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El tabaquismo: la encuesta planetaria

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Mirada de lejos, la mayor hazaña cultural de nuestro tiempo, ha de ser el control del tabaco.

Mirada de lejos, la mayor hazaña cultural de nuestro tiempo, ha de ser el control del tabaco.

Escribí con orgullo, hace ocho años:

- “No conozco ninguna comprobación referida al resultado del control del tabaquismo, que sea tan asombrosa como la encuesta titulada:

“Comparación de los niveles de contaminación del aire en ambientes cerrados de diferentes lugares de trabajo, en 24 países”. Esta investigación mundial, rigurosa, fue realizada, discretamente, casi en secreto, por cinco instituciones del más alto nivel:

- “Instituto Roswell Park para la Investigación y Tratamiento del Cáncer”, “Departamento de Comportamiento Sanitario”. Andrew Hyland, PhD Mark J. Travers, MS Cheryl Higbee, MPH K. Michael Cummings, PhD, MPH.

- “Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer”, Carolyn Dresler, MD, MPA

- “División de Prácticas de Salud Pública, Escuela Harvard de Salud Pública”, Carrie Carpenter, PhD, MS Gregory Connolly, DMD, MPH

Las instituiciones fueron patrocinadas por:

- “Instituto de Investigaciones de Asistentes de Vuelo (Flight Attendant Medical Research Institute/FAMRI)”; y por el

- “Instituto Nacional del Cáncer de los EE.UU. (U.S. National Cancer Institute/NIH) del Centro Roswell Park Transdisciplinario de Investigaciones sobre el Uso del Tabaco (Roswell Park Transdisciplinary Tobacco Use Research Center/TTURC).

Para conocer el aire en cada lugar (en 1.212 lugares: bares, restaurantes, comercios minoristas, aeropuertos y otros sitios de trabajo, en 24 países dispersos en el mundo, entre el 2003 y el 2006) los investigadores usaron todos los días de la semana a diferentes horas, monitores TSI Sidepak AM510 (de pequeño tamaño, que no llamaban la atención); medían la cantidad de materias partidas en fragmentos menores a 2,5 micrones. (PM2.5). Un micrón es un millón de veces más pequeño que un milímetro.

Las partículas PM2.5 son partículas imperceptibles que se inhalan sin darse cuenta; y se alojan profundamente en los pulmones. Estas partículas son emitidas en grandes cantidades, cuando se quema tabaco; y quedan suspendidas en el aire.

El nivel de PM2.5 en los establecimientos en los cuales se permite fumar es 9 veces mayor que el de los lugares donde no se permite fumar.

En promedio (conclusión muy grave) los niveles medidos en lugares cerrados donde se fuma, sobrepasaron, largamente, en todos los casos, el nivel admitido por la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. (US Environmental Protection Agency/EPA) como nivel no perjudicial para la salud del ser humano.

Estos promedios fueron medidos en cada país y en consecuencia, a cada país se le fijó un promedio PM2.5 para lugares cerrados libres de humo de tabaco y otro promedio para lugares cerrados donde se permite fumar.

La tabla comparativa arrojó resultados inesperados en cuanto a presencia de PM2.5, como por ejemplo:

Índices promediales de contaminación PM2.5, en lugares públicos, cerrados, sin consumo de tabaco: Alemania: 3. Uruguay: 4. Bélgica: 6. España: 6. Venezuela: 13. Francia: 14. EEUU: 22.

Copio textualmente, fragmentos del texto que acompaña a la investigación:

- En Mayo de 2003, los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (World Health Organization) adoptaron el Convenio Marco para el Control del Tabaco (FCTC). El artículo 8 de dicho Convenio requiere el desarrollo de lugares donde no se permita consumir tabaco en los países que lo suscriben.

Específicamente, las naciones firmantes “reconocen que las evidencias científicas han establecido de manera inequívoca que la exposición al tabaco produce la muerte, enfermedades y discapacidades”.

