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Pese a cambios, BSE igual perderá por jubilaciones

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Banco de Seguros ya perdió US$ 60 millones este año por rentas vitalicias. Foto: BSE

SISTEMA DE RENTA VITALICIA

Al menos en 2018, según sus estimaciones para nuevo régimen mixto.

El Banco de Seguros del Estado (BSE) evaluó como "insuficiente" el tope de 0,75% a los gastos por administración establecido en la nueva normativa para el cálculo de las rentas vitalicias —jubilación basada en el dinero ahorrado en la AFAP que paga una aseguradora— que informó días atrás el Banco Central (BCU). En línea con esto, el organismo proyecta que en 2018 (cuando entren a regir los cambios) no variará la situación financiera deficitaria que le genera el negocio.

Además, según las estimaciones que realizó el BSE —único actor que actualmente paga rentas vitalicias, tras el retiro de las aseguradoras privadas— no habría perjuicios para los futuros jubilados al menos en los primeros meses del año próximo, ya que hacía más adelan- te es difícil preverlo porque el cálculo está asociado a la evolución de las tasas de interés.

El conjunto de cambios normativos que anunció el regulador, buscan adecuar "los parámetros de actualización actuarial (para el cálculo de las jubilaciones por AFAP) de manera dinámica y previsible" para así lograr "un mayor número de oferentes compitiendo" en el mercado de rentas vitalicias.

Pero las aseguradoras privadas ya plantearon sus "dudas" respecto al tope impuesto y a que sea suficiente para lograr que retornen al negocio, informó El País la semana pasada. Esa comisión que se descuenta al momento de calcular la renta inicial por los gastos de administración y riesgos derivados del contrato, no tenía límite en el borrador difundido a principio de año por el BCU.

"Los técnicos nos dicen que es insuficiente" la comisión para que el negocio sea rentable y el BSE reduzca su déficit, expresó a El País el vicepresidente de la institución, Guillermo Porras. También confirmó que la decisión es aplicar el 0,75% de comisión, máximo que permite la reglamentación, y descartó que se hagan gestiones ante el BCU para modificar el criterio.

Un estudio interno conocido el año pasado marcaba que el BSE debía pagar $ 107 por cada $ 100 que recibía de los clientes dentro del segmento de rentas vitalicias, produciendo un negativo que debiera incrementarse a medida que aumenta el número de jubilados por el régimen mixto.

Porras explicó que hasta septiembre el resultado técnico negativo alcanza los US$ 60 millones de pérdidas y "se incrementará un poco más en los tres meses" que restan aún con los criterios de cálculo actuales. El año pasado ya había registrado un rojo global de US$ 40 millones, que principalmente responde al descalce de moneda que sufre, dado que paga pasividades que ajustan por Índice Medio de Salario Nominal (IMSN) y no hay instrumentos en el mercado que aseguren dicha evolución —para solucionar esto el gobierno envió al Parlamento en agosto un proyecto de ley para crear una nueva unidad y así emitir deuda indexada al IMSN.

El vicepresidente del BSE detalló que los cambios producen "efectos mixtos" sobre las finanzas. Por un lado está la actualización de las tablas de mortalidad y el pasaje a estadísticas unisex que hacen que el monto ahorrado en las AFAP deba dividirse entre un mayor período de tiempo —la esperanza de vida se incrementó alrededor de dos años desde 1996 (hasta ahora se usan las estadísticas de ese año)—, junto a la incorporación de una tabla que refleja la probabilidad de dejar beneficiarios en caso de fallecimiento del titular de la renta.

Esto conduce a que "las reservas de las rentas de vida previsional se van a incrementar (a favor del BSE) según las proyecciones que hicimos a marzo de 2018, pero habrá un efecto contrapuesto de las reservas del seguro colectivo (de donde se pagan los seguros por invalidez, que son la mayor parte de las rentas actuales) porque para las personas con invalidez se usan tablas generales y la realidad demográfica indica que viven menos tiempo", señaló.

Pasividad.

Otro de los cambios definidos por el BCU es que la tasa de interés técnico que se suma al ahorro individual al momento del cálculo jubilatorio (que ahora está fija en 1,5%) pasará a determinarse por una curva de rendimiento a 24 meses de los títulos de deuda asociados al IMSN, que será ajustada semestralmente. Hasta tanto no se concreten esas emisiones, se tomarán como referencia los títulos asociados a Unidades Indexadas (UI) —que ajustan en base a la inflación— aplicándose un arbitraje de 1,7% anual (que refleja la evolución esperada de la productividad y por ende de los salarios).

"Suponiendo un mantenimiento de las tasas en noviembre y diciembre, las jubilaciones generadas (en 2018) con las nuevas tablas y esa nueva tasa estimamos que no tendrán modificaciones" respecto a la situación actual, al menos en los primeros meses del año próximo, ya que luego dependerá "de la evolución de los títulos de deuda", aseguró Porras.

En ese sentido, ya el BCU había sostenido que "el impacto sobre la renta inicial para el promedio de edades de entre 60 y 65 años de hombres y mujeres es prácticamente nulo al momento de entrada en vigencia de estas modificaciones".

El jerarca del BSE informó que las proyecciones realizadas muestran una curva de rendimiento de 2,1% para los meses iniciales de 2018, que supera el actual cargo fijo de 1,5% pero que se equipara al momento del cálculo porque el monto debe ser distribuido en un mayor plazo (porque creció la expectativa de vida).

Menor ritmo por "cincuentones".

Porras dijo que "el ritmo de retiros (laborales) que venía de años anteriores con todos los movimientos generados en torno a los cincuentones se ha retraído un poco", ya que "mucha gente está a la expectativa (de qué ocurre con la solución que analiza el Parlamento) y no se está jubilando". Se trata del grupo de trabajadores que eran menores de 40 años en 1996 y fueron obligados a sumarse al régimen mixto por su nivel salarial, pero al momento del retiro en algunos casos se encuentran con una pasividad inferior a la que recibirían por el sistema anterior. Porras también marcó que si un número relevante de cincuentones se terminan jubilando por el sistema solidario (solo por BPS), esto implicaría reducir las pérdidas para el BSE que no recibiría a esos potenciales clientes.

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