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Las “caras nuevas” que esta campaña lanzó a la primera fila

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Como pocas veces, esta campaña electoral ha marcado el ascenso de algunas figuras hasta hace poco ignotas o poco conocidas por el gran público nacional, pero que se proyectan con fuerza hacia el futuro.

Como pocas veces, esta campaña electoral ha marcado el ascenso de algunas figuras hasta hace poco ignotas o poco conocidas por el gran público nacional, pero que se proyectan con fuerza hacia el futuro.

Se trata de figuras que están llamadas a tener un rol protagónico en la política de los próximos años, incluso más allá de lo que terminen mostrando los números finos de la elección. También parece evidente que estamos ante los últimos empujones de algunos protagonistas de la política reciente. Y no solo por un tema de calendario.

El Partido Nacional es sin dudas el que muestra un mayor rango de renovación en la primera línea de juego. Podríamos dividir a estas figuras emergentes en dos categorías, los técnicos y los políticos.

En el primer grupo sería adecuado ubicar a los tres expertos que estarían llamados a liderar las áreas más “picantes” en un eventual gobierno nacionalista. Hablamos de Pablo da Silveira en Educación, Azucena Arbeleche en Economía, y Álvaro Garcé en Seguridad Pública. Ninguno de los tres son estrictamente nuevos en la actividad pública. Da Silveira es un conocido experto en materia educativa, columnista de El País hace años, y con un perfil académico reconocido. Por lo tanto su nombre ya sonaba en el oído de la gente informada, pero desde su rol como operador muy cercano al candidato nacionalista, su rostro y su voz han sido ahora reconocidos por un grupo más amplio de ciudadanos.

Arbeleche tampoco es una figura nueva. Su nombre era conocido en los ambientes económicos y financieros, sobre todo a raíz de su liderazgo en el delicado tema del manejo de la deuda en los últimos años. Pero, de nuevo, se trata de una figura que a partir de esta campaña promete ocupar un lugar bastante más preeminente en la agenda pública. Ni que hablar si Lacalle Pou llega a ganar las elecciones.

Garcé es probablemente el más conocido de los tres. Su pasaje como Comisionado Parlamentario Penitenciario lo ha puesto más de una vez en los informativos centrales de TV. Su aparición en la campaña como eventual ministro del Interior (aunque esto no fue nunca confirmado) lo convierte en una figura central, ya que se trata del tema que más preocupa hoy a los uruguayos, y donde tal vez se exhiben mayores diferencias conceptuales entre el oficialismo y la oposición.

En el “grupo político” hay al menos otras tres figuras relativamente nuevas que destacar. Uno sería el diputado Álvaro Delgado, quien es casi seguro que pasará al Senado en el próximo período, a menos que una victoria de los blancos lo lleve al Ministerio de Industria o a la presidencia de Ancap, sus áreas de influencia. Otro sería el intendente de Florida, Carlos Enciso, operador clave de Lacalle Pou en el frente interno y quien es casi seguro también ingresará en el Senado o a cargos ejecutivos de relevancia.

Si hay una tercera figura política a destacar en esta campaña entre los nacionalistas ha sido Graciela Bianchi. La ex dirigente frentista ha tenido un perfil muy alto en la previa de la elección, y por su modo de actuación seguro lo seguirá teniendo en los próximos años, ya sea desde un alto cargo en la educación o desde alguna banca en el Parlamento.

Frente.

En el oficialismo hay figuras bastante claras de renovación, prontas a tomar la posta de la generación que ha liderado los últimos 30 años, ya que más allá de los resultados concretos sectoriales, es claro que hay grandes nombres que están llamados a ir entonando la retirada, aunque más no sea por un tema de edad.
Entre los nombres “renovadores” se destaca claramente Raúl Sendic. Ex presidente de Ancap, compañero de fórmula de Vázquez, y líder del sector que más ha crecido en los últimos años. Ese sector cuenta además con otras figuras interesantes como el director de ALUR, Leonardo de León, o la doctora Cristina Lustemberg, quien encabezó el programa Uruguay Crece Contigo y tendría un rol clave en un eventual sistema de cuidados, plan estrella de la campaña de Vázquez. Constanza Moreira es otra de las figuras que se muestra como carta de renovación generacional en el oficialismo. Si bien ya fue senadora en este período, y aspira simplemente a renovar su banca, su perfil alto en la interna contra Vázquez, y en la campaña reciente, mostró un estilo que no dejaba a nadie indiferente. En su caso es mucho lo que se juega en esta elección, ya que si confirma su banca es una cosa, pero si no llegara a hacerlo, con los “enemigos” que generó en la interna del FA, es poco probable que le den mucha oportunidad de brillo a futuro.

Otra figura emergente en el oficialismo es el exinspector de Trabajo, y figura clave de la campaña de Vázquez, Juan Ángel Roballo. Proveniente del PDC, Roballo ha tenido mucho protagonismo en el equipo técnico del ex presidente, y hay quienes afirman que en caso de volver a ganar, será su secretario de Presidencia.

Partido Colorado.

Acá la cosa parece más complicada. Es que desde que asumió el control del partido, Pedro Bordaberry ha impulsado una renovación profunda de sus filas, con figuras como los diputados Cardoso (de rol protagónico en el tema de la baja de imputabilidad) y Guarino (en política exterior). A estos se suma ahora el intendente de Salto, Germán Coutinho, a quien el integrar la fórmula presidencial le ha dado un empuje a nivel nacional. Llamativo es el poco destaque que ha tenido en esta campaña otro de los diputados jóvenes y de activa presencia en la última legislatura, Fernando Amado. En cualquier caso, su renovación de banca en la capital parece casi segura, como seguro será que seguirá ocupando lugares centrales en su partido.

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Martín Aguirre

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