“Irlanda, Noruega y Nueva Zelanda pasaron a ser los primeros países en promulgar leyes globales contra el consumo de tabaco en ambientes cerrados. En el 2006, Uruguay pasó a ser el primer país de Sudamérica que aplicó una reglamentación absoluta en contra del consumo de tabaco en lugares de trabajo, restaurantes y bares. (Hasta aquí la investigación).

La lectura de la encuesta mundial sobre las PM2.5, resulta muy útil en nuestro país, cuando la Cámara de Diputados está llamada, a partir de esta semana, a votar la ley para el Control del tabaquismo, que llega al plenario como un memorable proyecto de 29 artículos, aprobado por unanimidad en la Comisión de Salud de esa Cámara.

Es un privilegio del Uruguay combatir mediante una política de Estado, la peor epidemia voluntaria, el tabaquismo, que enferma sin excepción a los fumadores crónicos; y mata a mitad de ellos.

Con la misma atención que merece la novísima investigación internacional, que hemos referido, será reconfortante repasar los indicadores de la encuesta local realizada por Equipos Mori para la Organización Mundial de la Salud (OMS) en diciembre del 2006. Sus porcentajes están diciendo que la ciudadanía ya resolvió: quiere tener una gran ley para el control del tabaquismo que ahorre tantas muertes evitables (y gastos descomunales en Salud Pública).

Dice la encuesta local: El 80% de los uruguayos, apoya las prohibiciones impuestas por los decretos del Poder Ejecutivo para el control del tabaquismo (100% libre de humo en los lugares públicos cerrados). Aún la inmensa mayoría de los propios fumadores, está de acuerdo con la prohibición (63%). (Nadie quiere entre nosotros, que su hijo sea fumador).

El 94% de los uruguayos considera que los empleados tienen derecho a trabajar en un ambiente libre de humo de tabaco.

El 87% de los fumadores consideró que para las personas que no fuman, la exposición al humo de tabaco ajeno es peligrosa.

El 91% del total, está de acuerdo con que “los derechos de los niños se violentan cuando los adultos fuman en el hogar en su presencia”. De los que son fumadores, el 87% estuvo de acuerdo en este punto.

Otra de las interrogantes a despejar era si los decretos tuvieron o no, un impacto sobre el consumo. Según la encuesta de Equipos Mori, el 71% de los fumadores consume lo mismo que antes, un 19% un poco menos y un 6% mucho menos.

El 52% de los encuestados afirmó sentirse mejor tras la prohibición, y el 34% manifestó sentirse igual. (El PAÍS, 5/12/06).

Llamo a estas proporciones memorables, “porcentaje soberano”; y pienso por eso, que va a ser muy difícil que surjan demoras u oposiciones al texto maestro que ingresó al plenario de Diputados. ¿Quién se animará a votar contra la inmensa mayoría que defiende la salud?

Pese a tan buenas perspectivas, se sabe que las empresas tabacaleras empezaron a moverse para limar las excelencias del proyecto aprobado en Comisión. Pero no se sabe qué significa “empezaron a moverse”.

En todo el planeta, la libertad de matarse o de matar a los demás, por medio de la nicotina y sus agregados, reúne en un haz de pasión, a los fumadores empedernidos, a las multinacionales del cigarrillo y a las feas coimas, capaces de conmover profundamente a los más santos prohombres, que jamás fumaron. Esta humana flaqueza impone discriminar entre los presos de su hábito y los imperdonables que todavía andan sueltos. Conviene distinguir cuidadosamente.” (Fin de 2007)

- Escribo ahora, (2015) ocho años después. La ley para el control del tabaquismo fue aprobada sin el menor problema. Pero no sé qué dirán actualmente, las mediciones. Hubo en los últimos tiempos, descuidos imperdonables en el debido control. El obstinado rigor que destacó en el mundo al Uruguay, por la fuerza de su gobierno y la cultura notable de su gente ¿se mantiene? Sería bueno actualizar las cifras.

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