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El vice "decorativo" tiene el poder

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Temer es oficialmente el presidente de Brasil. Foto: Reuters
Brazil's new President Michel Temer attends the presidential inauguration ceremony after Brazil's Senate removed President Dilma Rousseff in Brasilia, Brazil, August 31, 2016. REUTERS/Ueslei Marcelino BRAZIL-IMPEACHMENT/TEMER
UESLEI MARCELINO/REUTERS

Temer, con el 10% del apoyo popular y un sólido respaldo político, gobernará hasta 2019.

Michel Temer, de carácter frío, calculador y con una dilatada experiencia política, ha saltado de la conspiración en las sombras a la Presidencia de Brasil sin pasar por las urnas.

A los 75 años, Michel Miguel Elias Temer Llulia, abogado constitucionalista, católico y descendiente de una familia de origen libanés, asume un país dividido políticamente y en recesión pero inflado de nacionalismo tras unos Juegos Olímpicos que pusieron a Brasil en la mira del mundo.

Apenas apagadas las luces de artificio de ese acontecimiento, Temer abandonó el apellido de "interino" y asumió ayer la Presidencia de forma plena tras acompañar a Rousseff como vicepresidente desde 2011, lideró durante 15 años el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el más importante del país, y ocupó tres veces la presidencia de la Cámara de Diputados.

Una larga carrera política que le permitió cultivar un importante caudal de influencia entre bastidores, pese a que nunca fue candidato a la Presidencia. Cuando asumió la Presidencia interina, en mayo, apenas arrastraba el 3 % de intención de voto, según las encuestas. Hoy roza el 10 %.

Paradójicamente, quien hoy es calificado de "verdugo" de la ya expresidenta, e indirectamente del Partido de los Trabajadores, llegó a las puertas del poder de la mano de Luiz Inácio Lula da Silva, el líder del PT, para acompañar a Rousseff en la vicepresidencia, en enero de 2011.

"Me equivoqué con el vicepresidente", se lamentó en numerosas ocasiones Rousseff.

Este matrimonio de conveniencia nunca tuvo una relación fluida y Temer decidió terminarlo a fines del pasado año. Fue cuando divulgó una carta en la que denunciaba que Rousseff le trataba como un "vice decorativo" y que se sentía como un "accesorio".

Arropado por el poderoso Eduardo Cunha, que abandonó la presidencia de la Cámara de Diputados acusado de corrupción, Temer se movió y apuró su red política para hacerse con el poder.

Su gobierno.

El 12 de mayo, Rousseff fue separada de la Presidencia temporalmente. Temer se calzó la banda presidencial y se arrogó el papel de "salvador" del país con la promesa de superar la profunda crisis económica y política. En sus planes no cabía una sustitución provisional: "Gobierno como si fuera para siempre", dijo a periodistas extranjeros.

Temer afronta el desafío de mantener las alianzas que le sostienen, reconducir la economía y recuperar la confianza de la sociedad brasileña en su desprestigiada clase política.

Sus primeros pasos como presidente interino levantaron ampollas y le obligaron a rectificar en medio de críticas por la ausencia de mujeres y negros en su equipo de ministros.

Los escándalos de corrupción le obligaron a cambiar a tres miembros del Gobierno en las primeras semanas y él mismo carga con sospechas similares.

Hábil negociador en la sombra, Temer mantuvo un perfil público bajo y cultivó una imagen de sobriedad y un lenguaje rebuscado que le valieron el apodo de "mayordomo de una película de terror" entre adversarios políticos.

Nueva asunción.

Ayer, quedó definitivamente adueñado del poder de Brasil hasta el 2019. En el mismo hemiciclo del Senado en el que Rousseff había sido destituida unas horas antes, Temer prestó juramento y asumió de pleno derecho el cargo que ya ocupaba desde el pasado 12 de mayo, aunque hasta hoy en forma interina.

"Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución de la República, observar sus leyes, promover el bien general del pueblo brasileño y sustentarle la unión, la integridad y la independencia de Brasil", dijo Temer, aclamado por la mayoría de los legisladores.

El acto fue "rápido y sencillo", sin discursos, tal como se hizo en 1992 con la toma de posesión de Itamar Franco, quien sucedió a Fernando Collor de Mello después de que este también perdió el poder, en ese caso en medio de un grave escándalo de corrupción.

En su primer discurso como mandatario, Temer le hizo un pedido especial a sus ministros: "A quienes les digan golpistas, respondan golpistas son ustedes, que están en contra de la Constitución", porque el proceso contra Rousseff fue hecho "dentro del más estricto marco constitucional", declaró en su primer encuentro con su gabinete. "Golpista es quien viola la Constitución", enfatizó antes de destacar que el proceso de juicio político tuvo 108 días de duración y se expusieron 40 testimonios decada parte.

Temer indicó que hará un gobierno descentralizado y pidió a cada ministro que se empeñe en desburocratizar.

Anunció que habrá negociaciones con las bancadas de los difernetes partidos para discutir medidas económicas urgentes para rescatar a Brasil de la difícil situación económica. "Tenemos un número enorme de desempleados. Son casi 12 millones. Es una cifra que asusta", indicó Temer. "No hay nada más indigno que el desempleo. Es uno de los principios constitucionales, el de la dignidad de la persona humana".

"Debemos salir dentro de dos años y cuatro mese con el aplauso del pueblo brasileño", proclamó.

