Publicidad

El mundo al revés

Compartir esta noticia

Por segunda vez en pocas semanas, el suministro de combustible estuvo amenazado por una huelga. Ahora fueron los transportistas de nafta que pararon porque acusan a Ancap de violar un acuerdo para no dar más autorizaciones a las estaciones para que hagan sus propios fletes. Si, está leyendo bien. Una huelga de unos empresarios privados en defensa de un privilegio corporativo, y en reclamo de que el Estado los proteja de que otros empresarios privados compitan con su negocio. Casi tan absurdo como esta situación fue la reacción de Ancap, cuyo presidente, Raúl Sendic, acordó con los huelguistas que respetará su polémico privilegio. Una situación incomprensible donde el Estado vuelve a ceder a presiones corporativas. Y eso que esta vez provienen del sector privado.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad