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Quousque tandem abutere, FA...

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Al empezar su mandato, hace cuatro años, el Presidente Mujica prometió mejorar en primer término “la educación, educación, educación” Y se lo propuso de veras; nadie se compromete así, públicamente, sin estar convencido. Pero el hecho es que Mujica no logró su propósito. La enseñanza pública está peor. Y este fracaso recae sobre él; no tiene la culpa el Presidente, de lo que hace la coalición política que integra, pero la tiene por no convencer a su gente. Los muchos partidos que integran el Frente Amplio, eligieron seguir el camino equivocado que venía de tiempo atrás. y cuanto más se insistió en esa dirección, peores fueron los resultados.
El vice presidente, Danilo Astori intentó cambiar la filosofía en uso, mostrando que el primer fin de la enseñanza no es mejorar la situación de los profesores (un aspecto perfectamente atendible), sino atender ante todo, a la formación de los estudiantes. Pero sus observaciones atinadas no tuvieron efecto. En consecuencia, el Partido Comun

Al empezar su mandato, hace cuatro años, el Presidente Mujica prometió mejorar en primer término “la educación, educación, educación” Y se lo propuso de veras; nadie se compromete así, públicamente, sin estar convencido. Pero el hecho es que Mujica no logró su propósito. La enseñanza pública está peor. Y este fracaso recae sobre él; no tiene la culpa el Presidente, de lo que hace la coalición política que integra, pero la tiene por no convencer a su gente. Los muchos partidos que integran el Frente Amplio, eligieron seguir el camino equivocado que venía de tiempo atrás. y cuanto más se insistió en esa dirección, peores fueron los resultados.
El vice presidente, Danilo Astori intentó cambiar la filosofía en uso, mostrando que el primer fin de la enseñanza no es mejorar la situación de los profesores (un aspecto perfectamente atendible), sino atender ante todo, a la formación de los estudiantes. Pero sus observaciones atinadas no tuvieron efecto. En consecuencia, el Partido Comunista, una fracción menor dentro del Frente, junto a otros grupos políticos aún menos numerosos, determinó la suerte del asunto que más importa, la educación pública, que siguió en manos de la dirigencia sindical más radical.
Triunfaron quienes dijeron que lo peor no es lo peor (desbaratar la enseñanza, no es lo peor para ellos. Lo peor es el sistema capitalista, que debe ser volteado). Este fue el planteamiento que campeó en el tiempo exaltado, anterior a la dictadura.
Pienso en Chile; después de cien años, recién ahora logró superar a la Argentina y al Uruguay en cuanto a educación.
Su ventaja proviene del fin doloroso de Allende. El mal fin de su gobierno, volteado por un gorila, fue un escarmiento que despejó el futuro posterior. Borró al comunismo cuadrado como fuerza política. Recuerdo el reportaje de Sonia Breccia en canal 5, a Carlos Matus, el Ministro de Economía de Salvador Allende:
-- “El Presidente me escuchaba mucho. Tengo el cargo de conciencia de no haber ejercido bien esa función de equilibrio. Las fuerzas que arrastraban a Salvador Allende, eran muy fuertes. Hay que situarse en el contexto: todo estaba marcado: “esto es de derecha y esto es de izquierda”. Cualquier movimiento en ese tablero resultaba inquisicionalmente calificado.”
Éste es el dilema interno que derrota a Mujica en estos días. En Chile, la concertación de izquierda ganó las alecciones cuando la izquierda anacrónica, estaba desecha. Por el contrario, aquí, con pocos votos, prevalece todavía, la izquierda inviable.
Leí un trabajo de Juan Dubra (El País, 19/3/14) que marca un punto de referencia. La concertación chilena fue y es neo liberal:
-- “Una de las “estrellas” de este año en el mercado de economistas recién graduados de su doctorado, es el chileno Christopher Neilson, de la Universidad de Yale. En la investigación que lo posicionó como uno de los mejores de su camada estudió cómo un programa aplicado en su país en el año 2008, cerró la brecha de aprendizaje entre los ricos y el 40% más pobre; cayó desde 55 a 36, una caída de un tercio en la brecha.
