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Con cara depóquer

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Las lágrimas del economista Fernando Lorenzo conmueven al más beato monje de clausura. Se deben al embrollo armado entre Vázquez, Astori, Mujica y el mencionado — procesado por la justicia penal por el cargo de “abuso innominado de funciones”— más el ex presidente del Banco de la República Fernando Calloia y una pléyade de personajes que ha tenido una virtud: Pluna fue sepultada. “Desplunaron” al país. Y, desplumaron al pueblo, porque en esta sucesión de capítulos de serial televisiva, a la espera de que se cierre el opus, es indudable que el agujero hecho al Estado es más grande que el cañón del Colorado.
Mientras con cara de póquer Lorenzo se persigna, la “maradoniana” mano de Dios ha reaparecido. El grupo astorista de los libres de no se sabe qué y otros agrupamientos afines ( para entender al Frente Amplio hay que hacer un curso de criptografía) lo han nombrado primer candidato a diputado. Con chance cierta de salir y ¡casualidad!: tendrá fueros ante la justicia penal.

Las lágrimas del economista Fernando Lorenzo conmueven al más beato monje de clausura. Se deben al embrollo armado entre Vázquez, Astori, Mujica y el mencionado — procesado por la justicia penal por el cargo de “abuso innominado de funciones”— más el ex presidente del Banco de la República Fernando Calloia y una pléyade de personajes que ha tenido una virtud: Pluna fue sepultada. “Desplunaron” al país. Y, desplumaron al pueblo, porque en esta sucesión de capítulos de serial televisiva, a la espera de que se cierre el opus, es indudable que el agujero hecho al Estado es más grande que el cañón del Colorado.
Mientras con cara de póquer Lorenzo se persigna, la “maradoniana” mano de Dios ha reaparecido. El grupo astorista de los libres de no se sabe qué y otros agrupamientos afines ( para entender al Frente Amplio hay que hacer un curso de criptografía) lo han nombrado primer candidato a diputado. Con chance cierta de salir y ¡casualidad!: tendrá fueros ante la justicia penal.

Está en curso la ejecutoriedad del fallo del procesamiento de primera instancia y tras los mail “Alvarez”, comunicados por un español de tal apellido, dueño de la fantasmal empresa aeronáutica Cosmo a “El País” y la demanda de honorarios contra López Mena de su ex abogado el Dr. Roca, según penalistas, el caso puede derivar en un cambio de carátula del expediente penal, para pasar a titularse “estafa”. Art. 347, Cód. Penal: “El que con estratagemas o engaños artificiosos, indujere en error a alguna persona, para procurarse a sí mismo o a un tercero, un provecho injusto, en daño de otro, será castigado con seis meses de prisión a cuatro años de penitenciaría”. El otro en este caso es notoriamente Juan Pueblo.

De pasar esto, nuestro ex ministro podrá mirar los acontecimientos desde una butaca parlamentaria con sueldo de príncipe y partidas abundantes para gastos. Con impunidad, casualmente.

En el sainete Astori dijo, “Me equivoqué” y Vázquez: “Nos equivocamos”. Siempre en actitud virginal como corresponde a los impolutos de cuna. Ahora, el que no ha sido tan benévolo al juzgar el “desplune” fue el joven y prometedor ex presidente de Ancap, Raúl Sendic. El 23 de julio de 2012, entrevistado por el periodista Daniel Castro, en Telebuendía de Canal 4, Montecarlo, dijo públicamente que Danilo Astori se había equivocado y que “Campiani y todos los que lo trajeron son unos fantasmas”, agregando, “lo digo sin ningún tipo de miramientos”. En la barrida se advierte que marchaban Vázquez, Astori y el ministro de Transporte y Obras Públicas Víctor Rossi. Más tarde, ante el mismo periodista la cosa fue peor porque Sendic sostuvo que: “Los Campiani y compañía decidieron que su negocio fue al final comprar aviones y a su vez, eso fue sobre endeudando a la compañía”.

Todo apunta a que traídos por el gobierno, estos muchachos hicieron un negocio con estímulos económicos, digamos tímidamente, irregulares. Y en verdad, quien cerró Pluna fue Sendic, por el cheque de combustible de casi 30 millones incobrables, y negándole a la empresa el suministro de combustible. Lo de los invocados juicios laborales millonarios en Brasil por Varig, justificando el “desplune” hoy sabemos fue un disfraz de Mujica. No daba para cerrar. Eran dos pesos (los cheques “sendiquianos” los paga Juan Pueblo).Con años y canas y ante la tomada de pelo a la gente, aterrizamos en la emergencia de la seguridad pública:”

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Ricardo Reilly Salaverri

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