La Eurocámara condenó la “brutal represión” a la oposición.

Por un día Venezuela dejó de disparar su verborrea contra la oposición y los gobiernos de la región que le están reclamado al régimen chavista que llame a elecciones, y apuntó hacia la Unión Europea, cuyo parlamento aprobó ayer una condena al gobierno de Nicolás Maduro por la "represión brutal" en las manifestaciones callejeras que han dejado al menos 29 muertos este mes.

Por 450 votos a favor, 35 en contra y 100 abstenciones, los eurodiputados condenaron la situación en Venezuela y pidieron a Bruselas apoyar la resolución del 3 de abril de la Organización de Estados Americanos (OEA). Esa resolución dice que en Venezuela hay una "grave alteración inconstitucional del orden democrático".

"Alientan a los violentos. Es lo mismo que pasa con los grupos terroristas en Medio Oriente, ¿quién da soporte financiero y logístico? ¿Quién entrega las armas?", reaccionó furiosa en rueda de prensa la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, a la posición de la Eurocámara.

"Están promoviendo la violencia en Venezuela cada vez que apoyan a los factores violentos, extremistas, que se han preconfigurado en especies de grupos terroristas", añadió. Y dando una vez más muestra de que en el régimen chavista nadie asume la responsabilidad por la crisis en que se encuentra el país, Rodríguez lanzó: "Un continente en decadencia, hacia allá se dirige Europa. Hay estudios relevantes sobre lo que será la economía de Europa en 20 años. No pueden dar lecciones a Venezuela".

Venezuela vive una oleada de manifestaciones desde el 1° de abril, en protesta por la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de adjudicarse las funciones del Parlamento, que degeneraron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, disturbios e incluso saqueos en varias ciudades.

En este contexto, la Eurocámara condenó "enérgicamente la represión brutal ejercida por las fuerzas de seguridad venezolanas, así como por los grupos armados irregulares, contra los manifestantes pacíficos".

En la resolución adoptada este jueves, presentada por los cuatro principales grupos de la Eurocámara, los eurodiputados urgen a apoyar un proceso de mediación, pero al mismo tiempo a estudiar "otras medidas". En este sentido, piden a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, que "analice activamente, junto con organizaciones internacionales y regionales, otras medidas que permitan a la Unión restablecer la plena democracia en Venezuela".

Como era de esperar, Cuba apoyó a Venezuela en su decisión de apartarse de la OEA, y renovó su lealtad al presidente chavista de Maduro. El gobierno comunista de Raúl Castro no solo salió en defensa de su mayor aliado, sino que aprovechó para lanzar una nueva descarga contra la OEA, de la que Cuba fue expulsada en 1962 por presión de Washington. Cuba fue readmitida en 2009, pero el gobierno castrista rehúsa regresar por considerar a la OEA como un instrumento "de dominación imperialista" de Estados Unidos.

El presidente estadounidense Donald Trump también habló ayer del tema. "Venezuela es un caos", respondió brevemente Trump a la pregunta de un periodista mientras recibía en la Casa Blanca al presidente argentino, Mauricio Macri. "Estoy muy triste por Venezuela, muy triste de ver lo que ha pasado. Es una situación muy triste", dijo luego.

El miércoles Venezuela decidió dejar la OEA porque este organismo resolvió convocar a una reunión extraordinaria de cancilleres para analizar la crisis en ese país. Uruguay fue uno de los 19 países de la OEA que votó la convocatoria.

¿Por qué se retira? La relación entre la OEA y Venezuela en los últimos 15 años ha sido tensa, y más aún con la llegada a la secretaría general de Luis Almagro, que no duda en tachar a Maduro de "dictador". El "Vexit", como ya lo llaman algunos, estaba a la vuelta de la esquina, y se concreta por la convocatoria a una reunión de cancilleres para evaluar la grave crisis en el país. Antes de salir, debe cancelar una deuda que en 2017 acumulará 10,5 millones de dólares de cuotas anuales para la OEA. El mandato de Maduro concluye en enero de 2019, cuando aún no habría terminado el proceso de retiro de la OEA.

¿Evita sanciones? En los dos años que dura el proceso, Venezuela mantiene sus obligaciones hacia la OEA. La suspensión de un país, prevista en la Carta Democrática, necesita los votos de 24 de los 34 países de la OEA. Venezuela saldría además de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y de organismos como la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, el Comité Jurídico Interamericano, y la Comisión Interamericana de Mujeres.

¿Se aísla? Venezuela, ya suspendida del Mercosur, "se va a convertir en una especie de Corea del Norte de América Latina", indicó el boliviano Jaime Aparicio, expresidente del Comité Jurídico Interamericano de la OEA.

¿Le quedan aliados? Venezuela pidió a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) una reunión extraordinaria, que se fijó para el 2 de mayo en San Salvador. La internacionalista Elsa Cardozo considera que Venezuela busca sumar aliados en espacios "más cómodos y manejables". "Pero no creo que sea tan fácil, en la Celac están los mismos cipayos genuflexos (como llamó la canciller Delcy Rodríguez a los 19 países que votaron la resolución de la ONU), salvo Estados Unidos y Canadá", subrayó.

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