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Esperan mejores índices de preñeces que el año pasado

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Foto: El País

Las inseminaciones en vaquillonas están mostrando datos muy positivos.

El índice de procreos en bovinos será mejor al de 2017, donde apenas se alcanzó el 70,6% a nivel país. Al menos así lo están mostrando las ecografías de las inseminaciones de primavera-verano de las vaquillonas, al tiempo en el rodeo de cría el índice de celos diarios se incrementó durante diciembre 2016 y en estos primeros días de 2017, donde los toros están trabajando a pleno.

En Treinta y Tres y Cerro Largo, las inseminaciones de vaquillonas "estuvieron un poco mejor que en 2015", afirmó a El País el doctor Pablo Marinho, médico veterinario que es referente en el campo de la reproducción animal en esa zona y habitualmente conforma el Taller Anual de Preñeces Bovinas, impulsado por la especialista de INIA, Graciela Quintans.

En los servicios de primavera-verano de 2016 en bovinos también hubo atraso en los celos —el mismo problema se sufrió en 2015—, pero el año pasado comenzaron en noviembre, cuando en 2015 recién arrancaron fuerte en diciembre. "Hay un pequeño atraso pero mejoró respecto al año pasado", afirmó el especialista.

A su vez, Marinho explicó que "los ganados estaban mejor presentados en el último servicio, por lo que calculamos que las vaquillonas van a quedar bien preñadas, al igual que los ganados solteros".

La buena noticia para el sector es que, según los veterinarios será un año de buena preñez y con cabezas de preñez, es decir, habrá mucho ganado preñado temprano y eso es muy importante, porque se viene de varios años con cola de parición. Esos vientres que terminan pariendo tarde todos los años, son un problema porque cada vez cuesta más volver a preñarlos.

Marinho dijo que, al menos en su zona, a nivel de ganados de con cría, "se comenzó a reportar celo fuerte a mediados de diciembre o enero, en la medida que los campos mejoraron con las lluvias". Diversos trabajos científicos demostraron a lo largo de los años que la presentación de celo regular está directamente relacionada con el estado corporal del ganado y éste con la alimentación.

El profesional estimó que "será un año de preñez aceptable pero con la casa todavía desordenada, porque se sigue arrastrando una cola de parición importante".

En Salto y su zona de influencia, este año los veterinarios notaron más el anestro (la falta de celo regular) en las vaquillonas al revisar los vientres previamente a la aplicación de los programas de inseminación en los predios.

En este caso el doctor Guillermo de Nava aseguró que encontró en 2016 "un porcentaje muy alto de vaquillonas que no habían empezado a ciclar y eso lo chequeamos con otros colegas y encontraron lo mismo". Según la visión de este profesional, otro referente en el sector de la reproducción animal, "es una consecuencia de varias cosas". Por un lado, "un invierno que fue bastante más riguroso que el año anterior en cantidad de heladas, la primavera se atrasó y para mi, también tuvimos un otoño muy complicado en cuanto a lluvias que el ganado sintió bastante. Fue una seguidilla de cosas y ahora las vaquillonas nos pasan factura".

Al igual que en años anteriores, los datos entre predios son muy variables, porque los rodeos son diferentes y también lo son los manejos.

De Nava sostuvo a El País que "los predios donde encontramos menores problemas fueron aquellos que tienen algún mejoramiento forrajero y pudieron destinarlo a las vaquillonas". En la otra vereda, en los escenarios de campo natural que hicieron alguna suplementación con proteína en invierno, "las vaquillonas no respondieron tan bien".

Ahora, más allá de la detección de un mayor número de vaquillonas que no estaban mostrando celo regular, el profesional explicó que lo que va midiendo en las ecografías de las inseminaciones a tiempo fijo (IATF) "están mostrando buenas tasas de preñez, pero en realidad, el número de vaquillonas se redujo en comparación con otros años, consecuencia de que encontramos alto el número de vaquillonas en anestro".

Otro indicador de ese anestro mayor en esta categoría fue que en las revisaciones previas a los programas de inseminación, "siempre encontramos un 3,5% o 4% de vaquillonas preñadas por montas robadas y ese porcentaje se vino al suelo en 2016". De Nava admite que no es que los toros no hayan pasado los alambres, sino que las vaquillonas, al no estar ciclando regularmente, no estaban receptivas a la monta.

En Lavalleja y zonas aledañas, otro especialista en reproducción, el doctor Gabriel García Pintos y presidente de la Mesa de Cría, también aseguró a El País que hay buenos porcentajes de preñez en vaquillonas y que los toros trabajan activamente en el rodeo de cría.

"Fue un año que comenzó con celos tranquilos, luego los campos empezaron a andar y mejoró el nivel de celos, luego se trancó un poco con la seca de diciembre de 2016", explicó.

García Pintos sostuvo que los ganados se acomodaron muy bien a partir de octubre, tanto las vaquillonas como las vacas solteras. "En IATF a tiempo fijo hay porcentajes normales de entre 46% y 56%, para inseminaciones que comenzaron el 20 de octubre de 2016 y que incluyeron un sólo servicio", luego se repasa con toros.

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Foto: El País

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