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¿Fin de una era?

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Gobiernos del FA

 @| La renuncia a su cargo por parte del compañero de fórmula del Sr. Presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez, pretende ser el final de una etapa dentro del actual período de gobierno del Frente Amplio.

Así se nos quiere vender a los ciudadanos/as de la República Oriental del Uruguay, la cadena de “desaciertos” cometidos por las 3 Administraciones de gobierno del Frente Amplio. Toda la parafernalia esgrimida por sus candidatos en contra de la supuesta corrupción instalada en los gobiernos de los partidos tradicionales ha quedado opacada por sus actos. Las mayorías parlamentarias obtenidas en las últimas 3 elecciones nacionales, les han permitido hacer y deshacer a su antojo leyes supuestamente pergeñadas para “mejorar” la calidad de vida de los uruguayos/as.
}Se creó el Mides, manejado exclusivamente por el PCU para combatir la pobreza, “resultante de las administraciones neoliberales anteriores”. Hasta ahora ha logrado incrementar la burocracia estatal y comprar votos a través de subsidios que determinan la dependencia de sus beneficiarios al partido de gobierno.

Se creó del IRPF para supuestamente mejorar la matriz fiscal haciendo “que quien tenga más pague más”, cuando en realidad se gravó al que gana más. Cuando se decretó la inconstitucionalidad del mismo sobre las jubilaciones y pensiones, rápidamente se creó el IASS para así satisfacer las crecientes necesidades fiscales del gobierno para cubrir los 60.000 nuevos cargos por ellos creados para sus correligionarios. La supuesta rebaja del IVA que esta reforma traería aparejada quedó en un uno por ciento.

Se legisló sobre la reforma de la salud, propulsada por un presidente especialista en el tema. Hasta ahora los usuarios no han percibido ninguna mejora sustancial en su atención, luego de casi 10 años de instalada.
Lo que sí se ha apreciado es que cada vez surgen nuevos casos de “desaciertos” que involucran millones de pesos y una absoluta carencia de controles efectivos sobre su creciente déficit presupuestal. La más absoluta improvisación sobre iniciativas llevadas adelante por la siguiente Administración todavía tiene repercusión en estos días y no se acaban con la renuncia del Vicepresidente. Las pérdidas de ochocientos millones de dólares en Ancap lo involucran – pero no son de su exclusiva pertenencia – porque nunca tuvo tal capacidad de decisión, como cuando quedó demostrado con su reciente renuncia, que un día decía que seguía en el cargo y al otro que lo dejaba, según fueran las directivas de los principales dirigentes de su partido.

Las (des)venturas con Pluna, la regasificadora, Aratirí, el puerto de aguas profundas, los “negocios” con Venezuela nunca fueron un resorte del renunciante Vicepresidente, son de responsabilidad de otros dirigentes de su partido, algunos de los que prefirieron que fuera Raúl Sendic quien apareciera como el exclusivo culpable.

Luego tenemos las declaraciones del Sr. Presidente de la República pontificando sobre la “valentía” de su compañero de fórmula al renunciar. Obviamente fue la “derecha” y la prensa quienes lo “acosaron” sin miramientos. Nada sobre los comprobados “errores” en el uso de las tarjetas corporativas, ni sobre sus dichos de que él renunciaría si el Tribunal de Ética Política del Frente Amplio lo hubiera criticado. Ahora parece que regulará sobre los viáticos otorgados en el Poder Ejecutivo… Si con eso se pretende corregir algo de los excesos incurridos por sus correligionarios, bienvenido sea.

Quizás si quisieran hacer algo en serio, deberían acatar las resoluciones y recomendaciones del Tribunal de Cuentas, que han reiteradamente incumplido basados en sus mayorías parlamentarias, con sus negativas consecuencias que terminamos pagando todos nosotros.

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