En el primer semestre, el barril estuvo 12,7% por debajo de la referencia.

En el primer semestre del año, el valor promedio del barril de petróleo en pesos estuvo por debajo de la referencia que tenía Ancap para fijar el precio de los combustibles.

La paramétrica de la petrolera estatal incluía un precio de US$ 56 para el barril de crudo Brent y de $ 30,60 para el tipo de cambio. Con estos números, el costo del barril en pesos era de $ 1.713,60.

Cada mes, Ancap importa barriles de petróleo y el precio que paga suele estar alineado al promedio del Brent. Para llevar el costo de ese barril a pesos se utilizó el dólar interbancario promedio mensual, aunque en su condición de gran comprador, el ente puede acceder a un precio mejor.

Eso fue así en el primer mes y medio del año, ya que a mediados de febrero la petrolera estatal comenzó la parada técnica de la refinería de La Teja y en los siguientes meses importó combustibles ya refinados.

En el primer trimestre, el promedio del barril en pesos fue de $ 1.553,14 (9,36% menos que la referencia).

En el segundo trimestre, el precio promedio del petróleo en pesos fue de $ 1.435,36 (16,24% menos que la referencia del ente).

Así, se llega a que en el primer semestre del año la diferencia fue de 12,75% respecto a la referencia, es decir Ancap contó con un precio promedio del petróleo en pesos de $ 1.495,04 respecto a una referencia de $ 1.713,60.

Ahora, ¿por qué tomar el precio del petróleo si la refinería de Ancap estuvo parada la mayor parte del tiempo?

La respuesta es que la propia empresa tuvo en cuenta el valor del crudo al momento de definir una rebaja de 8% en el precio del gasoil el pasado 24 de junio.

"Se traslada al precio del gasoil la mejora del margen observada por un menor costo del crudo, mejorando las brechas con respecto a precios internacionales", señaló Ancap en el comunicado que anunció la rebaja de precio.

Incluso señaló: "en este momento tanto los valores reales del primer semestre como las proyecciones para el segundo se han reducido, impactando favorablemente en los costos de materia prima. Los nuevos valores promedio proyectados para 2017 a aplicar son US$ 49 por barril para el crudo Brent y $ 29 para el tipo de cambio".

Previamente, el 3 de enero Ancap había definido un aumento de 8% para todos los combustibles, aunque en aquella ocasión sin mayores explicaciones de cómo se había llegado a ese porcentaje.

Si en la mayor parte del semestre, Ancap importó los combustibles al estar parada la refinería, es relevante ver qué sucedió con el precio de esos productos.

La Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) releva mes a mes los precios de paridad de importación de los combustibles.

Según detalla la Ursea, la determinación de los precios de paridad de importación corresponde al ejercicio teórico de calcular el precio en el mercado local de productos terminados de similar calidad a los producidos por Ancap, en la hipótesis de que los mismos se importen. Estos datos se comparan con los precios de comercialización fijados por el Poder Ejecutivo.

"En el Uruguay, la importación y producción de derivados de petróleo constituye un monopolio legal en manos de la empresa estatal Ancap. Los precios máximos de dichos productos son fijados por el Poder Ejecutivo", explicó la Ursea.

En los cinco meses para los que hay datos, siempre fue más barato importar los combustibles.

Fuentes de Ancap dijeron a El País que el precio que marca la Ursea es bastante similar al que pagó el ente por la importación de combustibles en febrero, marzo y abril. Por lo que la empresa sacó provecho de esas diferencias.

En la nafta Premium 97 los números de la Ursea marcan que fue 7,97% más caro el precio pagado por el consumidor en el promedio de enero-mayo que el de paridad de importación. Las mayores diferencias se dieron en febrero y marzo con 9,48% y 9,45% respectivamente a favor de importar. La menor brecha fue en abril, 5,73% respecto al precio de importación.

En la nafta Super 95 los datos de la Ursea marcan que fue 9,12% más caro lo que pagaron los consumidores en el promedio de enero-mayo que el precio de importación. Las mayores diferencias se dieron en febrero y marzo con 10,34% y 10,6% respectivamente a favor de importar. La menor brecha fue en abril, donde el precio fijado por Ancap fue 6,74% mayor que el de importación.

En el gasoil es donde se da la mayor diferencia de precio. En enero-mayo, el precio fijado en surtidor fue 49,3% más caro que el que marcaba el precio de paridad de importación. En mayo se dio la mayor diferencia: los consumidores pagaron 53,1% más el litro de gasoil que si se hubiera importado. La menor brecha fue en febrero, cuando hubieran pagado 46,1% más.

A fin de junio, se pudo haber reducido la brecha al bajar 8% el precio del gasoil.

Una comparación que realizó CPA Ferrere con la región en enero, dio que el costo del gasoil en Uruguay era 96% más caro que en Chile, 49% superior al de Brasil y 32% por encima del vigente en Argentina.

En 2016 Ancap había aprovechado un sobrecosto de US$ 415 millones, que pagaron los consumidores, (ver aparte) para mejorar sus números y dio US$ 15 millones de ganancia.

El "consumo de combustibles en Uruguay soportó un sobrecosto de US$ 415 millones en 2016" al comparar los precios en surtidor a los de paridad de importación (lo que saldría el combustible importado y puesto en surtidores con impuestos incluidos), señaló el informe "El precio de los combustibles en Uruguay", elaborado por la consultora CPA Ferrere divulgado a fin de junio.

Eso se explicó "en buena medida por el sobrecosto de US$ 367 millones que registró el gasoil. Las cadenas agroindustriales consumen el 40% del gasoil que se vende anualmente en Uruguay y soportan por tanto buena parte de este sobrecosto". El eslabón "más afectado de la producción se encuentra en el sector Transporte, que soporta US$ 291 millones de sobrecosto".

NÚMEROS DEL ENTE ESTATAL