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Bajan las empresas que van a concurso de acreedores

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Pili: la empresa le debe a tamberos y trabajadores y alrededor de US$ 40 millones a varios bancos. Foto: El Telégrafo / Paysandú

Liga de Defensa Comercial

Son 17% menos que en enero-agosto de 2017, año récord.

La cantidad de empresas que ingresaron a concurso de acreedores en enero-agosto disminuyó 17% respecto a igual período del año pasado y totalizaron 66, según datos divulgados ayer por la Liga de Defensa Comercial (Lideco).

En enero-agosto de 2017 eran 79 las entidades en concurso de acreedores y en todo el año pasado completaron las 117. Lideco recordó que el número de empresas a concurso de acreedores fue récord en 2017 "desde que está vigente la nueva ley (octubre de 2008), e incluso desde la crisis del 2002".

"Más allá de la disminución planteada, los primeros ocho meses del año 2018 presentan una cantidad importante de solicitudes (fueron 66) si la comparamos con las de igual período de los años 2015 y 2016, en los que se solicitaron 55 concursos", añadió.

En lo que va del año, se dieron casos emblemáticos de empresas que se presentaron a concurso de acreedores.

Entre ellos está el de la láctea Pili de Paysandú tras acumular deudas impagas por unos US$ 42,2 millones en un sector que se encuentra en plena crisis.

El intendente de Soriano, Agustín Bascou, tiene una explotación agropecuaria que también tuvo problemas y se presentó a concurso de acreedores. La deuda impaga con bancos ascendía a US$ 8,5 millones a fin de junio. De ese monto, la mayor parte es con el banco Itaú: US$ 6,1 millones. La avícola Tenent es otra de las que está en concurso de acreedores, con un pasivo de $ 258,5 millones (unos US$ 8,2 millones) y su situación ha llevado a la mortandad de 90.000 pollos.

Además está el caso de Motociclo, que a julio tenía deuda vencida (es decir venció la fecha de pago sin haberlo efectuado) en pesos por el equivalente a US$ 4,3 millones con el Scotiabank. En total, tenía US$ 37,4 millones de endeudamiento con bancos, tiene poca mercadería en stock y sus dueños intentaron sin éxito vender la empresa a un grupo inversor británico.

Bajan cuentas.

Lideco también dio cuenta que en los 12 meses cerrados a julio —último dato disponible— las cuentas corrientes sancionadas fueron 1.904, una caída de un 10,53% respecto a igual período del año anterior.

De esa cantidad, 1.425 fueron cuentas corrientes suspendidas, una baja de un 10,26% respecto a igual período del año anterior y 479 fueron cuentas corrientes clausuradas, una disminución de 11,30% respecto a igual período un año antes.

El valor más bajo de los últimos cinco años se observó en julio de 2013 con 1.373 cuentas sancionadas en el año móvil y el máximo en agosto de 2017 con 2.195 cuentas sancionadas en un año. La clausura de cuenta bancaria se aplica cuando la emisión de cheques sin fondos es repetida. Esa medida puede extenderse por el plazo de uno a dos años. Previamente, se aplica la suspensión por seis meses.

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