Publicidad

Ancap, preguntas

Compartir esta noticia

No es que se haya hablado y escrito poco sobre el asunto, pero me queda la sensación de que con tanto ruido se nos pierden de vista algunas cosas bastante elementales.

No es que se haya hablado y escrito poco sobre el asunto, pero me queda la sensación de que con tanto ruido se nos pierden de vista algunas cosas bastante elementales.

Es que provocar un agujero de ochocientos millones de dólares en una empresa, en el Uruguay, no es moco de pavo. Como que genera algunas preguntas básicas y me parece que no se han hecho todas las que corresponden. Así, corremos el riesgo de que ocurra como en Pluna: nada. Menos que nada, en realidad. Fernando Lorenzo, al menos, mostró carácter y sensibilidad.
A las preguntas, pues.

- Primera: el Sr. Sendic, no se dio cuenta de que la empresa que presidía iba derechito a la quiebra? ¿No notó nada especial? ¿Ochocientos millones de dólares perdidos y se le pasó sin sentir una cosquilla? Si fuera así, no hay más remedio que concluir que se trataría de un incapaz. Suena duro, pero es la definición técnica. Tendría que quedar automáticamente excluido de gestionar nada.

Ahora, si no es un incapaz, debe concluirse que expresa y deliberadamente le escondió tamaño desbarajuste a su partido y, sobretodo, a su compañero de fórmula, lo que, necesariamente, constituye una inmoralidad.

¿Incapaz o inmoral?

- Segunda: el Sr. Astori dijo -después que la Investigadora desenterró el cadáver- que lo sabía todo de antes: entonces, cómo es que nunca se lo advirtió a su candidato a presidente? Hagamos abstracción por un momento de las milanesas que largó durante la campaña electoral acerca de lo bien que estaba la economía del país y del negativismo de la oposición. No le cantó la justa a su propio líder y ahí está ahora el hombre, casado con Sendic por cuatro años más, (esto recién empieza).

¿Descuido o …?

- Tercera: ¿O no será que el Dr. Vázquez sí sabía desde siempre y se hizo el sota? Eso explicaría por qué la viene bancando de callado y ni siquiera se animó a echar a los directores de Ancap, lo que era de cajón y esperado por todo el mundo. ¿Mal del pulso, capaz?

- Cuarta: El Cr. Álvaro García es el responsable del monitoreo de lo que (no sé por qué), se siguen llamando “empresas” públicas. ¿No vio que Ancap tenía un agujero cósmico? ¿No miró los balances, tan sonados y controvertidos, que los auditores se negaban a firmar? ¿ A qué empresa en el Uruguay se le caen por el camino ochocientos millones de dólares sin que el controlador pispee?

¿Incapacidad? ¿A ese punto?

Pero si lo vio, ¿cómo pudo seguir tan campante cocinando con el Sr. Astori un presupuesto digno de la Isla de la Fantasía? Otro peludo de regalo, para el país, pero particularmente para sus correligionarios. Vayan chairando para lo que será la primera Rendición de Cuentas: no va a quedar en pie ni una de las promesas y seguridades que hicieron durante la discusión del Presupuesto.

- Quinta: ¿Qué piensan hacer ahora? ¿Una capitalización de papel y endeudamiento, algunos golpecitos en el pecho del Sr. Valenti y, ta? Porque la máquina de perder plata sigue ahí, intacta y, lo que es peor, en manos de los mismos genios.

Mujica -otro fenómeno- ya se consideró cumplido, enmascarando la catástrofe con un poco de su sabio y profundo folklore: “chamboneamos en lo financiero…” Faltó: “¿ta?”.

No, senador y ex presidente Mujica, usted es el responsable último de un pufo épico por ochocientos millones de dólares, que empobrecerá a tres millones de uruguayos, a algunos considerablemente. No es materia para hacerse, otra vez, el ocurrente.

- Sexta: lo de Ancap desafía la imaginación. Descalabrar una empresa que vende un producto esencial, en régimen de monopolio y con el poder del Estado atrás, es para el Guinness, pero al mismo tiempo, ¿será realmente algo tan excepcional en los tiempos que corren? ¿No guarda estrechos vínculos de familiaridad con otros fenómenos, como lo de Pluna, como la incapacidad de dar seguridad, como la mugre de calles y veredas, como el desastre de la educación pública y las enormes carencias de infraestructura o, en definitiva, con la incapacidad de hacer algo práctico y concreto con las responsabilidades de gobierno?

Haber completado diez años de prosperidad recibida y encontrarse con las manos vacías y los mismos problemas, no debería llamar a reflexionar?

¿No es hora de que nuestra izquierda y el Uruguay todo reconozcan que el Frente Amplio tiene -en su DNI diría el Dr. Vázquez- un serio problema de gestión?

- Última: ¿Nadie va a pagar el pato por todo esto? Políticamente, me refiero, porque el pato económico ya sabemos quién lo paga.

SEGUIR
Ignacio De Posadas

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad