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Aplicaciones del intrabajo

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Mejorar el país pidiéndole a los uruguayos que trabajen más, parece ser un acto contra natura. Crear ganancia personal sin fatiga, es el voto que el alma pronuncia. Y sabremos cumplir, sabremos cumplir, sa… Vale la pena investigar un poco. Los franceses, en plena crisis de desocupación, idearon el “partage”: repartir; que cada uno trabaje menos, y así habrá trabajo para todos.

Mejorar el país pidiéndole a los uruguayos que trabajen más, parece ser un acto contra natura. Crear ganancia personal sin fatiga, es el voto que el alma pronuncia. Y sabremos cumplir, sabremos cumplir, sa… Vale la pena investigar un poco. Los franceses, en plena crisis de desocupación, idearon el “partage”: repartir; que cada uno trabaje menos, y así habrá trabajo para todos.

Esto que pienso de la huelga nacional es parecido, pero no necesita que haya desocupación excesiva. Dado que aquí y ahora, el porcentaje de parados es 7%, bastaría mantener ese 7% de la población trabajadora en huelga, para tener pleno empleo. Vale la pena detenerse en el fenómeno “interrupción concertada de tareas”, práctica en la cual los uruguayos han llegado a un alto grado de especialización. El “no trabajo” arroja beneficios inesperados y crea justicia distributiva.

Durante este verano, por ejemplo, pudo haber una huelga en los peajes, extendida a toda la república; se hubiera podido cobrar a todos los autos que pasaran, de manera automática, cargando el importe al pago de la patente; se cobrarían juntos, peajes, multas y patentes sin que nadie muriera, víctima de asaltantes.

En parte alguna y para siempre faltaría una caja fuerte con dos millones de pesos esperando que los roben, como sucedió.

¿Para qué garitas con vigilancia y gente dispuesta a morir o matar? Un programa repetido en cada peaje, basta. Los funcionarios tendrían vacaciones perpetuas, pagas de por vida, sin que el Estado gastara un peso más de lo que paga actualmente. Y siguiendo esta lógica absoluta, con el tiempo, llegaríamos al paraíso con solo seguir este ejemplo: Uruguay país natural y libre del yugo de trabajar.

No te olvides querido lector que “ganar dinero trabajando, se paga con horas de vida.”- como dijo el presidente Mujica.

Lo bueno sería que no fuera necesario cansarse, ni para ir a cobrar. Internet te coloca el sueldo en tu cuenta bancaria, sin correr el riesgo de andar por ahí con plata grande en el bolsillo.

Junto con el descanso manso, de todos (y los grandes ladrones sin saber qué punga practicar) el Estado sería el mayor benefactor creador del no trabajo.

¿Querés escuelas de tiempo completo? Tomá este pendraif gratuito, de dos mil horas de duración, con los cursos completos de Harvard, más los liceos finlandeses y las escuelas de Shangai, todo traducido al español y actualizado cada año, sin perjuicio de poder estudiar inglés, mandarín, alemán o el idioma vasco; francés para las letras; un tráiler con la historia patria de la colonia a nuestros días. Todas y cada una de las materias, dictadas por los mejores profesores del mundo, presentadas en dos versiones: para medio horario y para doble horario según la urgencia o el temperamento de cada estudiante. ¿Cuándo nos vamos a avivar? Sabemos muy bien que trabajar es venenoso.

A su debido tiempo, el programa toma los exámenes, examina las respuestas y califica a cada alumno; y cuando el joven sujeto alcanzó el puntaje exigido, la máquina extiende el respectivo diploma de alcance universal, que es el título habilitante, para ejercer la profesión elegida, en la parte del planeta que le guste más al recibido. El Estado no tiene porqué construir y conservar edificios colectivos (escuelas, liceos y universidades) propicios a las aglomeraciones, donde se contagia la gripe; los estudiantes no tienen que gastar en locomoción; tienen todo en el lugar donde estén.