En Chile hay pocas escuelas públicas: 70% de la población urbana y 60% del total, asiste a colegios privados. El gobierno le da a cada familia un vale en dinero para pagar el colegio de sus hijos. Los padres tienen libertad de elegir la escuela y los colegios tendrán incentivos para competir en la calidad de su enseñanza.
A menudo se demoniza al sistema chileno por estar basado en escuelas que persiguen el lucro, pero ese hecho importa poco si se ven los resultados educacionales deseados; y las pruebas PISA, lo confirman. Chile tiene los mejores resultados de Latinoamérica en promedios, y también en términos de igualación entre ricos y pobres. Los jóvenes pobres chilenos terminan secundaria mucho más a menudo que los uruguayos y sus puntajes en pruebas estandarizadas son mucho mayores que los de cualquier país de la región. Este es el ejemplo de una política efectiva en educación, que Uruguay ha decidido ignorar. Personalmente me resulta increíble que la educación no sea el tema central de la campaña electoral.” (Hasta aquí, Juan Dubra).
¿Qué hace Mujica después de darse por vencido?
Llama a su Ministro de Educación, Ricardo Ehrlich y le encarga dejar todo como está, pero serenar los ánimos. A un año de culminar su periodo de gobierno, el presidente admite su impotencia; y en vez de cambiar la enseñanza pública, que es un desastre en los barrios pobres, donde vive la mayor parte de los niños y los jóvenes, resolvió no insistir con los cambios y mostrar que lo que está pasando no es tan malo. Tranquilizantes, para un enfermo que no tiene remedio.
El Poder Ejecutivo le encarga a su agente más refinado y capaz, que baje los decibeles del escándalo, en vez de suprimir las causas del escándalo.
Ricardo Ehrlich hace los deberes y muestra mejorías en un reportaje de Daniel Feldman que se publica en Uypress (7/3/14):
-- “En educación, y en los últimos años, por lo menos de 2005 a la fecha, se han logrado avances significativos. Desparejos, insuficientes en muchos casos, pero avances históricos que están marcando un proceso de desarrollo. Tengo un documento con lo que destacamos como los quince principales avances en los últimos años.”
-- Ehrlich compuso una obra de arte de la anestesia: “Hay avances significativos, desparejos, insuficientes en muchos casos, pero avances históricos. La situación no es tan mala como la pitan.
Los estudiantes no son históricos; las instituciones, los son. En su larga serena locución, el Ministro no se refiere ni una vez a la formación de los estudiantes que es lo que interesa; se refiere a la maquinaria administrativa, sin atender a las interrupciones y barullos sindicales que la quiebran.
Admitido que ningún servicio puede ser perfecto, la obligación del Ministro, cuando habla en representación del gobierno, es detectar las fallas, para que se corrijan.
Ninguno de los quince avances a los cuales se refiere Ehrlich, es a favor de los estudiantes. Ninguno de los avances históricos nombrados, le da tranquilidad a los padres de los muchachos que van al liceo de Maroñas donde los aplazados son más de la mitad, el 57%. Ah!... los mejores profesores enseñan en los mejores barrios. ¿Qué se ha hecho para salvar esta flagrante injusticia cultural?
Ningún avance histórico logra que los estudiantes de los barrios pobres, se formen como los estudiantes de Carrasco. La enseñanza pública es peor donde más se necesita que sea mejor. Y al Ministro no le duele esta paradoja. ¿Qué sensibilidad debe adornar a un buen ciudadano para que se rebele contra la discriminación más odiosa? El Ministro tiene la obligación funcional de estar desesperado.
Sobre enseñanza secundaria, dice plácidamente:
-- De pronto, uno de los problemas serios que tenemos es que la enseñanza secundaria está considerada más como una enseñanza pre universitaria, con determinado tipo de exigencias, y tal vez el formato tendría que ser distinto.”
-- Después de tantos años, todavía el ministro no sabe a ciencia cierta, cual debe ser el formato de la enseñanza.
¿Hay alguien que esté trabajando en una reforma; o es una duda de último momento? ¿Refiere al disparate mil veces repetido: Imponerle a los chiquilines recién salidos de la escuela, que atiendan a 13 materias? Ese cambio brusco es un crimen de lesa pedagogía. Y elijo uno, entre diez aspectos que rompen los ojos.

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