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Caso Nisman

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Hay hechos que trascienden fronteras. Tienen relevancia universal. Uno de ellos y reciente, es el caso Nisman un fiscal que parece que se suicidó en vísperas de presentar una denuncia grave ante el parlamento argentino, vinculado a una causa que estaba bajo su responsabilidad investigar.

Hay hechos que trascienden fronteras. Tienen relevancia universal. Uno de ellos y reciente, es el caso Nisman un fiscal que parece que se suicidó en vísperas de presentar una denuncia grave ante el parlamento argentino, vinculado a una causa que estaba bajo su responsabilidad investigar.

La situación refiere a un tema complejo, con una trama internacional a la que quienes siguen las noticias conocen por lo trascendido, que -por otra parte- se ha desarrollado en un complejo y largo procedimiento judicial.

Tomando como punto de origen el atentado terrorista a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) ocurrido en julio de 1994, cabe recordar que se trató de un ataque con explosivos a la sede de esta institución en Buenos Aires, Argentina. Hubo 86 muertos y más de 300 heridos. En octubre de 2006, las investigaciones que estaban en parte bajo responsabilidad del fiscal Alberto Nisman, concluyeron en que la responsabilidad del atentado correspondía al gobierno de Irán y a la organización terrorista Hezbollah.

El motivo de la acción terrorista estaba vinculado a la suspensión de un acuerdo de transferencia de tecnología nuclear a Irán. La justicia argentina pidió la captura de siete ex funcionarios iraníes e Interpol dispuso su captura en el ámbito internacional. Irán no ha reconocido la validez del fallo. En la práctica, si los requeridos saliesen de Irán serían apresados y presentados a la justicia argentina.

El fiscal Nisman, tras mostrarse confiado ante la prensa de sus decisiones y denuncia, el día anterior a una comparecencia en el Senado argentino,apareció muerto en su casa, con un tiro en lo que ha sido considerado en primer instancia un suicidio, abriendo numerosas dudas sobre lo realmente ocurrido. Todo adquirió ribetes de mayor complejidad al saberse que la acción del fiscal parece que comprendía una denuncia contra la presidente argentina, Cristina Kirchner, quien públicamente calificó al hecho como suicidio y se rectificó luego, argumentando que había sido un homicidio. Lo más probable es que el caso Nisman deje planteada una duda sobre lo que realmente ocurrió. La carátula de la investigación es “muerte dudosa”.

En medio de los hechos se venía hablando de un acuerdo económico y comercial entre los gobiernos argentino e iraní, que comprendería el cierre de la causa contra los funcionarios persas acusados por el atentado a la AMIA.

Lo que viene de relatarse por sus implicancias ha sido noticia en todas partes del mundo, empezando por los países más influyentes de la comunidad internacional.

Comentarios sobre el acontecimiento podrían ser múltiples. Uno hace a una derivación hacia las relaciones entre estados nacionales soberanos, directamente inadmisible. No es aceptable que una negociación económica derive en hechos de la naturaleza de los citados, con la participación de personas de gobierno, abarcando la muerte y mutilación de seres humanos, ajenos a un conflicto bélico o alguna cosa parecida. Ni que una investigación de fuero doméstico se proyecte a consecuencias como las consideradas.

La actuación del fiscal Nisman, protagonista de un inesperado “suicidio”expresa el tributo que la justicia independiente rinde cuando hay ciudadanos que sin atender temores, llevan su sentido de responsabilidad hasta sus últimas consecuencias.

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Ricardo Reilly Salaverri

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