La designada Ministra de Economía en caso de vencer en las próximas elecciones el Partido Nacional insiste con una idea esotérica para los parámetros de nuestro elenco gobernante y sus adláteres. Sostiene que un país no se refunda cada cinco años sino que cada gobierno se apoya en la labor de los anteriores. En el caso de la economía lo ejemplifica con dos casos. Por un lado el exitoso canje de deuda realizado en 2003 por el gobierno de la época, que le permitió al país volver rápidamente a los mercados internacionales de deuda. Pese a la oposición del entonces candidato a la presidencia por el Frente Amplio que aconsejaba el default, el gobierno emprendió una dura batalla logró llevar la negociación a buen puerto.

La designada Ministra de Economía en caso de vencer en las próximas elecciones el Partido Nacional insiste con una idea esotérica para los parámetros de nuestro elenco gobernante y sus adláteres. Sostiene que un país no se refunda cada cinco años sino que cada gobierno se apoya en la labor de los anteriores. En el caso de la economía lo ejemplifica con dos casos. Por un lado el exitoso canje de deuda realizado en 2003 por el gobierno de la época, que le permitió al país volver rápidamente a los mercados internacionales de deuda. Pese a la oposición del entonces candidato a la presidencia por el Frente Amplio que aconsejaba el default, el gobierno emprendió una dura batalla logró llevar la negociación a buen puerto.

Los mismos que reclamaron el default en su momento se beneficiaron de la solución del gobierno anterior lo que les permitió obtener financiamiento internacional en condiciones muy favorables para enjugar sus persistentes déficits fiscales.

Otro ejemplo, tiene que ver con las reformas emprendidas también por el gobierno anterior en el sistema financiero luego de la crisis del año 2002. Esas reformas luego se continuaron por parte del Frente Amplio.
Podríamos ir más atrás en el tiempo y citar otros ejemplos de políticas que se implementaron después de la dictadura y que prepararon al país para aprovechar las coyunturas económicas internacionales favorables que se le presentaron en esta última década.

Por ejemplo, en el año 1987 se aprobaron dos leyes fundamentales: Ley de Zonas Francas que aseguraba facilidades tributarias y aduaneras y estabilidad en las reglas de juego para quienes se instalaran en las mismas y la Ley Forestal que proporcionaba estímulos fiscales y subsidios en suelos calificados como de prioridad forestal.
Estas dos leyes junto con el Tratado de Protección de Inversiones firmado con el gobierno de Finlandia en el año 2004 son la base de la instalación de las plantas de celulosa en nuestro país. De más está decir el fuerte impacto que en materia de inversiones y de aumento del PIB que estos megaemprendimientos generan. En el caso de UPM el gobierno del Frente Amplio se benefició tanto de lo primero como de lo segundo.

Podríamos seguir citando: la desmonopolización de los servicios portuarios llevada a cabo en 1992 permitió un formidable desarrollo de la actividad, la aprobación del Marco Regulatorio Eléctrico de 1997 está en la base de la actual instalación de fuentes alternativas de generación de energía.

La ley de inversiones del año 1998 constituyó un marco fundamental para la radicación de inversiones. En muchos de estos casos el Frente Amplio votó en contra de estas leyes, y en algún caso intentó plebiscitar su derogación. Pero lo cierto es que una vez en el gobierno, no solo no las derogó sino que usufructuó de los beneficios que las mismas le proporcionaban al país. Incluso en algunos casos mejoró el marco jurídico existente.

Lo que queda claro es que sería mucho más útil si en lugar de erigirse en pretendidos inventores de la rueda y negar empecinadamente la realidad, los jerarcas del gobierno actual fueran capaces de reconocerla y estar dispuestos a transitar junto con otros un camino de superación y mejora en aquellas áreas en donde todavía tenemos un enorme rezago.