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Una trama conspirativa en torno a la salud del Papa

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Los pasillos del Vaticano guardan un denso entramado de orientaciones contrapuestas. Foto: Reutes
Pope Francis leads the synod on the family in the Synod hall at the Vatican, in this October 5, 2015 file picture. A gathering of world Roman Catholic bishops was thrown into confusion on October 12, 2015, with the leak of a letter from conservative cardinals to Pope Francis bitterly complaining that the meeting was stacked against them. It was published by the same Italian journalist whose press credentials were stripped by the Holy See last June after he ran a leaked copy of the pope's major encyclical on the environment. REUTERS/Max Rossi/Files
MAX ROSSI/REUTERS

Tras el revuelo por la falsa noticia de un tumor cerebral que padecería el Papa —desmentida categórica y reiteradamente por el Vaticano—, los diarios italianos derramaron ríos de tinta sobre "la sombra" de conspiraciones, complots, confabulaciones y tramas ocultas que acechan a Francisco.

Los medios y varios cardenales relacionaron la versión de la visita secreta del Papa a una clínica de Pisa para ver a un experto japonés en tumores cerebrales —publicada por el grupo de Bologna Quotidiano Nazionale-Il Resto del Carlino-La Nazione— con la serie de episodios que en las últimas semanas sacudió al Vaticano en pleno sínodo de obispos, una cita crucial para el pontificado reformador de Francisco, que tiene una creciente oposición conservadora.

Tal fue el revuelo sobre los supuestos complots, que hasta el cardenal Walter Kasper, figura del ala más liberal del sínodo y cercano a Jorge Bergoglio, denunció en la prensa italiana "un burdo intento de condicionar la labor de la asamblea. Pero no lo conseguirán. Nadie logrará manipular al Papa".

"Bufala".

En vísperas de la asamblea, de hecho, tuvo lugar la clamorosa "salida del armario" del alto prelado de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Krzysztof Charamsa, que ahora vive felizmente con su novio catalán en Barcelona y que anteayer fue suspendido del sacerdocio. Una semana más tarde, se filtró una carta que 13 cardenales conservadores le entregaron el primer día del sínodo al Papa en la que cuestionaron la nueva metodología de la asamblea y lo acusaron de querer "predeterminar" su resultado. La existencia de esa carta explica por qué, al segundo día de la reunión —que culmina este fin de semana—, el Papa sorprendió al recordar que nadie ponía en duda la doctrina tradicional sobre el matrimonio y al pedir que no se cayera en "teorías conspirativas" al respecto.

Fue un llamado que, como muchos se esperaban, cayó en saco roto vista la aparición de la denominada "bufala" ("bolazo") anteayer sobre el tumor benigno del Papa en el cerebro, una noticia desmentida hasta por Takanori Fukushima, el médico japonés de renombre que había sido implicado.

Como se informó, el mismo LOsservatore Romano, diario de la Santa Sede, destacó que el momento elegido para lanzar semejante falsedad revelaba "el intento manipulatorio" de la publicación. Tras semejante afirmación del diario del Vaticano, la mayoría de los periódicos italianos siguieron esa interpretación de que se trataba de una "trampa" o "conspiración" contra el Papa.

Il Corriere della Sera no dudó en denunciar una "operación" que "podría haber sido pensada en el subsuelo más turbio del Vaticano para deslegitimar a Francisco", aunque también en "ámbitos externos a la Iglesia" que le son hostiles.

En sintonía se manifestó el diario La Repubblica, que hasta mencionó "un complot diabólico para atacar al Papa", según monseñor Gianfranco Girotti, y aseguró: "Se refuerza la sospecha de que detrás de los ataques puedan estar las jerarquías"."Ésta es una suerte de estrategia apocalíptica —ta mbién presente en las Escrituras— para desacreditar a quien tiene el poder: hablar mal de él, difundir noticias absolutamente falsas, de modo que más personas empiecen a pensar que hace falta un recambio", dijo a La Repubblica el arzobispo argentino Víctor Manuel Fernández, rector de la Universidad Católica Argentina, cercano al Papa. "Pero es un juego conocido y por este motivo no creo que Francisco se vaya a dejar impresionar", agregó.

