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Gravity (Gravedad)

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Bárbaros! ¡Cuánto clientelismo inmoral! Con un pie en la chacra y un renovado “dolce far niente” a la vista, el macaneador y los que se supone mandan, designaron más de 2.000 empleados públicos más. Nuestro país que está a la cabeza de materia adiposa en burocracia estatal en el continente, considerando la cantidad de funcionarios por cada 100.000 habitantes, va cerrando la próspera década perdida de desgobierno con 40.000 burócratas más y marcha despegado en la punta.

Bárbaros! ¡Cuánto clientelismo inmoral! Con un pie en la chacra y un renovado “dolce far niente” a la vista, el macaneador y los que se supone mandan, designaron más de 2.000 empleados públicos más. Nuestro país que está a la cabeza de materia adiposa en burocracia estatal en el continente, considerando la cantidad de funcionarios por cada 100.000 habitantes, va cerrando la próspera década perdida de desgobierno con 40.000 burócratas más y marcha despegado en la punta.

Entendámonos que de esto son responsables todos los sectores del Frente Amplio desde los “radicales” a los “moderados” (perdido el eje del sentido común el sindicato de la administración central festeja, no sabe que cuando el próximo gobierno deba hacerse cargo del muerto, cualquiera sea su signo, los primeros “paganinis” serán sus representados).

Los seudo “moderados”, responsables económicos de la dilapidación de la bonanza advenida en estos tiempos, no tienen fuerza ética como para dar un golpe a la mesa. Son un cuento del tío. Se presentan como sensatos, atraen al voto incauto en la cancha y después arrugan mansamente en la liga. Allí “la pesada” sin mayor afecto democrático y destructora de la economía es la que maneja los hilos de los títeres, a impulsos del neo-comunismo y adláteres.

Si por algo merecen ser recordados los practicantes del cretinismo útil, es por el desastre de Pluna. Ha recorrido las redes el saludo amable del entonces presidente Vázquez con el hoy encarcelado —no por patriota— Campiani. Junto al apretón sonriente viene el discurso de entonces de Astori con el marco de fondo de ese adefesio que en la” refundación nacional” se dibujó para simbolizar el surgimiento de una era nueva, en vez del viejo sol de nuestros símbolos. Tras entregar la “línea de bandera” a sendos piratas, dijo con voz de trueno Astori apoyando la solución propuesta: ”¡Porque las cosas que empiezan bien terminan bien”!

¿Cuántos millones de dólares se fueron y se irán, a un fondo perdido, que pagará Juan Pueblo, por el despropósito de una cáfila de incapaces de gesto engolado? Y de Sendic y Ancap ni hablemos. Más de 30 millones de dólares costará al ente a su cargo la omisión y su responsabilidad hará que la gente toda pague su crédito a una empresa que estaba con bancarrota cierta que imponía su liquidación por mandato de la Ley.Iniciamos hace poco un relato a seguir de por qué no hay aplausos para la gestión frentista. Si el aborto legal lo merece es claro que medio país no lo cree así, si se puede llamar “matrimonio” a la unión homosexual, ignorando a un instituto vinculado milenariamente a la matriz y la maternidad, pudo buscarse al menos otra designación, y si legalizar el “porro” merece plácemes, que lo dé otro, en el marco de la crisis terminal de la educación y el desastre de la seguridad públicas. Lo que menos se precisa es impulsar la “pichicata”.

La película “Gravity “ (“gravedad”), viene de ganar varios Oscares de Hollywood. Su montaje es apabullante. Allí, perdidos en el espacio, incomunicados y flotando en el infinito, se ve a los artistas Clooney y Bullock, sin sentido del tiempo y el espacio. Por asociación de ideas aparece espontáneamente Tabaré Vázquez. Dice que la educación es una maravilla y que la seguridad pública integra un incomprendido Edén.

Y, llama a un consejos de ancianos de la “vieux époque” para que lo aconsejen ¿ Sabrán manejar una “ceibalita”? ¿No estarán afectados por “gravity”?

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Ricardo Reilly Salaverri

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