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Brissa y Bonomi

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@| Las palabras de Bonomi son una falta de respeto, una burla bizarra y absurda, negadora de realidad, demagogia repudiable contra el sentido común, y un insulto a la inteligencia de un ser pensante. 

Si tiene dignidad y ética renuncie; están muriendo como moscas trabajadores y niños y usted no tiene la decencia de guardar silencio.
Es usted un capricho político de una fuerza incapaz de un mea culpa y de reconocer su inoperancia, omisión y negligencia, pensando que hablar de datos falsos, o peor, creyéndose sus propias mentiras, tapa la inseguridad y la vuelve una “sensación térmica”. 

Basta de hipocresía, si cambiaron el Uruguay fue en consumo, no en valores, seguridad, respeto y tolerancia; usted es un claro ejemplo de la inoperancia y la porfiadera partidaria de no reconocer sus fracasos en políticas de seguridad. 

Brisa es otra víctima, no sólo del monstruo que la viola y ultima, sino de una crisis de valores que su fuerza política ha permitido cuando no generado. 

Mi país se ha vuelto irreconocible, y por ganar más o poder tener mejores condiciones económicas, no creo muchos prefiera sacrificar la tranquilidad, la libertad y la seguridad que otrora reinaba, antes de los asalto comando, los motochorros, las bocas, los “colibríes”, los “nini”, la violación y muerte de criaturas, la ejecución de empleados y los “ajustes de cuenta”.
Su gobierno se llenó de policías (cantidad), pero de dudosa reputación y presencia (hasta policías con antecedentes). Les dio mejores sueldos, pero les quitó poder, autoridad, línea jerárquica, respeto social, y hoy, sumado a la justicia garantista, han dado campo fértil a la delincuencia, mientras la gente honesta y laburante que no engrosa estadísticas de violencia, secuestro express, rapiña o ejecuciones, vive tras rejas, alarmas, perros y siquiera va al Estadio donde sus operativos “exitosos” hacen que lluevan garrafas y se suspendan eventos. 

Todos sus dichos: “no usen efectivo”, “no se vistan de tal o cual forma”, “no dejemos cosas donde se vean”, “no se resistan”, etc. son un atentado violento al pudor intelectual y al sentido común. 

¡Por favor, por el bien de mi pueblo, de un paso al costado!

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