Preguntado sobre si pensaba que el Papa tiene enemigos, Fernández, miembro de la comisión para el documento final del sínodo, y que ayudó al entonces arzobispo Bergoglio a redactar el documento de la conferencia de Aparecida, Brasil, en 2007, contestó: "Pienso que hay personas a las que no les cae bien este pontificado. Quizás el éxito que Francisco tuvo en Estados Unidos no haya caído bien y a alguien le preocupe. Y este alguien no puede hacer otra cosa que intentar debilitar a la figura del Papa, su persona".

Muchos analistas evocaron el denominado "Vatileaks", el escándalo por filtraciones de documentos reservados por parte de "cuervos" (topos) anónimos que sacudió el último tramo del pontificado de Benedicto XVI. "Los mismos cuervos que hicieron caer a Benedicto XVI ahora quieren ir por Francisco", dijo a La Nación un veterano vaticanista italiano radial. Otra fuente del Vaticano, alarmada, confió a La Nación que pensaba que se trataba tan sólo del comienzo de una campaña en su contra que dará más sobresaltos. Alejados de estos venenos, a puertas cerradas, en tanto, los 270 padres sinodales recibieron ayer por la tarde un primer borrador del documento final, que integró algunos de los 1.300 "modos" (enmiendas presentadas a lo largo de las tres semanas de debates sobre el Instrumentum Laboris por los grupos lingüísticos).

Significativamente, el cardenal Gracias bajó cualquier expectativa en cuanto a aperturas en el tema de la comunión a los divorciados vueltos a casar, que dividió a conservadores y progresistas. "Es un texto moderado, el punto es que sea aceptable para todos", dijo. "Tiene direcciones generales, guías pastorales, no toca la doctrina —precisó—, pero no tendrá respuestas a las situaciones difíciles de las familias.

El sínodo de la familia llega hoy a conclusiones.

El Sínodo de la Familia corre el riesgo de decepcionar a conservadores y a progresistas, que esperan cambios para divorciados y homosexuales. "Ambos extremos van a quedar muy decepcionados", sostiene Romilda Ferrauto, una de las portavoces del sínodo, la víspera de la clausura hoy en el Vaticano de la asamblea de obispos. Durante tres semanas, unos 400 obispos y cardenales se reunieron ante la presencia del Papa a puerta cerrada para debatir sobre los retos de la familia moderna. AFP

Neurocirujano sorprendido de verse involucrado en rumores

"Fueron escritas tantas falsedades... Nunca curé al Papa: lo encontré sólo una vez y no creo que se acuerde de mi", dijo el neurocirujano japonés Takanori Fukushima desde su casa en Raleigh, Estados Unidos, a ANSA para sumar otra categórica desmentida a la información publicada esta semana por un diario italiano que daba cuenta de que Francisco habría tenido un tumor cerebral.

Esta semana, el grupo de Bologna Quotidiano Nazionale-Il Resto del Carlino publicó en su portada un gran título que decía "El Papa está enfermo".

En la nota afirmaba que hace siete meses le habían encontrado a al papa Francisco, de 78 años, un tumor benigno en el cerebro. Siempre según esa información, el pontífice había ido a la clínica San Rossore de Barbaricina, cerca de Pisa, para encontrarse con el profesor Fukushima, experto en tumores cerebrales, cuyo diagnóstico había indicado que "no debería ser necesario ningún tipo de intervención". La versión fue tajantemente desmentida por el Vaticano, así como por allegados a Francisco, y fue calificada por LOsservatore Romano como "un intento de manipular" el sínodo de la Familia que comenzó el 4 de octubre y termina el próximo domingo.

En diálogo con la agencia ANSA, Fukushima —cuya oficina ya había desmentido la versión de QN— repitió que "nunca" curó al Papa y expresó su estupor por la "inesperada sobreexposición mediática" por motivos que no son académicos o científicos.

"No hablo italiano -agregó, al intentar comprender esta situación-. Quizás el equívoco nació de una operación cerebral que hice en una persona de aspecto y edad semejante a la del Pontífice con un nombre que sonaba parecido".

"El Papa es una persona muy buena, simple. No sé por qué ocurrió todo esto, pero comprendo que la suya es una posición de gran importancia", concluyó.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Los pasillos del Vaticano guardan un denso entramado de orientaciones contrapuestas. Foto: Reutes

En el Vaticano creen que se pretende incidir así en el Sínodo de la Familia

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