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Los uruguayos “se fumaron” US$ 453 millones en el año

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La venta de cajillas cayó 8,1% en 2016 frente a 2015 y el precio aumentó

Los uruguayos fuman menos y eso se reflejó en la venta de cajillas de cigarrillos que cayó 8,1% en 2016 frente al año previo, después de haber aumentado 1,6% en 2015 respecto a 2014, según datos de la Dirección General Impositiva (DGI) procesados por El País.

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En 2016, se comercializaron 114.981.025 cajillas de 20 unidades o equivalente (es decir dos cajillas de 10 aparecen contabilizadas como una), el menor nivel desde 2010 (ver gráfico). El promedio diario fue de 314.156. El 86,9% de las 114,9 millones de cajillas son nacionales y el 13,1% restante importadas -el fisco da cuenta de las unidades físicas declaradas por productores e importadores para determinar el Impuesto Específico Interno (Imesi)-.

El mes con mayores ventas fue mayo con 10.687.435 cajillas de 20 unidades comercializadas, a un promedio de 344.775 por día. El mes de menor venta fue febrero con 7.903.806 cajillas y un promedio diario de 272.545.

Aunque se vendieron menos cajillas, los uruguayos gastaron 10,3% más en cigarrillos que en 2015, debido al aumento de precio producido por el incremento del Imesi. Así, en 2016 los uruguayos “se fumaron” $ 12.524,6 millones (US$ 417,7 millones).

Para tener una idea de cuánto dinero se gastó el año pasado en cigarrillos en Uruguay se tomó el precio medio que el producto tuvo durante cada mes del año -según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)- y se multiplicó por la cantidad de cajillas vendidas cada mes. Para llevar el monto a dólares, se utilizó el dólar promedio de cada mes del año pasado.

Las cifras representan un piso y no toman en cuenta los cigarrillos que si bien ingresan legalmente al país no se facturan, como tampoco la mercadería de contrabando.

Tabaco.

Por su parte, en 2016 se vendieron 17.626.396 paquetes de 40 gramos de tabaco para armar cigarros, un 0,2% por encima de lo comercializado en 2015. De todas maneras, eso es 12,1% menos que los 20.059.648 paquetes vendidos diez años antes.
Con la misma metodología para estimar el gasto de los uruguayos en cigarrillos, se llegó a que los uruguayos se gastaron $ 1.066 millones (US$ 35,5 millones) en tabaco para armar.

En total, entonces, el “piso” que gastaron los uruguayos para fumar en 2016 asciende a US$ 453,2 millones. A esto faltaría agregarle el costo de las hojillas (en el tabaco para armar) y lo que se vende por contrabando y/o no declara Imesi.

Impuestos

Tanto los cigarrillos como el tabaco están gravados con el Imesi que se fija como un valor ficto de la cajilla. El gobierno de Tabaré Vázquez ha apostado a incrementar su valor como forma de desalentar su consumo.
De hecho, el consumo de tabaco en Uruguay varió de 35% en 2005 a 22,2% de la población en el año 2014, según las encuestas realizadas por el Instituto Nacional de Estadística.

En 2016, la DGI recaudó $ 6.144 millones (US$ 204 millones) por concepto de Imesi a tabaco y cigarrillos. Eso significa que por Imesi, 45% del producido por la venta de cigarrillos fue a las arcas del Estado. Lo recaudado fue 3,2% menos (en términos reales) que en 2015. A eso debe sumarse el IVA, del que la DGI no discrimina por producto, como sí hace con el Imesi.

Según el Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo (CIET), el Estado gasta $ 15.060 millones (US$ 500,1 millones) al año en enfermedades vinculadas al tabaquismo.

Las enfermedades cardíacas le cuestan al país más de $ 7.364 millones, los tratamientos de cáncer de pulmón $ 4.110 millones. Mientras que para dar respuesta a los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) se destinan más de $ 3.586 millones, había dicho el presidente del CIET Eduardo Bianco a Telenoche de canal 4 el pasado 19 de enero. Al año enferman unas 9.558 personas de EPOC y 6.572 de enfermedades cardíacas, al tiempo que 2.599 personas son diagnosticadas de un cáncer provocado por el tabaquismo. Sólo por cáncer de pulmón mueren 1.183 uruguayos al año, según las cifras manejadas por Telenoche.

La recaudación de Imesi a tabaco y cigarrillos cubriría el 40,8% del gasto en las enfermedades vinculadas al tabaquismo. Por eso, Bianco consideró que debe establecerse una política nacional de impuestos al tabaco y que el incremento debe superar el 30%.