Es lo más justiciero para los maestros y los profesores uruguayos: que cobrarían sin necesidad de perder tiempo enseñando. Su contribución espontánea al intrabajo hará, de nuestros docentes, verdaderos padres culturales de sus alumnos, que tendrán clases magistrales importadas, todos los días sin excepción. En el nuevo sistema (contrario a la tracción a sangre en enseñanza primaria, secundaria y terciaria), gozarán sin tener molestias, nuestros docentes. Nada de andar exigiendo presencia física. La educación es un ente de pura trasmisión imaginaria. Es ofensivo andar registrando, si un gran profesor local vino o no vino en persona, cuando su misión es exquisitamente inmaterial. Nos queda mucho Carlos Vaz Ferreira por asimilar: educación libre de trabajo y prepararse para una vida llena de vida. El intrabajo lleva a situaciones altamente deseables en el puro ámbito cultural.

Pienso en la angelización del Sunca. Cuando los obreros ya no vendan trabajo y los comerciantes del ramo ya no vendan materiales, se puede producir un shock de abundancia y un derrumbre absoluto de precios. Si todos nos pusiéramos de acuerdo y nadie comprara, el precio de una Ferrari sería un centavo de dólar americano, el mínimo para documentar la operación y no tener problemas con la DGI, al liquidar los impuestos.
Demás está decir que la doctrina que damos a conocer para la desaparición del cansancio, no es viable si el afán consumista prevalece. Hablo de una Ferrari , y no, de echarle nafta. El sistema capitalista prendido burdamente al funcionar de las máquinas, cosifica el alma de las multitudes. Vuelvo a la patria: Lo que se busca es, que nada funcione.

Aquí los paros indefinidos en los servicios asistenciales vienen trabajando las estadísticas. Con las huelgas perladas, ingresa a cada cama de hospital, la vicisitud pendiente de un hilo invisible. Nunca se sabe. Cuando la esperanza de vida baje de 72.2 (que es el promedio actual) a 62.2, el Banco de Previsión Social (BPS) será como una empresa: dará utilidades; tendrá un gasto menguante.

Las enemigas del intrabajo son las ganas de comer. La disciplina de no adquirir, se inculca de a poco; es un esfuerzo hacia la nada.
Por momentos hay, hubo, puede que haya habido índices alentadores del intrabajo absoluto. Pero nadie lo logró. Cuba fue de los pioneros en ese campo, y llegó borrar la ambición. Los cubanos fueron maestros en la creación de la falta de cosas; veneraron la privación que duró en fase creciente, hasta que intervino Barack Obama, Presidente de EEUU, (loca vanidad) que por querer arreglar el mundo, quebró el experimento de un pueblo que iba paso a paso a mantener una huelga de hambre general y para siempre, una era carencial. Cuba pudo superar, la experiencia apoteósica, de la Unión soviética que duró 72 años, cada vez con más hogares, cada vez más desmantelados.

Cuba, demasiado chica y peor gobernada, pudo subsistir, 55 años; hasta que se aprobó la ley de inversiones extrajeras y vimos cómo la isla entera optaba por los sabores canallas de la codicia; renunciaron al dolce far niente y una sed malsana, ingresó con alma y vida en la isla: la lucha entre pobres y ricos, instauró en Cuba el temible mercado libre, que provoca barrios de lata y cartón.

Estamos en el 2015, los empleos repetitivos desaparecerán en 50 años y quienes no estén altamente calificados irán al seguro de paro que será cada vez más parecido a una asignación universal o sueldo sin hacer nada. Nadie se preocupa hoy, por preparar a nuestros estudiantes y trabajadores para un mundo digital, sin proletarios. En pocas décadas, el trabajo no creador será considerado inhumano. Toda tarea rutinaria en oficinas, fábricas o servicios, será abolida, por ser un modo retrogradante, manual.

Lo recomendable, aquí y ahora, es empezar a jubilar en el acto, a todos los adolescentes que dejen de estudiar. Los Ninís, son el futuro.

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Carlos Maggi

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