GRAN BRETAÑA Y EL PROCESO DEL BREXIT

La premier evalúa el relevo de su canciller, Boris Johnson

Un revés electoral y un discurso catastrófico en el Partido Conservador hundieron a la primera ministra británica Theresa May en una inoportuna crisis de liderazgo para el Reino Unido, en plenas negociaciones cruciales para el Brexit.

May, de 61 años, que sucedió a David Cameron en julio de 2016 barrido por el resultado del referéndum que selló la salida del Reino Unido de la Unión Europea, suma en los últimos meses varios traspiés.

El primero fue el de las elecciones legislativas anticipadas del 8 de junio. May, apoyada en las encuestas, organizó los comicios con tres años de anticipación con la idea de reforzar su posición de cara a las negociaciones sobre el Brexit y para diezmar de paso a la oposición laborista de Jeremy Corbyn. El resultado no fue el esperado. Los conservadores perdieron su mayoría absoluta, Corbyn salió reforzado y la autoridad de May voló en pedazos.

La primera ministra esperaba recuperarse esta semana en ocasión del congreso de su partido en Mánchester. Pero como si el destino se ensañase contra ella, su discurso frente a los militantes y cuadros de los ‘tories’ terminó en una catástrofe.

Primero un actor interrumpió su discurso, tendiéndole un formulario de empleo. Le siguió la tos de la primera ministra y finalmente, a sus espaldas, el eslogan de los conservadores escrito en un cartel se desprendió letra por letra. Acto seguido, Grant Shapps, un exministro, afirmó que una treintena de diputados querían su cabeza.

Para el editorialista del Times, Philip Collins, esta sucesión de dificultades puede terminar con “sumergir” a la primera ministra. Para muchos conservadores, el tema ya no es saber si caerá, sino cuándo terminará tirando la toalla.

Los próximos pasos podrían precisarse cuando se reanude hoy lunes la labor parlamentaria. Entre los posibles sucesores de May figura el ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, cuyas recientes declaraciones sobre el Brexit suenan como críticas a las orientaciones de la primera ministra.
Algunos también citan a la ministra de Interior, Amber Rudd, al del Brexit, David Davis, o al viceprimer ministro Damian Green.

Los traspiés de May recuerdan los últimos días de Margaret Thatcher, empujada a la salida en 1990 por sus propias tropas.

May sigue no obstante contando con apoyos. Su partida sería fuente de numerosos dolores de cabeza para los conservadores. Algunos temen un impacto en las negociaciones con la UE. Otros se inquietan por el fortalecimiento de Corbyn, quien dijo durante el congreso laborista de septiembre estar “listo” para gobernar.

El diario The Sunday Times preguntó a May por sus planes sobre Johnson. “Nunca ha sido mi estilo esconderme ante un desafío y no voy a empezar ahora”, respondió May, según el rotativo, en lo que fue descripto como una señal de que está dispuesta a nombrar nuevos ministros y cesar a los que le han causado problemas.