Publicidad

Los pactos

Compartir esta noticia

Esta semana el presidente de la República y el ministro Astori repitieron, como una letanía, una frase dirigida a la interna del Frente Amplio: los pactos están para cumplirse. Y amplían el concepto diciendo, para que los más díscolos se enfilen, que esa ha sido la norma en la coalición. Todo a cuento de que el acuerdo logrado entre los sectores frentistas para votar el ajuste fiscal y la rendición de cuentas no logra el consenso en esa bancada y algunos legisladores de izquierda quieren hacerle cambios.

Esta semana el presidente de la República y el ministro Astori repitieron, como una letanía, una frase dirigida a la interna del Frente Amplio: los pactos están para cumplirse. Y amplían el concepto diciendo, para que los más díscolos se enfilen, que esa ha sido la norma en la coalición. Todo a cuento de que el acuerdo logrado entre los sectores frentistas para votar el ajuste fiscal y la rendición de cuentas no logra el consenso en esa bancada y algunos legisladores de izquierda quieren hacerle cambios.

Es una obviedad que los acuerdos cuando son libres y se hacen a conciencia tienen un solo camino: cumplirlos. Sería bueno también que no solo se cumplieran los compromisos asumidos a la interna del Frente Amplio, sino lo más importante que es que se asuman y cumplan los que hacen con la ciudadanía. Porque a decir verdad el “pacto” que exigen cumplir Vázquez y Astori está hecho para violar uno previo que fue el que libre y conscientemente hizo Vázquez en la campaña electoral de no aumentar impuestos y que violará ahora, sin pudor, para lo cual pide que todos acaten.

En la escala de valores debería estar primero el más importante que no es el que asumen los dirigentes confabulados hombro con hombro pa- ra diluir costos políticos entre todos los sectores haciendo lo que dijeron que nunca harían, sino precisamente el que asumieron para juntar votos y que seguramente hizo confiar a varios uruguayos para votar al FA. La teoría del cumplimien-to de los pactos que hace el FA suena obvia, pero puesta con los antecedentes de esa mis-ma fuerza es una farsa que encubre el pisoteo de un compromiso político y público previo donde perjuró que no se aumentarían impuestos.

El único pacto que le conozco al FA que cumplió religiosamente fue el del Club Naval. Ese sí no requirió ninguna presión interna ni llamados a disciplina, todos se sumaron a quedarse calladitos (ese era el pacto) mientras los militares metían preso a Wilson (al que ahora usan impúdicamente en sus propagandas). Cuando lo cumplieron y fueron a la elección con el caudillo preso en un cuartel de acuerdo a lo que estaba implícito y “sobrevolando”, ahí sí les vino la amnesia y dejaron de cumplir lo otro que estaba tan implícito y sobrevolando como lo anterior vinculado a los derechos humanos. El resto es historia conocida, aunque cada tanto conviene recordarla, sobre todo cuando invocan a Wilson como si fueran todos recién nacidos.

Ahora veremos qué pasa con los acuerdos sobre seguridad que estamos haciendo en la Torre Ejecutiva. La sanata aquella de que el aumento de penas no solucionaba la inseguridad, adjudicando a las propuestas del Partido Nacional una descalificación que destilaba menosprecio, quedó por el camino. Esperemos que de boca de un dirigente del FA no se la escuche más porque en presidencia respaldaron con Tabaré Vázquez a la cabeza el aumento de penas en materia de narcotráfico, en delitos muy graves como los homicidios y se analizan en materia de minoridad infractora. Así que se ve que las propuestas nacionalistas eran buenas, o la izquierda se volvió repentinamente de derecha o no había derecha sino buenas ideas, centradas, que los “progresistas” no valoraban.

Lo que acordamos allí para nosotros es un contrato, veremos qué es para el oficialismo. Por aquello de que los pactos deben ser cumplidos. Incluido este.

SEGUIR
Javier García

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad