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Un problema de diseño

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La difusión del primer informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) debió haber sido un motivo de festejo. Es bueno que el país fortalezca su capacidad de generar instrumentos de evaluación, más allá de lo que aporten iniciativas ajenas como PISA. También es bueno que una voz con fuerte base técnica reconozca problemas y dificultades.

Pero el festejo se vio empañado por varios insucesos. Días antes de la publicación del informe se conoció la renuncia del director ejecutivo del INEEd, Pedro Ravela. Luego se supo que también renunciaba la directora de la Unidad de Comunicación, Leticia Ogues. A partir de entonces empezaron las interpretaciones. Según algunas versiones, la renuncia de Ravela se debió a que el directorio del INEEd habría decidido postergar para después de las elecciones la difusión de un informe cargado de malas noticias. Según otras versiones, el problema estuvo en el contenido del documento (la forma en que se presenta la información y el modo en

La difusión del primer informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) debió haber sido un motivo de festejo. Es bueno que el país fortalezca su capacidad de generar instrumentos de evaluación, más allá de lo que aporten iniciativas ajenas como PISA. También es bueno que una voz con fuerte base técnica reconozca problemas y dificultades.

Pero el festejo se vio empañado por varios insucesos. Días antes de la publicación del informe se conoció la renuncia del director ejecutivo del INEEd, Pedro Ravela. Luego se supo que también renunciaba la directora de la Unidad de Comunicación, Leticia Ogues. A partir de entonces empezaron las interpretaciones. Según algunas versiones, la renuncia de Ravela se debió a que el directorio del INEEd habría decidido postergar para después de las elecciones la difusión de un informe cargado de malas noticias. Según otras versiones, el problema estuvo en el contenido del documento (la forma en que se presenta la información y el modo en que se la analiza). Según otras, las discrepancias giraron en torno a procedimientos.

¿Qué fue lo que realmente pasó? Es probable que nunca lo sepamos. Pedro Ravela negó que haya existido un problema con los plazos, pero no deja de ser cierto que la difusión del informe estaba inicialmente prevista para mediados de año y que la propia renuncia de Ravela se mantuvo en reserva hasta después de las elecciones. También hay rumores de fuertes fricciones personales entre Ravela y la presidenta del Instituto, Alex Mazzei.

Pero lo que importa no es la anécdota, sino percibir que hay aquí un problema de diseño. La Ley 18.869 determinó que el INEEd sea dirigido por una Comisión Directiva de seis miembros. Dos de ellos son nombrados por el Codicen y un tercero por la educación privada. Otros dos son designados por el MEC y el otro por la Universidad de la República.

Esta composición tiene varios inconvenientes (por ejemplo, discrimina a las universidades privadas) pero, sobre todo, viola un principio básico del diseño institucional: para que un sistema de evaluación funcione, el evaluador y el evaluado no deben ser los mismos. En la Comisión Directiva del INEEd, en cambio, la mitad de los miembros son designados por los prestadores del servicio (ANEP y los privados). Esta situación se agrava si, como ocurre hoy, el MEC designa como delegados a personas que tienen el mismo origen.

¿La renuncia de Ravela se debió a que el directorio del INEEd ejerció presiones indebidas? Por respeto a los implicados, no hay que especular sobre eso. Pero el punto crucial es que tal cosa pudo suceder. A la presencia de dos delegados de ANEP se suma que la presidenta Alex Mazzei (que tiene doble voto) fue directora general de Secundaria hasta 2010. De modo que proviene de la cúpula de ANEP. Y las autoridades de ese ente no tenían ninguna razón para generar un conflicto con el gobierno en plena campaña electoral. Si existen dudas, es entonces porque hay un conflicto de interés. Lo mismo ocurriría si mañana la Comisión Directiva fuera acusada de querer aflojar los criterios de evaluación para quitar presión sobre ANEP.

Los buenos diseños institucionales son aquellos que evitan los conflictos de interés y dejan libres de sospecha a quienes ocupan cargos. Haya pasado lo que haya pasado, esta es una buena razón para cambiar el régimen de gobierno del INEEd.

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Pablo Da Silveira

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