La economía de China creció más velozmente de lo previsto en el primer trimestre debido a que el mayor gasto gubernamental en infraestructura y un mercado inmobiliario en auge ofrecieron impulso a la expansión más alta de la producción industrial en dos años.
El crecimiento de un 6,9% fue el mayor en seis trimestres, y la inversión, las ventas minoristas y las exportaciones de marzo —que superaron los pronósticos— sugieren que la economía china mantendrá un sólido impulso en la primavera boreal.
Los analistas encuestados por Reuters esperaban que la economía se expandiera un 6,8% en el primer trimestre, como en el cuarto de 2016.
No obstante, muchos analistas prevén que la segunda economía más grande del mundo pierda impulso durante 2017, porque Pekín aún depende mucho de estímulos y los motores de crecimiento de la "vieja economía", principalmente la industria siderúrgica y un mercado inmobiliario que se sobrecalienta.
"El gobierno chino tiene una tendencia a depender del desarrollo de infraestructura para sostener el crecimiento a largo plazo", dijeron economistas de ANZ. "La pregunta es si este modelo liderado por las inversiones es sostenible", añadieron.
EN EL PRIMER TRIMESTRE