EE.UU. afirma que es en el marco de la Constitución.

"Esta fue una decisión hecha por el pueblo brasileño y la respetamos (...) Creemos que las instituciones democráticas de Brasil han actuado dentro de su marco constitucional", dijo el vocero del Departamento de Estado, John Kirby, en su conferencia de prensa diaria, al exponer la posición de Estados Unidos.

"Estamos seguros de que continuaremos con la fuerte relación bilateral que existe entre nuestros dos países, las dos democracias más grandes del hemisferio", agregó Kirby.

Recordó que Estados Unidos coopera con Brasil "para abordar muchos temas de interés mutuo en el siglo XXI y los retos globales" y sus planes son de "continuar con esta colaboración esencial".

En agosto, el secretario de Estado, John Kerry visitó Río de Janeiro, se reunió con su colega José Serra, no habló de las crisis política y destacó el interés de seguir cooperando en varios temas. Fuente: EFE

Cronología del juicio político

15 noviembre de 2015: un grupo de juristas pide a la Cámara de Diputados la apertura de un juicio político contra Rousseff por unas maniobras fiscales irregulares que "maquillaron" las cuentas del Estado en 2014 y 2015. Eduardo Cunha autoriza los trámites para abrir el proceso de destitución.

8 diciembre de 2015: el vicepresidente de entonces Michel Temer, líder del PMDB, difunde una carta dirigida a Roussseff en la que dice que la mandataria "nunca" confió en él y que lo trató como un "vice decorativo", con lo cual anticipaba la ruptura entre ambos.

17 marzo de 2016: La Cámara de Diputados elige a los 65 miembros de una comisión especial que analizará los argumentos jurídicos que existen contra Rousseff y notifica a la mandataria del inicio del trámite.

29 marzo: El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la mayor fuerza política del país, liderada por Temer, abandona el Gobierno y declara su apoyo al juicio político.

17 abril: Tras ser aprobado en la Comisión de Diputados, el pleno de la Cámara de Diputados de Brasil avala la continuidad del proceso por 367 votos a favor y 137 en contra y el trámite pasa al Senado.

12 mayo: El Senado instaura el juicio político por 55 votos a favor y 22 en contra, lo cual suspende a Rousseff de sus funciones. Rousseff disuelve su Gobierno y Temer asume en forma interina. Ayer, fue finalmente destituida por esa cámara.

Eduardo Cunha - Arquitecto del juicio.

El expresidente de la Cámara de Diputados, suspendido de su cargo por corrupción en el megafraude a Petrobras, fue el principal impulsor del juicio político a Dilma Rousseff. Fue el que permitió abrir el trámite.

Luiz Inácio Lula da Silva - Expresidente de Brasil.

Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil entre 2003 y 2011, fue el padrino político de Dilma Rousseff y el que la impulsó a que sea candidata. Durante todo el proceso la defendió a ultranza.

Ricardo Lewandowski - Presidente del Tribunal.

Como presidente del Supremo Tribunal Federal, Lewandowski fue el garante de todo el proceso de juicio político que terminó con la destitución de Rousseff. Instó a los senadores a que votaran con "independencia".

Aécio Neves - Líder y excandidato.

Compitió con Dilma Rousseff en las últimas elecciones y perdió por poco margen. Durante el juicio político, criticó a la mandataria y en la última sesión dijo: "No hay sentimiento de alegría. Actúo con mi obligación".

PRIMERA DAMA.

Marcela, contra la imagen de mujer trofeo.

Marcela Temer, una exreina de belleza 43 años más joven que su esposo, se convirtió ayer en la primera dama de Brasil y tiene ante sí el reto de rebelarse ante la etiqueta de mujer trofeo para millonarios que se le ha colocado en su país.

La nueva primera dama carga el estereotipo de encarnar la típica historia repetida mil veces en las telenovelas brasileñas de una joven guapa, rubia teñida, que enamora al rico y poderoso de turno para llevar una vida de lujos y sin trabajar.

Recientemente una revista levantó polvareda al decir que Temer es "un hombre de suerte" por estar casado con una mujer "bella, recatada y hogareña", virtudes al parecer deseables para las esposas en las clases más tradicionales (y adineradas) de Brasil, pero que alteran a los grupos feministas por el tufo machista que se desprende de esa descripción.

Ese perfil desentona notoriamente con el de Dilma Rousseff, la primera presidenta de la historia de Brasil, destituida por el Senado, reconocida por su pasado guerrillero y por su carácter duro y trabajador con el que construyó una fulgurante carrera política.

Desde que saltó a la fama al salir al balcón del Palacio de Planalto en la investidura de Rousseff en 2011, Marcela se ha ajustado muy bien a la descripción de "hogareña", pues casi no se ha dejado ver en público.

En los últimos tres meses, desde que su marido asumió la Presidencia de forma interina, sólo participó en dos actos oficiales y además posó para la prensa junto a Temer en el primer día de escuela de su hijo Michel, de siete años.

La discreción ha formado parte de la vida de la pareja desde que se conocieron en una fiesta del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en 2002, a la que le llevó su tío.

Marcela Tedeschi (su apellido de soltera) pidió hacerse una foto con Temer, que por aquel entonces ya era una figura conocida.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Temer es oficialmente el presidente de Brasil. Foto: Reuters

JUICIO POLÍTICO A DILMA ROUSSEFF

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