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Donaciones especiales

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El 26 de noviembre de 2013 el presidente Mujica firmó el decreto por el cual se elevó el monto total permitido para las donaciones especiales.

El 26 de noviembre de 2013 el presidente Mujica firmó el decreto por el cual se elevó el monto total permitido para las donaciones especiales.

Es de justicia recordar que fue el Dr. Ignacio de Posadas quien planteó la idea al presidente, y también quien persistió hasta la aprobación del decreto. De Posadas había presentado la iniciativa en un evento en el que Mujica expresó que tenía las manos atadas en el tema de la educación y que ningún cambio era posible dado el intrincado nudo de intereses políticos y sindicales existente. También es oportuno recordar que el marco legal habilitante de las donaciones especiales fue sancionado en la reforma tributaria de 2006.

Traigo estas referencias a colación ya que reaparecieron cuestionamientos al régimen de donaciones especiales por parte de una legisladora del MPP, sumándose así a las críticas de otros sectores políticos y gremiales.

Entre los beneficiados del año pasado están los institutos Jubilar, Impulso, Providencia y Francisco. Pero también otras instituciones muy importantes como Aldeas Infantiles y las fundaciones Teletón y Peluffo Giguens.

Seguramente, muchos suponen que son exclusivamente las instituciones privadas quienes pueden recibir donaciones especiales, pero eso no es así, ya que la ley autoriza también a los organismos públicos a ser beneficiarios. De ese modo, el año pasado la ANEP recibió aportes por más de ocho millones y medio de pesos y la Udelar (oficinas centrales) por casi dos. A su vez, varias de sus facultades fueron beneficiadas con contribuciones, y algunas fundaciones dependientes de las mismas, como Manuel Pérez y Julio Ricaldoni. También el INAU, el Instituto Clemente Estable y el Plan Juntos. Las empresas donantes abarcan una gran variedad de rubros, y el origen de sus capitales es tanto nacional como multinacional.

El sistema de donaciones especiales se constituye en un elemento fundamental para el financiamiento de las instituciones de servicio a la comunidad. Estas llevan adelante tareas que benefician a la sociedad y complementan la acción de los organismos estatales. En muchos casos -como el de los institutos educativos- generalmente obtienen resultados mejores que los de sus pares estatales.

Los detractores del sistema aducen que el Estado realiza una renuncia fiscal que lo priva de dinero y que este es más justo y sabio a la hora de canalizar los recursos públicos. Sin embargo, a la luz de la recaudación estatal los montos en cuestión son insignificantes y los resultados obtenidos muy buenos. La injusticia del tema radica en que los beneficios fiscales no alcanzan a la gran cantidad de personas, instituciones y empresas que diariamente contribuyen a las actividades de escuelas, liceos, hogares de ancianos, etc.; es llamativo que institutos estatales con presupuestos en constante crecimiento deban recurrir al aporte de la comunidad para atender necesidades de funcionamiento.

Las donaciones son parte fundamental del financiamiento de las instituciones de bien público, y responden al deseo de las personas de aportar al bienestar de sus semejantes. En el caso de las donaciones especiales lo que se hace es estimular ese comportamiento.

Es un régimen que ha demostrado su utilidad y transparencia y que debe ser defendido y promovido.

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Gustavo Penadés

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