuesto anual asciende a 1.000 millones de dólares, hace agua por donde se lo mire y, sin embargo, la presidenta se ufana (nadie quisiera ser pasajero de esa nave) de ser su Capitana. Cierto que después de que el Partido Comunista le contestara que contaba con su apoyo, detalle que deja en evidencia que para ella sus obligaciones son hacia su grupo político y no hacia el país, la sociedad uruguaya o, tan siquiera, el Presidente.

La existencia de la Comisión Investigadora que pudo votarse en el corto paréntesis en que el Frente Amplio careció de mayoría en la Cámara de Representantes, la perseverancia de actores políticos de la oposición como el diputado nacionalista Martín Lema —un verdadero sabueso—, el diputado Eduardo Rubio de Unidad Popular y la responsabilidad de la prensa cumpliendo con uno de sus dos principales cometidos, informar a la opinión pública; han hecho posible que esta tenga una más clara consciencia respecto del desmanejo y el abuso, hasta el límite de la corrupción, que campea en ASSE. En esa neurálgica institución en la cual no solo se atienden miles de personas que padecen su mala atención y administración, sino donde se manejan cantidades millonarias de dinero.

La falta de respuestas convincentes escuchadas en la interpelación realizada meses atrás por el diputado Lema al Ministro de Salud Pública Jorge Basso y a la titular, Susana Muñiz, más las numerosas quejas recibidas de parte de los usuarios, llevaron a Rubio a impulsar la creación de la investigadora que fue acompañada por los legisladores opositores. Por otro lado, a diferencia de otras situaciones como la de Ancap, en la que el disparador fue la comisión parlamentaria, lo de ASSE tiene la particularidad de haberse dado primero en el ámbito de la justicia, gracias a la actuación de oficio del Fiscal del Crimen Organizado Carlos Negro.

El negocio de la contratación de ambulancias a empresas pertenecientes a funcionarios del organismo, varios de ellos en altos cargos, como ser, director de ASSE; estar en la dirección de hospitales y no solo del interior remoto, sino del capitalino Hospital Pereira Rossell, y del Hospital Pediátrico del mismo nombre, es un escándalo que no dejará de crecer. Luego de lo descubierto en Bella Unión, Rivera, seguirán investigaciones en los hospitales de Dolores, Mercedes, Soriano, Cerro Largo, donde además de duplicarse el gasto en camas de CTI, hay un importante monto de dinero que se fue en publicidad. En el hospital de Salto se declaró desierta una licitación para ambulancias por estar integradas las dos firmas que se presentaron por empleados del prestador. Esto no impidió, sin embargo, que antes y después de dicho proceso se pagara por traslados, montos millonarios a ambas. El trabajo de la investigadora es muy vasto porque se estudiará a partir de la Reforma, por lo que se citará a la expresidenta Beatriz Silva y al director por los trabajadores, Alfredo Silva, procesado por cohecho, al que ASSE le pagó el abogado. Además de ser montones las irregularidades que demuestran lo mal que funciona el sistema (y aparte de las penurias de los pacientes que es todo un capítulo aparte) muchas huelen muy mal.

El tema medicamentos que todavía no está en la investigadora, da buena idea del relajo. De las 86 farmacias de ASSE, ninguna tiene habilitación de Salud Pública y solo 18% comenzaron el trámite. Es deficiente la supervisión en el almacenamiento, la compra, el control del stock, por lo que no pueden sorprender accidentes como el de los niños a los que les dieron una medicina que les hizo daño. En el área compras del hospital de Colonia, 97% de los gastos han sido observados por el T.C. y una auditoría del 2016 a la unidad de Salto, muestra una diferencia de 2.354 medicinas menos que en el stock real de la web-farma.

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