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Christophersen vio nacer las obras del puerto

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Las obras del puerto de Montevideo, sin duda, fueron seguidas de cerca por los hermanos Christophersen.

MARÍTIMAS

El próximo 23 de noviembre la antigua Agencia Marítima Christophersen Hermanos, hoy Grupo Christophersen, celebrará el 125 aniversario de su fundación en el puerto de Montevideo.

Las obras del puerto de Montevideo, sin duda, fueron seguidas de cerca por los hermanos Christophersen.
Las obras del puerto de Montevideo, sin duda, fueron seguidas de cerca por los hermanos Christophersen.

Más de un siglo de activa y desafiante actividad marítimo-porturia desarrollada por una empresa que actuó entre nosotros como factor estimulante por lo competitivo, en una Montevideo-Nación que comenzaba a mostrar su pujanza y espíritu progresista tras la independencia y jura de la Constitucion en 1830. Fue fundada por los hermanos Christophersen, Pedro y Guillermo, justo al comienzo de un nuevo tiempo tras el fin del imperio, donde el comercio y la industria se recomponían bajo el nuevo signo de la libertad republicana. Fueron inmigrantes, hijos de Europa, que se dieron a la tarea reconstructora de dar nuevos horizontes a estos dos países que eran Argentina y Uruguay, porque ellos también se instalaron en Buenos Aires y en Rosario.

Al principio, según lo dice la historia, la agencia marítima de los hermanos Christophersen se dio a la tarea de venta de pasajes y seguramente también de otros servicios portuarios, ya que todo estaba por hacerse, incluso el nuevo puerto de hormigón que marcaría un hito en América Latina.

Lo cierto es que apenas terminaba el siglo, Christophersen ya tenía la representación de los buques de pasajeros de prestigiosas líneas marítimas, que era el movimiento mayor en los primeros tiempos, junto a los servicios, que las cargas. Por entonces Montevideo ya daba señales de ser un puerto pujante, permanentemente solicitado, repleto de barcos, en el que agentes marítimos, cargadores y los barcos operaban bajo la modalidad de lanchas y remolcador entre barco y tierra, pues aún no había muelles.

En Fray Bentos se había instalado en lo que había sido un saladero, una poderosa industria cárnica germano-inglesa que fue el establecimiento Liebig’s, el que años más tarde fue adquirido por el Frigorífico Anglo. Por el año 1900 los ingleses estaban instalando en la costa montevideana su usina generadora a carbón para suministrar en 1908 energía a los tranvías eléctricos de Montevideo; también las líneas marítimas europeas habían comenzado en 1860 a establecer servicios regulares marítimos entre el continente y Sudamérica, y más concretamente con el Río de la Plata. No le fue difícil a Christophersen Hermanos insertarse en la sociedad portuaria y capitalina pues ya era una empresa prestigiosa y bien reconocida en Argentina desde la que aportaba su know how.

Una vez más, valen la referencias, por entonces el Presidente de la República era el Dr. Julio Herrera y Obes, el país crecía demográficamente y ahí estaban los hermanos Christophersen entregando su habilidad profesional en un Uruguay que crecía también en lo comercial. Los cueros salados, el tasajo, la lana y otros frutos del país estaban produciendo ingresos por millones de libras oro que dieron origen a una fuerte inmigración, al punto que más de la mitad de la población era extranjera, con una gran mayoría de franceses, atraídos por la prosperidad de este país.

Las más importantes empresas navieras de aquel mundo comenzaron a ser representadas en el puerto de Montevideo por Christophersen Hermanos. No había publicación uruguaya que en sus páginas no tuviera avisos anunciando la salida de naves de pasajeros o de carga para Europa o los Estados Unidos. Entrado el siglo leímos una publicidad de Christophersen Hnos. anunciando la representación de barcos de pasajeros de la línea Pan American Line que estaba administrada por la United States Shipping Board. Entonces las oficinas de Chrtistophersen Hnos. estaban en 25 de Agosto 358 esquina Colón. Hemos viso documentos históricos como una factura de Christophersen enviada a la reconocida empresa uruguaya de Antonio D. y Manuel Lussich por la suma de 10 pesos oro sellado, como se aclaraba al costado, con fecha de abril 20 de 1899.

El rey

Dentro del anecdotario de recuerdos, consta que los hermanos Christophersen recibieron una carta de gratitud del famoso explorador noruego Amundsen por todo el apoyo que la Agencia Christophersen ofreció a este intrépido explorador a su paso por Montevideo rumbo al Polo Sur en 1911. A esta carta le antecede otra del rey de Noruega a Christophersen solicitándoles prestar toda la ayuda posible al explorador noruego a su paso por Montevideo. Y nosotros suponemos que debe haber sido muy importante y valiosa la gestión de los hermanos porque una de las alturas descubiertas por Amundsen lleva el nombre Monte Christophersen.

Despues de la Segunda Guerra Mundial la Agencia Marítima Christophersen pasó a ocupar oficinas en la calle Zabala 1591 que fue donde la conocimos, edificio desaparecido para el ensanche de la rambla portuaria. Por los años 70 se estimó, consultando los libros de la agencia, que la empresa había atendido en toda su historia a no menos de 10 mil barcos, es posible que de aquella fecha a hoy el número de barcos se haya duplicado. Para no extendernos demasiado cabe destacar que en estos últimos 20 años Christophersen no sólo ha representado la presencia en el puerto de Montevideo de miles de barcos de todo tipo y bandera y operativa, sino que ha sido un actor de primera línea en importantes proyectos marítimo-portuarios, como el más reciente que fue la construcción de su estación transbordadora de granos —Terminal Granelera de Montevideo— donde con el más moderno equipamiento los barcos graneleros pueden salir del puerto de Montevideo a full calando 12 metros, como recibir trenes de barcazas para transbordar sus productos.

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