“Un aumentito no sirve. Lo más importante es que el aumento sea significativo y se mantenga en el tiempo”, indicó el presidente del CIET en esa ocasión.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud recomienda que el impuesto aplicado al cigarrillo represente el 75% del precio de la cajilla.

Sin suba.

La política de aumentar impuestos al cigarrillo y el tabaco se vio interrumpida durante buena parte del gobierno de José Mujica.
En febrero de 2010, antes de retirarse del gobierno Vázquez resolvió ajustar el Imesi a los cigarrillos para responder a las tabacaleras que habían rebajado el precio en diciembre de 2009.

Así, el 1° de marzo de 2010, el Imesi a los cigarrillos pasó de $ 28 a $ 38 por cajilla de 20 unidades, con lo que el precio aumentó de entre $ 50 y $ 58 (dependiendo de la marca) a entre $ 60 y $ 68, ya que las tabacaleras trasladaron la suba impositiva al público. A mediados de diciembre de 2009, la tabacalera Abal Hermanos S.A. había bajado los precios de las cajillas de 20 unidades de $ 70 a $ 50.

Durante esa administración, Mujica aumentó el impuesto solamente una vez y fue recién sobre el final de su mandato, el 19 de diciembre de 2014.

Eso llevó que la carga impositiva sobre el tabaco disminuyera y por ende la Dirección General Impositiva (DGI) perdiera recaudación. El Imesi pasó de representar entre 56% del precio de la cajilla en 2010 a 46% actualmente.

La DGI determinó las pérdidas que le produjo en la recaudación de Imesi y también del IVA (que se calcula sobre el precio con Imesi) el hecho de no ajustar el primero de los tributos desde 2010.

Así, sumando las pérdidas netas de recaudación por este concepto en Imesi e IVA en 2011, 2012 y 2013 inclusive se llegó a $ 467 millones (US$ 22,7 millones).

Según señaló el CIET en noviembre de 2015, “lamentablemente, en el período 2013-14, se observó una tendencia al aumento en las ventas de cigarrillos, relacionada con la disminución relativa del precio de los cigarrillos, al perderse el impacto del aumento de precios del 2010”.

Seis de cada 10 está de acuerdo con aumentar los impuestos al cigarrillo

El 61% de los uruguayos está de acuerdo con que se incrementen los impuestos al tabaco y son más, un 83,1%, los que apoyarían esta medida si el gravamen fuera destinado a servicios de salud, según una encuesta realizada por Mercoplus para el Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo (CIET) y divulgada el 7 de abril del año pasado.

Según plantearon los miembros del CIET, el atractivo adicional que tiene el dato de la encuesta es que el gobierno, de concretar un incremento impositivo, podría acceder a una recaudación adicional que podría destinarse, en parte, a los gastos en salud que le implican la enfermedad.

Solo un 15,2% de los consultados por la encuesta se mostró en desacuerdo con un aumento de impuestos y un 23,7% ni de acuerdo ni en desacuerdo. La mayoría (un 74,1%), además, considera que el impuesto debería sufrir un incremento de 70% (un 4,5% cree que debería ser de 50% y 3,9% que debería alcanzar a 30%).

El relevamiento tomó en cuenta a la población urbana mayor de 15 años de Montevideo y las capitales departamentales.

Un dato llamativo del relevamiento es que el apoyo al aumento de impuestos proviene tanto de personas que nunca fumaron como de fumadores. El 43,1% de los fumadores está de acuerdo mientras que entre los exfumadores es un 74,7% los que están de acuerdo en incrementar los impuestos y el guarismo es de 67,6% entre los que nunca fumaron.

Según dijo en abril del año pasado, el economista del CIET Dardo Curti, “el aumento de los impuestos explicó un 80% de la reducción del consumo generalizado” aunque la mayor baja se dio entre las personas de mayores recursos lo que, a su juicio, representa “una desigualdad más”.

Las personas de menores ingresos, sostuvo, han incrementado el consumo de cigarrillos de contrabando y de tabaco, que es más económico.

En Uruguay, según datos presentados por el CIET se producen 6.000 muertes cada año por enfermedades producidas por consumo de tabaco tanto directas como indirectas y 15% de las que se enferman nunca fumaron. Según Curti apelar a un cambio cultural para impactar a la baja en el consumo de tabaco “puede llevar décadas y no podemos esperar a 2050 o 2100”.

PÉRDIDA DE RECAUDACIÓN
FABIÁN TISCORNIA

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