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La marcha popurrí

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Casilda Echevarría
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Por más minúsculos que sean los grupos violentos de mujeres que se congregan ca-da 8 de marzo para celebrar el día internacional de la mujer, empañan lo que debería ser un clamor por quienes sufren día tras día el flagelo de la violencia dentro del hogar.

En el variopinto grupo de mujeres que marcharon por los derechos y libertades de la mujer en aras de lograr un nivel de equidad con los hombres, el dolor de quienes han perdido un familiar o ser querido en manos de un abusador acongojaba el alma.

En medio de un paro inexplicable, el país enlentecía su marcha para hacer reclamos que no merecían tal medida de fuerza. En efecto, otras participantes del 8M, en situación probablemente más cómoda que quienes han sufrido una desgracia personal o de un familiar querido, desfilaban abogando por derechos, básicamente en cuanto a igualdad en el acceso a puestos de poder e igualdad en las retribuciones laborales. Llamó la atención que La República, tres días más tarde, en su edición del 11 de marzo pasado, hizo referencia a datos del INE, según los cuales entre 2004 y 2017 la incorporación al mercado de trabajo ha sido mayoritariamente de mujeres.

El Parlamento, en lo que consideró actuación en el marco de lo políticamente correcto, sancionó la ley de cuota, criticada desde esta columna, con la que no se obtuvo la paridad obligatoria entre hombres y mujeres, pero dio cierta satisfacción a luchadoras por tal derecho. También los representantes del pueblo consideraron que cumplían con el mandato que les fuera otorgado si despenalizaban el crimen contra un niño no nacido por el solo hecho de ser indefenso.

Son muy otros los aspectos que afectan a las mujeres que no están en las primeras filas de combate y cuyas preocupaciones no son puestas de manifiesto en este tipo de actos. Cuántas son las mujeres que por no tener institutos de enseñanza primaria y secundaria de doble horario donde dejar a sus hijos, se ven impedidas de salir a trabajar y obtener un imprescindible ingreso para el sustento de su hogar. ¿Quién manifestó por ellas o en favor de aquellas cuyos hijos han sido capturados bajo el horror de la droga?

Las adolescentes que tempranamente quedan embarazadas no parecen estar alcanzadas por los reclamos de las mujeres del 8 de marzo. Ellas no requieren de cuotas para mejorar su posición social y económica, sino tan solo acompañamiento para poder conservar a sus pequeños hijos. Las dificultades para adoptar niños, que llevan a tantas mujeres a desistir del proceso, tienen como consecuencia que un menor más, quede al amparo del estado sin el cariño de una familia. ¿Cómo es que no se revisa esto ante el fracaso de la última legislación aprobada?

No faltaron las mujeres con carteles que decían Femeninas sí, Feministas no, esto se vio como una provocación por sectores radicales del acto multitudinario; tal parece que la libertad no debe respetarse "tanto" cuando hay quienes piensan distinto y se expresan.

8M día internacional de la mujer, ¿de cuál mujer? ¿La violenta, la intolerante, la irrespetuosa respecto de creencias de otros o el ama de casa trabajadora y silenciosa que destina su vida a educar hijos en el seno de una familia? A este popurrí le falta contenido para representar a La Mujer.

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